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Llevar a cabo la evaluación del desempeño demanda que la comunidad educativa haga un profundo proceso de reflexión y cambio para reconfigurar las prácticas que dejan de tener relevancia en el MEBC. Los reflectores apuntan hacia el profesor como uno de los agentes educativos más importantes para planear y ejecutar los procesos de transformación. Sus decisiones y acciones conducirán a los estudiantes hacia el desarrollo de las competencias planteadas.

En la literatura se encuentran reportadas una serie de estrategias que permiten a los docentes trabajar bajo el enfoque de competencias de forma alineada[1][2][3][4]. Dentro de las estrategias que se contemplan para fortalecer el trabajo docente se encuentran:

Rediseño de los procesos de evaluación: Trabajar en el MEBC hace que los procesos e instrumentos que permiten a los profesores evaluar el progreso del estudiante varíen y se amplíen. Así, el examen deja de ser el principal instrumento para corroborar los avances en el aprendizaje, para pasar a ser parte de un grupo de instrumentos necesarios para el propósito evaluativo. En el MEBC se requieren rúbricas que contengan los criterios y niveles de desempeño que se espera observar, la generación de una serie de actividades formativas que promuevan el alcance de los desempeños esperados, así como proyectos integradores suficientemente desafiantes pero viables que permitan al estudiante hacer un uso integral de los recursos disciplinares, transversales y actitudinales para trabajar constructivamente en ellos[5].

Trabajo colegiado: El MEBC y sus exigencias en materia de planeación, didáctica y evaluación demandan múltiples puntos de vista que deriven en un conjunto de criterios consensuados para fortalecer los caminos que llevarán a los estudiantes a lograr los desempeños esperados. En este sentido, el trabajo colegiado debe fomentar el diálogo, la reflexión, la problematización y la solución de problemas, en relación con los procesos de enseñanza-aprendizaje en las diferentes disciplinas. Ejercerlo de esta forma es coherente en tanto es un proceso de socio-construcción de conocimiento.

Vinculación con otros organismos: El MEBC exige poner en marcha la evaluación auténtica, en especial en los últimos periodos antes del egreso. Esta característica del sistema de evaluación del desempeño hace pensar en la necesidad de contar con profesores diseñadores de estrategias y actividades de evaluación que cuenten con un perfil que conjugue conocimiento académico sólido y una práctica significativa de la profesión. Es decir, que sea capaz de vincular a sus estudiantes con el mundo real, inmersos en escenarios para llevar a cabo retos que exigen aplicación de conocimientos y generación de soluciones. Por lo anterior, el capital relacional del profesor se vuelve sumamente importante para el buen ejercicio de la evaluación del desempeño.

Capacitación continua: Una de las principales implicaciones para asegurar la autenticidad de la evaluación en el MEBC, es la necesidad de insertarse en ambientes de aplicación del conocimiento donde los métodos y contenidos sean dinámicos y se actualicen con regularidad. Por lo anterior, la capacitación y actualización continua para el docente se vuelve parte crucial de su ejercicio profesional.

MEBC p12.png

Construcción de un sistema de evaluación de excelenciaEditar

Uno de los grandes retos de la educación superior al trabajar bajo el MEBC es estructurar un sistema de evaluación de excelencia. Se denomina así dado que este tipo de sistema busca no solo el fortalecimiento del proceso de aprendizaje y desarrollo de capacidades, sino que, a la vez, este sistema debe permitir la mejora continua de la evaluación, la rendición de cuentas y la transparencia de los resultados obtenidos en la formación de profesionales que servirán a la sociedad[6][7][8].

La consolidación del sistema depende generalmente de dos factores: del apoyo institucional para propiciar los cambios y apoyo necesarios desde sus políticas de evaluación (reflejados generalmente en el modelo educativo y reglamentos académicos) y del trabajo del profesor para lograr la operacionalización de este sistema de excelencia desde sus disciplinas. El siguiente gráfico contiene los cinco principales puntos a considerar desde el trabajo docente:

Sistema de evaluación de excelencia desde la perspectiva del docente.png

El papel del docente frente a la evaluación del desempeño demanda diálogo, consenso, vinculación con el entorno, además de actualización constante en materia de lo que la sociedad exige de la disciplina. Realizar estas acciones permitirá generar marcos de desempeño idóneos donde el estudiante pueda desarrollar y demostrar una serie de competencias.

ReferenciasEditar

  1. García Cabrero, B., Loredo Enríquez, J., Luna Serrano, E., y Rueda Beltrán, M. (2008). Modelo de la evaluación de competencias docentes para la educación media y superior. RIEE. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 1(3), 97-108. Recuperado de: http://www.rinace.net/riee/numeros/vol1-num3_e/art8.pdf
  2. López, I. G., y Cámara, A. B. L. (2010). Sentando las bases para la construcción de un modelo de evaluación a las competencias docentes del profesorado universitario. Revista de investigación educativa, 28(2), 403-423.
  3. Martinez, N. L., Aguirre, E. I. R., González, R. M. G., y González, L. G. (2015). La investigación acción en el trabajo colaborativo colegiado como estrategia para mejorar la práctica docente. Campus Virtuales, 4(1), 56-64.
  4. Meyer-Adams, N., Potts, M. y Koob, J., Dorsey, C. y Rosales, A. (2011). How to tackle the shift of educational assessment from learning outcomes to competencies: one program’s transition. Journal of Social Work Education, 47(3), 489-507.
  5. Kan, A. y Bulut, O. (2014). Crossed random-effect modeling: examining the effects of teacher experience and rubric use in performance assessments. Eurasian Journal of Educational Research, 57, 1-28. Doi: dx.doi.org/10.14689/ejer.2014.57.4
  6. Astin, H. y Antonio, A. (2012). Assessment for Excellence: The Philosophy and Practice of Assessment and Evaluation in Higher Education (2da. ed.). Plymouth, U.K.: Rowman & Littlefield.
  7. Rubio, F. (2009). Desarrollo de Competencias en Educacion: desde el prescolar hasta el bachillerato. Ciudad de México, México: Inteligencia Educativa.
  8. Hattie, J. y Timperley, H. (2007). The power of feedback. Review of Educational Research, 77(1), 81-112. doi: 10.3102/003465430298487



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Esta es una versión wiki del documento original disponible en el sitio del Observatorio de Calidad Educativa del Instituto Tecnológico de Monterrey, publicado en mayo de 2016 bajo licencia Creative Commons (cc) BY-SA-NC.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

Conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien.

Capacidad o disposición que ha desarrollado una persona para afrontar y dar solución a problemas de la vida cotidiana y a generar nuevos conocimientos. Es la capacidad para actuar de manera pertinente ante una situación compleja, movilizando de manera integrada los recursos necesarios para resolverla de modo adecuado.Tiene una doble dimensión: a) posesión de un conjunto de recursos o capacidades (cognitivos, de procedimientos y de actitudes), y b) capacidad para movilizarlos en una situación de acción.