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El Ministerio de Educación junto a USAID Leer y Aprender consideran que para implementar mejores estrategias en la enseñanza y aprendizaje de la lectura en el país se deben facilitar espacios de divulgación y diálogo entre diferentes actores dedicados a este tema. En este sentido se llevó a cabo una Conferencia Nacional “Innovaciones de Lectura para el Aprendizaje” en la que fue posible compartir y generar diálogo.

La Conferencia Nacional se llevó a cabo en la ciudad capital, el 22 y 23 de abril de 2015; la segunda fecha coincidió con el Día Internacional del Libro cuyo objetivo es fomentar la lectura y propiedad intelectual. En esta participaron docentes, directores, técnicos y representantes de programas educativos e instituciones gubernamentales y no gubernamentales que promueven la lectura en preprimaria y primaria. Todos reunidos con el objetivo de compartir buenas prácticas de lectura en aulas en contextos bilingües e interculturales.

La realización de la conferencia es parte de la implementación del Programa Nacional de Lectura Leamos Juntos impulsado por el Ministerio de Educación; este cuenta con dos líneas estrategias: promoción y aprendizaje. La primera de ellas, enfocada en el aprendizaje de la lectura en los varios niveles educativos. En la vena de promoción se evidencia la participación de la comunidad mediante, por ejemplo, las bibliotecas escolares; así como de organizaciones internacionales y municipales que se han unido al esfuerzo ministerial apoyando las iniciativas escolares y comunitarias en el uso de la lectura. Los medios de comunicación masiva han aportado al Programa acercando los materiales a los estudiantes; además de convertirse en un recurso en aula para el aprendizaje de los estudiantes.

Como punto de partida nos referiremos a la lectura y qué se entiende por buena práctica. Empecemos por decir que leer es “más que descifrar las letras, también implica comprender lo que se lee, usar la información y disfrutar de la lectura”[1] p. 9 y que “La lectura es una competencia básica para la vida porque es indispensable para que una persona pueda desenvolverse con éxito en la sociedad actual. En el contexto escolar, la comprensión lectora favorece el éxito y la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo y su integración social sin riesgo de exclusión.”[2] p. 11. También es importante tomar en cuenta que según el boletín Educación Hoy, de la Unesco, citado en Aprendizaje de la lectoescritura, “años de investigación han demostrado que los niños que inician su educación en la lengua materna tienen un mejor comienzo y exhiben un mejor desempeño que aquellos que son expuestos a un idioma nuevo al ingresar a la escuela”[1] p. 121.

Por otra parte, Antonio Bolívar destaca que “en general, ‘buenas prácticas’ se refiere a las formas óptimas de prácticas docentes a nivel de aula o centro, que constituyen buenas respuestas a la situación y que pueden servir de modelo para transferir a otros contextos o a seguir por otros. Dichas prácticas, para ser calificadas como “buenas”, deben facilitar el desarrollo de actividades de aprendizaje en las que se logren con eficiencia los objetivos formativos previstos y también otros aprendizajes de alto valor educativo, evaluadas en función del contexto. Por tanto, deben producir un impacto positivo, con efectos sostenibles en el tiempo (…). Las buenas prácticas, más allá del grado de satisfacción subjetiva que provoque en quienes las llevan a cabo, deben dar lugar a cambios objetivos, que pueden ser detectados por las otras personas y son relevantes y sostenibles en el tiempo.”[3] p. 10.

Una buena práctica de lectura en el aula se refiere a la implementación de acciones que tienen un propósito y una metodología claramente definida; es reflexiva, retadora, innovadora y tiene resultados demostrables en la mejora de la lectura de los estudiantes. También es replicable, pues sirve de modelo para formular políticas e iniciativas.

Las buenas prácticas de lectura en el aula se desarrollan con el deseo de alcanzar la calidad educativa necesaria para la integración adecuada de los estudiantes a la vida cotidiana como ciudadanos de sociedades diversas y complejas. Leer, saber leer o leer para aprender implica usar adecuadamente la información, comprender el conocimiento o valor implícito y aplicarlo en actividades cotidianas. Por esta razón, docentes creativos y comprometidos con el aprendizaje de sus alumnos, innovan en las diferentes maneras de lograr el objetivo de la enseñanza-aprendizaje de la lectura.

La UNESCO, en el marco de su programa MOST (Management of Social Transformations)[4], ha señalado los atributos de las buenas prácticas y los rasgos que las caracterizan. Estas fueron tomadas como base para que en la Conferencia se consideraran las siguientes características de una buena práctica en lectura:

  • Activa, centrada en el/la estudiante.
  • Innovadora, desarrolla soluciones nuevas o creativas para el aprendizaje y desarrollo de la lectura y el aprendizaje.
  • Perceptible en cuanto a su calidad, acorde con los estándares educativos y competencias indicadas en el CNB para el grado correspondiente.
  • Sostenible porque sus exigencias sociales, económicas y medioambientales pueden mantenerse en el tiempo y producir efectos duraderos en la comunidad educativa.
  • Replicable sirve como modelo para desarrollar políticas, iniciativas y aplicarse en otros contextos.

Para la realización de esta conferencia el Mineduc y USAID Leer y Aprender publicaron una convocatoria para que los interesados presentaran la buena práctica que vienen realizando tomando en cuenta los siguientes ejes:

I. Enseñanza, aprendizaje y desarrollo de la lectura, incluyendo en contextos bilingües y las dirigidas a estudiantes con necesidades educativas especiales.

II. Monitoreo y evaluación en el avance del aprendizaje de la lectura.

III. Desarrollo, validación y uso en el aula de recursos educativos.

IV. Implementación de programas y planes escolares de lectura.

V. Promoción de la lectura y participación de la familia y de la comunidad.

VI. Programas de formación y desarrollo profesional docente.

Los participantes presentaron sus buenas prácticas en alguna de las siguientes modalidades:

  • Conferencia: exposición del tema a cargo de una persona.
  • Panel: participación de tres o cuatro personas que presentan sobre un tema en particular.
  • Taller demostrativo: exposición práctica de un tema.
  • Póster académico: esta modalidad es poco conocida en nuestro medio. Se motivó su uso y se proporcionó una plantilla para facilitar el diseño e impresión final del póster. Se presentaron simultáneamente a pequeños grupos.

La información sistematizada de cada buena práctica está organizada por los ejes temáticos ya mencionados. Además, se presenta una ficha técnica, la descripción, objetivos, síntesis y otros elementos que permitan comprender cómo podría implementarse; también se incorporan aspectos que la vinculan al Currículo Nacional Base y su aporte al aprendizaje de los estudiantes.

NotasEditar

  1. 1,0 1,1 Camargo y otros (2013). Aprendizaje de la lectoescritura. Guatemala: Ministerio de Educación de Guatemala.
  2. Ministerio de Educación de Guatemala (2013) Leamos Juntos, Programa Nacional de Lectura. Memoria de labores 2012-2013. Guatemala.
  3. Bolívar, A. (2011). Las competencias básicas para la vida más transversales: buenas prácticas para su tratamiento en el centro educativo y en el aula. Guatemala. USAID/Reforma Educativa en el Aula y Mineduc.
  4. Unesco, Programa MOST: Managment of Social Transformations. (MOST UNESCO 2003).

Proceso por el cual las personas adquieren cambios en su comportamiento, mejoran sus actuaciones, reorganizan su pensamiento o descubren nuevas maneras de comportamiento y nuevos conceptos e información.

Fase de desarrollo o puesta en práctica de un currículum o programa educativo. Comprende el conjunto de procesos encaminados a adaptar el plan innovador. Puede ser juzgada en función de su “fidelidad” al diseño oficial o, por el contrario, por la adaptación propia que se hace a los contextos específicos.

Aplicar estrategias para entender y recordar. Implica estar en capacidad de comunicar lo que se ha leído y escuchado.

Conjunto de aprendizajes (conocimientos, procedimientos y actitudes) imprescindibles y fundamentales para que todas las personas se realicen personalmente, se incorporen a la vida adulta de manera satisfactoria y participaen activamente como miembros de la sociedad.