Los padres y el desarrollo del lenguaje

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Los padres son los primeros maestros de los niños.

Resultados de la investigación[editar | editar código]

La investigación actual señala que el aprendizaje del lenguaje comienza a una edad muy temprana. Los bebés responden de manera diferenciada a aspectos de la voz humana y los sonidos ambientales casi inmediatamente después del nacimiento: la madre y el niño son capaces de reconocer y responder a sus voces desde esta temprana edad del infante. A los bebés les da mayor tranquilidad escuchar música rítmica vocal que los sonidos “tranquilizantes” que no pertenecen al lenguaje, ya que reconocen las diferencias entre ambos sonidos y pueden diferenciar sonidos del habla en diferentes idiomas poco después de nacer. Durante los primeros seis meses, el bebé puede diferenciar los sonidos de las vocales y las consonantes de su lengua materna, de los pronunciados en otras lenguas. Los bebés entienden la intención del hablante a partir de la entonación de la voz y sostienen “conversaciones” a edad muy temprana, que se amplían con vocalizaciones, palabras y gramática a medida que el niño se desarrolla.

Los bebés son vocálicos de nacimiento y producen una creciente variedad de sonidos (al relamerse, al hacer trompetillas, al dar suspiros con algún sonido de vocal o semivocales entonadas / deslizadas) durante los primeros seis u ocho meses. Los padres en todo el mundo responden a las vocalizaciones de los bebés imitándolos, agregando sonidos o “conversando” en una forma de habla conocida como habla infantil[1]. El habla infantil se basa en sonidos reconfortantes, repetidos y cortos, y frases repetidas que los padres utilizan en todo el mundo cuando interactúan frente a frente con un niño.

Los primeros sonidos, las sílabas que se balbucean y las primeras aproximaciones de palabras pronunciadas por los bebés son similares en diferentes lenguas, en lo que se refiere a su estructura lingüística. Por ejemplo, los bebés que nacen en ambientes donde se habla mandarín o inglés poseen las mismas primeras palabras (adiós, beso, papá, mamá, hola, oh-oh, perro, pelota), aunque a medida que crece el vocabulario, los bebés que aprenden a hablar en mandarín, utilizan más verbos y los bebés que aprenden a hablar en inglés producen más sustantivos. Con el tiempo, estas diferencias se equilibran.

Los sonidos predominantes del habla, la estructura silábica y tonal, así como la distribución de los componentes de las primeras palabras pronunciadas van tomando forma a partir de la estructura del lenguaje de los padres. Los niños intuyen los límites de las palabras y la gramática, reconocen categorías de palabras y conceptos; aprenden las reglas del orden de las palabras y adquieren conocimientos sobre muchos otros aspectos del lenguaje a medida que escuchan a los adultos hablar. En materia de conocimientos lingüísticos, son admirables los logros que han alcanzado la mayoría de los niños al cumplir los cuatro o cinco años.

Los niños privados de la información que ofrece el lenguaje temprano (cara a cara) brindado por los padres o educadores cercanos, desarrollan algún déficit en todos los aspectos relacionados con la cantidad y la variedad de los sonidos del habla, con el vocabulario y con la complejidad del lenguaje. Una vez que estos niños reciban un cuidado individual, frente a frente, por parte de adultos que conversen en lenguaje infantil, entonces empezarán a alcanzar a los niños de su edad que provienen de un ambiente más enriquecido en materia de lenguaje. La oportunidad de escuchar e interpretar lo que oigan tendrá un efecto positivo en sus destrezas de comunicación.

Funciones de los padres o educadores[editar | editar código]

Uso del lenguaje infantil:

  • Este patrón de habla infantil, con vocales y sílabas alargadas y patrones de tono explícitos, ayuda a los bebés a conocer los sonidos, la entonación y la estructura rítmica de su lenguaje.
  • Hacer contacto visual y mostrar una serie de expresiones faciales ayudan al bebé a entender las emociones y a concentrarse en el habla del adulto.

Ofrecer información sistemáticamente:

  • Los bebés obtienen beneficios oyendo el habla del adulto en diferentes situaciones cotidianas: al comer, cuando reciben un baño, cuando los cargan o cuando juegan con ellos.
  • El habla de los padres ayuda a los bebés a anticiparse y a entender el principio y el fin de una actividad o el pasaje de una actividad a otra. Las canciones, en especial las de cuna y un habla reconfortante ayudan a los bebés a aprender a tranquilizarse solos y adaptarse a experiencias nuevas. Las palabras repetidas constantemente serán las primeras que los niños comprenderán y utilizarán posteriormente.

Notas[editar | editar código]

  1. Motherese en inglés.

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.

Espacio vital en el que se desarrolla el ser humano. Conjunto de estímulos que condicionan al ser humano desde el momento mismo de su concepción.