Apunte histórico No. 4 - Violencia de género y violencia sexual
Las experiencias de vida de las mujeres guatemaltecas, principalmente las indígenas, han sido impactadas por todo tipo de violencias que a su vez atraviesan la historia del país. En este sentido entendemos la violencia como un instrumento de dominación en el que se cruzan las relaciones sociales, económicas y políticas de Guatemala.
De acuerdo con la Comisión de Esclarecimiento Histórico, durante el Conflicto Armado Interno, la violación sexual de mujeres “fue una práctica generalizada y sistemática realizada por agentes del Estado en el marco de la estrategia contrainsurgente, llegando a constituirse en una verdadera arma de terror y en grave vulneración de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario”.
La CEH logró registrar 1,495 violaciones sexuales y señaló que el 99% de las víctimas de estos hechos eran mujeres. Asimismo señaló que este crimen se cometió en 16 de los 22 departamentos del país, lo que no significa que no sucedieran estos hechos en los departamentos restantes. Los hechos de violencia sexual tuvieron lugar en diferentes escenarios: detenciones en áreas urbanas o rurales, allanamientos, masacres y durante desplazamiento forzado.
Además, la CEH determinó que la violación sexual de mujeres indígenas, quienes constituyeron el 89% de las víctimas, fue un elemento constitutivo del genocidio contra pueblos de origen maya. Esto significó formas atroces de violencia sexual contra las mujeres, incluyendo violaciones sexuales a mujeres en estado avanzado de embarazo, destrucción de fetos, así como mutilación de órganos genitales. Muchas de las víctimas fueron posteriormente asesinadas. Irma Alicia Velásquez Nimatuj (2010) explica que con la eliminación de las mujeres indígenas el ejército buscaba la destrucción de un grupo social que había sido catalogado en la política contrainsurgente como enemigo del Estado.
En Guatemala es imposible hablar de violencia sexual y genocidio en el conflicto armado sin partir del análisis del racismo que, como dispositivo de poder, está al centro de las relaciones sociales, políticas y económicas que atraviesan la historia del país.
Nota: tomado de la investigación de UNAMG Mujeres, Justicia y Paz Violencia sexual y justicia transicional a 20 años de los Acuerdos de Paz en Guatemala.
