Introducción

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Este folleto resume algunas de las mejores prácticas para ayudar a los niños a aprovechar al máximo sus habilidades para el lenguaje en su primera infancia, antes del ingreso a la escuela. Los niños que han recibido una buena preparación de sus padres, tutores o educadores preescolares, fácilmente podrán manejar la transición hacia las exigencias académicas de los primeros años escolares y tendrán también más probabilidades de aprender a leer con buenos resultados. Investigaciones recientes acerca del desarrollo de las lenguas maternas ilustran que la adquisición del lenguaje durante los años preescolares de un niño es crucial para el pensamiento, para la solución de problemas, y para la comunicación a escala social y el funcionamiento académico.

La información que se presenta ha sido seleccionada en virtud de su importancia para los educadores de niños pequeños. Nos hemos concentrado en los años que anteceden al jardín de niños, porque gran parte de las destrezas importantes en las que contribuyen los maestros, tienen su origen en la comunicación padres/hijos que comienza desde el nacimiento.

Algunos se preguntarán si, efectivamente, los padres pueden fomentar las destrezas de lenguaje. Claramente demostraremos cómo los padres influyen en el desarrollo del lenguaje de los niños. En un mundo que cada vez valora más la cultura escrita, la educación, la enseñanza y la preparación que deben tener los niños para una vida de aprendizaje, el conocimiento de una o más lenguas aporta las bases para una participación plena en la cultura y en la sociedad. Los valores de la cultura original de un niño se transmiten a través del vocabulario y el lenguaje utilizado por quienes son responsables de su educación. Todas las comunidades en el mundo tienen interés de brindar a los niños el mejor inicio de la vida ofreciendo a los educadores los mejores recursos disponibles.

La capacidad para entender y utilizar el vocabulario, la gramática, así como la posibilidad de relacionar las palabras y las imágenes que produce el lenguaje es fundamental para lograr los objetivos mencionados. Un vocabulario extenso es la base para el éxito en la lectura. Aprender a relacionar las palabras es un aspecto central para las matemáticas, la ciencia, el pensamiento abstracto y la solución de problemas. Entender y utilizar la gramática para expresar relaciones entre ideas debe ser la meta para que los jóvenes puedan participar plena y eficazmente en las complejas relaciones de la familia, la cultura, la educación o los negocios. La creatividad está relacionada con la capacidad de interpretar y producir imágenes a partir del lenguaje.

Así pues, el lenguaje comienza a desarrollarse casi después de nacer, mucho antes de que los objetivos antes mencionados empiecen a alcanzarse. Debido a que los padres son los primeros educadores de los niños, se convierten en los primeros tutores del lenguaje antes que otros tutores o maestros propiamente dichos. En todo el mundo existen enormes disparidades en lo que concierne a que los padres tengan acceso a recursos económicos, educativos o a materiales impresos, por lo que hacemos hincapié en sugerir algunas técnicas que servirán de guía para que los educadores interactúen con los niños y aprovechen al máximo su capacidad de aprendizaje a pesar de disponer de recursos mínimos. Animamos a padres y educadores a fomentar el vocabulario, incrementar la relación entre palabras, desarrollar los conceptos, generar la solución de problemas, promover la creatividad y el uso figurativo del lenguaje mediante el diálogo con sus niños. Los padres pueden implementar las prácticas resumidas aquí, sin importar su nivel educativo, o el acceso a las tecnologías y recursos de la escolaridad formal.

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

En el continuo de coaching es el rol de ser muy directo y enseñar, mostrar, guiar, etc.