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En este apartado se describen las bases sobre las cuales se propone el modelo pedagógico para la prevención de violencia en el aula y el establecimiento educativo. Estas bases se analizan, a continuación, desde el marco legal hasta las concepciones teóricas y psicológicas, así como también los principios en los que se basan sus acciones.

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Fundamentos legalesEditar

Los fundamentos legales los constituyen los acuerdos internacionales convenidos por el Estado de Guatemala para la defensa de la niñez y la juventud, así como para la promoción de una cultura de no violencia contra los menores de edad. Además, en ellos se establece el cuidado que tanto el aparato estatal como la sociedad civil tienen a su cargo para proteger la integridad de los niños, adolescentes y jóvenes. Entre algunos convenios internacionales a los que el país se ha adscrito, está la Convención Sobre los Derechos del Niño (aprobada el 20 de noviembre de 1989 y ratificada el 02 de septiembre de 1990), la Convención Relativa a la Lucha Contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza (aprobada el 14 de diciembre de 1960 y ratificada el 22 de mayo de 1962) y la Convención Internacional Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial (aprobada el 21 de diciembre de 1966 y ratificada el 04 de enero de 1969), entre otras.

En cuanto a los marcos legales que fundamentan las acciones que se están implementando para prevenir la violencia en todos los niveles, sectores y estratos en Guatemala, se puede mencionar los siguientes:

  1. Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia (Decreto 27-2003 del Congreso de la República). Persigue el desarrollo integral y sostenible de la niñez y adolescencia guatemalteca dentro de un marco democrático y de estricto respeto a los derechos humanos.
  1. Ley Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (Decreto 9-2009 del Congreso de la República). Esta ley cumple con el propósito de prevenir, reprimir, sancionar y erradicar la violencia sexual, la explotación y la trata de personas, la atención y protección de sus víctimas y resarcir los daños y perjuicios ocasionados.
  1. Normativa de Convivencia Pacífica y Disciplina para una Cultura de Paz en los Establecimientos Educativos (Acuerdo Ministerial 01-2011 y sus reformas Acuerdo Ministerial 1505-2013). Con esta normativa se desea sensibilizar a la comunidad educativa en la promoción de la relación armoniosa y pacífica entre sus miembros para la creación de espacios seguros para la formación de ciudadanos.
  1. Unidad de Equidad de Género con Pertinencia Cultural y Protección Integral de la Niñez, Adolescencia y Juventud -UGP- (Acuerdo Ministerial 02-2015). Es el ente facultado para verificar que las dependencia del Ministerio de Educación concreten el desarrollo de los procesos relacionados con los derechos humanos en materia de equidad de género y pertinencia cultural, educación integral en sexualidad, prevención de la violencia y regulaciones vinculadas.
  1. Día Escolar de la No Violencia y la Paz, el 30 de enero de cada año (Acuerdo Ministerial 1334-2011). Con esta iniciativa se promueven las acciones para la reflexión y práctica de valores en todos los establecimientos educativos del país.
  1. Acuerdo Ministerial 2653-2014, Programa Nacional de Valores “Vivamos Juntos en Armonía”: El programa se creó con el objetivo de cultivar los valores en los niños, niñas y jóvenes del sistema educativo, como parte de su formación integral. A través de este programa se busca formar ciudadanos responsables y comprometidos que contribuyan a la convivencia pacífica en los ámbitos en los que se desarrollen.
  1. Política Nacional de Prevención de la Violencia y el Delito, Seguridad Ciudadana y Convivencia Pacífica 2014-2034. Creada para asentar las bases de una cultura de prevención de la violencia y el delito, esta política está orientada a la participación de la población en el marco de la seguridad ciudadana y la convivencia pacífica Su objetivo es incidir en la reducción objetiva de la violencia y el delito, así como también en el temor de las personas a ser víctimas de la violencia.

Asimismo, el Mineduc ha dado a conocer varias propuestas para prevenir la violencia escolar, tales como la Guía para la identificación y prevención del acoso escolar (bullying), el Protocolo para la identificación, atención y referencia de casos de violencia, así como además cápsulas y afiches informativos para la promoción del tema, los cuales se encuentran disponibles en www.mineduc.gob.gt.

Fundamentos conceptualesEditar

En esta sección del documento se describen los tres conceptos que se utilizan a lo largo de la propuesta: violencia, clima escolar y prevención de violencia.

¿Qué es la violencia?Editar

Se concibe como el uso de la fuerza o de poder contra alguien con intención de provocar daño físico, psicológico, emocional e incluso la muerte[1]. Con frecuencia está relacionada a la agresividad; no obstante, también se concibe que la violencia es la manifestación de una conducta agresiva que regularmente trasgrede las normas sociales.

Para comprender la violencia esta debe ser abordada desde una perspectiva multidisciplinaria que incluya no solo a las víctimas, los agresores, los observadores y la población vulnerable, sino también las múltiples causas que la provocan. Además, es preciso agregar que los actores encargados en prevenir y pensar la violencia[2]p. 6 y sus diversas manifestaciones, tales como el maltrato, conciben el concepto de agresión como “el conjunto de acciones y situaciones acaecidas en todo ámbito, que afectan al niño en su bienestar y desarrollo, limitándole o lesionándole”[3].

Según[4]p. 56, la violencia escolar es “un fenómeno heterogéneo, que rompe la estructura de las representaciones básicas del valor social: la de la infancia (inocencia) y la del establecimiento educativo (un refugio pacífico), así como la de la propia sociedad (un elemento pacífico en un régimen democrático)”. Cuando se aborda el tema de violencia escolar y la prevención de la misma, es imprescindible tomar en cuenta que no todas las instituciones educativas son violentas en su esencia. Según los estudios, del 1 al 5 % de los estudiantes presentan problemas serios de conducta. Sin embargo, esto a su vez puede llegar a explicar más del 50 % de los problemas conductuales dentro de un establecimiento educativo[5]p. 42.

Manifestaciones de la Violencia EscolarEditar

En la actualidad se ha identificado que la violencia escolar se manifiesta de diferentes formas:

  • Física: Tipo de agresión que atenta contra la integridad física de la persona, independientemente de la magnitud, dolor o consecuencia que provoque el agresor. Un empujón o cualquier contacto físico que involucre intimidación hacia la víctima es agresión física.
  • Emocional–psicológica: Caracterizada por las agresiones verbales o intimidaciones que el agresor emite hacia la víctima, la cual afecta emocionalmente a la persona.
  • Racismo o discriminación: La discriminación es el trato diferente y perjudicial que se da a una persona por razones culturales, políticas, religiosas, de sexo o de orientación sexual, entre otras[6].
  • Sexual: Es cualquier exposición a material sexual o contacto físico a la cual se somete a una persona sin su consentimiento. Incluye frases o palabras dirigidas a la víctima con doble sentido o con insinuaciones a actividades de índole sexual.

¿Cómo son los establecimientos educativos que protegen?Editar

El proceso de construcción de un clima escolar favorable y la armonía en la convivencia dentro de una institución educativa requiere de acuerdos, bajo los cuales se establece la incidencia que tiene un establecimiento educativo seguro para el desarrollo integral, principalmente del estudiante, pero también de directores, docentes y demás colaboradores. Cualquier persona que esté dentro de un contexto educativo debe tener la oportunidad de sentirse segura.

Un establecimiento educativo protege cuando posee una estructura y organización que no expone a daños psicológicos, físicos ni emocionales a ninguna de las personas que la conforman. La ausencia de violencia dentro de un establecimiento educativo es resultado del la colaboración de un equipo de trabajo enfocado en promover factores protectores[5], y de la prevención primaria. Asimismo, los establecimientos educativos que brindan un ambiente pacífico se han preparado no solo para las necesidades académicas, sino también para el abordaje integral de las distintas necesidades de los estudiantes.

Clima escolarEditar

La estrategia del Mineduc para la prevención de violencia en los establecimientos educativos tiene como objetivo promover un clima escolar basado en la convivencia pacífica y el ejercicio de los valores ciudadanos en el marco de los Derechos Humanos y de una cultura de paz.

En esta misma línea, se comprende por clima escolar a la calidad, sensación o atmósfera de la vida escolar. El clima escolar es el conjunto de normas, metas, valores y relaciones que se manifiestan dentro de una comunidad educativa, que a su vez genera experiencias y percepciones sobre cada uno de los actores entre sí[7].

Prevención de violencia escolarEditar

Es todo aquello que busca ofrecer a los estudiantes oportunidades para desarrollar, modificar o perfeccionar su formación integral para alejarlos de las situaciones de riesgo o de violencia. Dentro de lo que se pueda comprender como prevención, es apropiado señalar que la prevención inicial radica en la promoción de la convivencia escolar, en la que cada actor puede participar, delegar, deliberar, manejar o resolver las diferencias y los conflictos en forma pacífica[8].

De acuerdo con la OMS, citado por Quiroga & Cryan[9]p. 222, hay tres tipos de prevención:

La prevención primaria trata de impedir los daños a los que la prevención secundaria trata de poner fin y la prevención terciaria trata de reducir. La prevención primaria tiene el objetivo de evitar, disminuir o reducir el impacto y las consecuencias negativas de determinadas situaciones o comportamientos tanto a nivel individual como social.

¿Por qué prevenir? La prevención es un proceso que siempre beneficiará más a la comunidad educativa que la intervención. Regularmente es más factible, tanto por presupuesto como técnicamente, trabajar en la prevención, ya que la intervención con regularidad está enfocada a situaciones dañadas[10]. Además, la misión del establecimiento educativo como tal es precisamente esa: prevenir situaciones de riesgo a futuro para los ciudadanos en formación, de manera que se construya, un paso a la vez, la sociedad de paz y convivencia que una comunidad anhela.

La presente propuesta está enfocada en la prevención primaria. Es necesario tomar en cuenta que el objetivo de la propuesta es evitar las situaciones o los comportamientos violentos y de riesgo que exponen la integridad de cada persona dentro de la comunidad educativa.

Fundamentos pedagógicos: líneas curricularesEditar

El modelo para prevención de violencia que se propone tiene como fundamento los lineamientos y aportes establecidos en el Currículo Nacional Base –CNB– del Mineduc para la construcción de ciudadanía. Por tal razón, toda iniciativa debe estar encaminada a brindar un papel activo a los sujetos participantes dentro de la comunidad educativa.

Se concibe a la persona humana con características propias y a su capacidad para mejorar y progresar a través de sus interacciones. El estudiante es un actor activo para prevenir la violencia, no obstante, junto a él participan otros grupos de actores que juegan un papel igual de dinámico para la construcción de espacios seguros. Así como la violencia es aprendida, también se puede desaprender para iniciar un nuevo camino de hábitos, prácticas y formas de pensar que contribuyan a la formación de los estudiantes.

El docente, los padres de familia y cualquier otra figura adulta que esté vinculada al estudiante, constituyen ser los principales modelos de prevención de la violencia y prácticas de ciudadanía, y por quienes el estudiante tiene la oportunidad de aprender y adaptar sus características individuales para el beneficio de la sociedad.

Con base en estos lineamientos curriculares y pedagógicos establecidos en el CNB oficial de Guatemala, las prácticas educativas que se propicien dentro del ámbito educativo intencionado, facilitarán las oportunidades que permitan al estudiante “conocer para prevenir”.

Desde un enfoque socioconstructivista, es necesario que el aprendizaje que se adquiera a través del medio cobre relevancia. Asimismo, es imprescindible darle prioridad a la participación activa de todos los integrantes de la comunidad educativa para definir o replantearse los valores, principios y normas que contribuyen a construir un clima escolar favorable y a prevenir la violencia.

Fundamentos psicológicosEditar

El abordaje de programas para prevenir la violencia frecuentemente está basando en una perspectiva cognitiva conductual. Pero esto dependerá de la finalidad que se desea alcanzar y de la magnitud con que se está viviendo el fenómeno de la violencia escolar. Se considera que la violencia es una conducta que se aprende a través de la observación o modelada por el ambiente donde el estudiante se desarrolla[11]. Por lo mismo, las conductas violentas también se pueden desaprender y adquirir nuevos hábitos para promover una convivencia pacífica y la construcción de ciudadanía.

Por otro lado, las intervenciones que se promueven desde un enfoque sociohistórico de la psicología de la actividad, favorecen la inclusión y la participación de todos los actores escolares de grupos heterogéneos, sin distinción alguna, que luchan contra cualquier tipo de exclusión[12]. Asimismo, este tipo de intervenciones brinda a los estudiantes las oportunidades para adquirir responsabilidad y empoderamiento en la toma de decisiones, no solo para mejorar su aprendizaje, sino además para solucionar de manera asertiva los conflictos derivados de situaciones cotidianas en el ambiente escolar. Por tanto, el enfoque psicológico para las intervenciones dependerá del tipo de prevención que se necesite implementar y del grado de violencia que se esté viviendo.

Para efectos de la intervención de esta propuesta, ambos enfoques pueden ser aplicados para prevenir la violencia, ya que las conductas de convivencia pacífica y armónica deben iniciar con los adultos que están vinculados a los estudiantes. Los adultos deben servir como referencia para que los estudiantes los imiten ante situaciones que requieran la resolución de conflictos, y el trato amable hacia los demás en el diario vivir. Asimismo, se considera que para prevenir la violencia en los establecimientos educativos, todos los actores de la comunidad educativa deben jugar un papel relevante en la toma de decisiones. De manera que es indispensable incluir a los estudiantes, además de sus padres, como partícipes activos en la toma de decisiones para prevenir la violencia.

Fundamentos sociológicosEditar

Para prevenir la violencia hace falta la convivencia. El CNB considera que la interdependencia, la cooperación, el reconocimiento de los derechos de los demás y la responsabilidad son, entre otros, valores indiscutibles que contribuyen a la creación de espacios seguros para la educación integral del estudiante y el desarrollo pleno de los integrantes de la comunidad educativa.

De tal cuenta que, en esta propuesta de prevención, se considera que la violencia surge de la interacción entre los ciudadanos y de los hechos históricos del país. Por tanto, todo cambio dentro de la dinámica social para prevenir la violencia debe iniciar en las relaciones interpersonales dentro de los ambientes familiar y educativo. Estas dos grandes instituciones sociales tienen la capacidad de generar un nuevo clima de convivencia pacífica.

Definición de clima escolar.png La violencia es aprendida.png
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NotasEditar

  1. Mateo, V., Soriano, M., & Godoy, C. (2007). Prevención de la violencia y promoción de la convivencia escolar en la Comunitat Valenciana (Plan PREVI). Aula Abierta, 36(1,2), 97-110.
  2. Pineda, B., & Bolaños, L. (Julio de 2009). Diagnóstico de la violencia juvenil en Guatemala. Documento para discusión. (M. d. Aceña, Ed.) Recuperado el 10 de marzo de 2015, de http://ciprevica.org: http://ciprevica.org/download/biblioteca_virtual/diagn%C3%B3sticos_y_estudios/diagnostico_ violencia_juvenil%202009%20unicef-cien.pdf
  3. Álvarez, L., Álvarez, D., González-Castro, P., Núñez, J., & González-Pienda, A. (2006). Evaluación de los comportamientos violentos en los centros educativos. Psicothema, 18(4), 686-695.
  4. Abramovay, M. (2005). Violencia en las escuelas: Un gran desafío. Revista Iberoamericana de Educación (38), 53-66.
  5. 5,0 5,1 Varela, J., Tijmes, C., & Sprague, J. (2009). Fundación Paz Ciudadana. Recuperado el 04 de febrero de 2015, de Paz Ciudadana Colombia: http://www.pazciudadana.cl/wp-content/uploads/2009/06/paz-educa-programa-de-prevencion.pdf
  6. Según Convención Relativa a la Lucha Contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza (aprobada el 14 de diciembre de 1960 y ratificada el 22 de mayo de 1962).
  7. Espinoza, E. y Palala, A., (2015). Encuesta nacional sobre violencia y clima escolar. Guatemala: Serviprensa, S.A.
  8. Ministerio de Educación Pública, Costa Rica. (Diciembre de 2012). Programa Nacional de Convivencia en Centros Educativos: “Programa Convivir”. Recuperado el 12 de diciembre de 2014, de www.mep.go.cr/sites/default/files/page/adjuntos/protocolointegrado_0.pdf
  9. Quiroga, S., & Cryan, G. (2005). Prevención de la violencia familiar, escolar y urbana en una comunidad de alto riesgo psicosocial. Universidad de Buenos, Secretaría de Investigaciones, Anuario de Investigaciones, XIII, 221-230.
  10. Ortega, R. (2000). La convivencia escolar: qué es y cómo abordarla. Programa Educativo de Prevención de Maltrato entre Compañeros. Recuperado el 16 de marzo de 2015, de Educación en Valores, Consejería de Educación y Ciencia. Junta de Andalucía: http://www.educacionenvalores.org/IMG/pdf/convivenciaqosarioortega.pdf
  11. Krauskopf, D. (2006). Estado del arte de los programas de prevención de la violencia en ámbitos escolares. Recuperado el 22 de enero de 2015, de Organización Panamericana de la Salud: http:// www.paho.org/hq/dmdocuments2009/arte.violencia.escolares.pdf?ua=1
  12. Díaz-Aguado, M. (2005). La violencia entre iguales en la adolescencia y su prevención. Psicothema, 17(4), 549-558.

Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. (DLE). El sistema de creencias, valores, costumbres, conductas y artefactos que los miembros de una sociedad utilizan para enfrentar al mundo y a los demás, y que se transmiten de generación en generación a través del aprendizaje. En este sentido la cultura es fundamental en todo idioma y solo puede aprenderse por medio de la transmisión.

Documento por medio del cual el Despacho Superior del Ministerio resuelve o acuerda la resolución de un asunto. Es firmado y autorizado por el Ministro (a) y refrendado por un Viceministro (a).

Significa que se da un trato diferenciado a mujeres y hombres con el fin de compensar el desequilibrio histórico y social que impide a las mujeres participar activamente y de la misma manera que los hombres en el desarrollo de sus sociedades.

Son los pensamientos, sentimientos y comportamientos expresados dentro de un grupo particular, varía dependiendo de la cultura, la persona y la época

Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.

Crecimiento o aumento en el orden físico, intelectual o moral.

(En fonología) Destrezas fonológica que consiste en distinguir los distintos “sonidos” o fonemas.

Se refiere a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, las cuales vienen dadas por los cromosomas, las gónadas, las hormonas y los órganos sexuales. Es la corporalidad, el funcionamiento y forma del cuerpo. Es algo innato, biológico, que cambia de forma y funcionamiento de acuerdo a la edad.

Establecimiento de carácter público, privado, municipal o por cooperativa a través del cual se ejecutan los procesos de educación escolar.

Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.

Espacio vital en el que se desarrolla el ser humano. Conjunto de estímulos que condicionan al ser humano desde el momento mismo de su concepción.

Indicadores de éxito de un plan escrito en forma específica.

En sentido descriptivo, el estado legal que garantiza la pertenencia a una comunidad política o nación. Como tal, garantiza un conjunto de derechos y deberes para los miembros reconocidos como ciudadanos. Además, en sentido normativo, que es el que más importa educativamente, la ciudadanía implica la condición de participar activamente en los asuntos públicos, de modo autónomo y asumiendo las responsabilidades que le correspondan. Un ciudadano es alguien que pertenece plenamente a su comunidad, que tiene en virtud de ello ciertos derechos y los correspondientes deberes, y que participa activamente en la vida pública. Estatus legal que otorga un conjunto de derechos y deberes, pertenencia a una comunidad con una identidad propia y capacidad para participar son, pues, tres caracteres que definen una concepción actual de “ciudadanía”.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.