Política de Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres de USAID

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La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son ahora universalmente reconocidos como los objetivos fundamentales para lograr un desarrollo efectivo y sostenible. Ninguna sociedad puede desarrollarse de forma sostenible sin aumentar y transformar el acceso a las oportunidades, a los recursos y a las opciones para los hombres y las mujeres, para que tengan el mismo poder para dar forma a sus propias vidas y contribuir a sus comunidades.

USAID, a través de su Política de Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres, se compromete a través de múltiples sectores y ámbitos a:

  • reducir las disparidades de género en el acceso y el control de los recursos, la riqueza, las oportunidades y los servicios económicos, sociales, políticos y culturales.
  • reducir la violencia por motivos de género y mitigar sus efectos nocivos sobre las personas y las comunidades.
  • aumentar la capacidad de las mujeres y niñas de ejercer sus derechos, determinar su plan de vida y potenciar la toma de decisiones.

Esta política es incluyente y engloba a todas las mujeres y hombres, niñas y niños, independientemente de la edad, la orientación sexual, la identidad de género, el estado de discapacidad, religión, origen étnico, nivel socioeconómico, zona geográfica, etc. En el contexto de cada país, la USAID aborda las brechas de género en todo el ciclo de la vida humana.

A través de esta política USAID podrá ejercer como fuerza catalizadora para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, contribuyendo a la visión de un mundo en el que todas las personas están igualmente preparadas para asegurar una vida mejor para sí mismos, sus familias y sus comunidades.

Se refiere a la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y de los hombres y de las y los jóvenes. Significa que los derechos, las responsabilidades y las oportunidades de los hombres y de las mujeres no deben depender de su sexo.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

El género es un conjunto de valores, creencias e ideas sobre los comportamientos y actividades que en una determinada cultura son adecuados para las mujeres y los que son adecuados para los hombres, es decir, su identificación con la femineidad y con la masculinidad.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

Una deficiencia física, mental o sensorial que puede ser de naturaleza permanente o temporal, causada o agravada por el entorno físico, económico y social, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades de la vida diaria. Es un término genérico que incluye déficit, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Por lo tanto, es el resultado de la interacción negativa entre un individuo (con déficit o una condición de salud adversa) y sus factores contextuales (ambientales y personales).