Anexo 2. Formato de Buenas Prácticas en la Formación de Jóvenes

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Protocolo de acompañamiento pedagógicoAnexo 2. Formato de Buenas Prácticas en la Formación de Jóvenes
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Nombre del formador-tutor: _____________________________________________________________________________
Programa, área de formación y/o nivel observado: ___________________________________________________________
Centro de formación: ___________________________________________________________________________________
Municipio: _______________________________________ Departamento: ________________________________
Nombre del acompañante: _______________________________________________________________________________
Fecha: ________________________________________________________

Instrucciones

Marque con un círculo todas aquellas opciones que describen lo que usted observó en el espacio de formación en, al menos, una de las mini-observaciones.

  1. Orientación para la vida. Puede observarse que el formador-tutor:
    1. Tiene conocimiento de las características y necesidades personales de los jóvenes.
    2. Motiva a cada joven en su desarrollo personal y educativo, y reconoce sus avances.
    3. Promueve la autoestima de cada joven a través de los mensajes que les da y haciéndoles ver los aspectos positivos que les caracterizan.
    4. Empodera a los jóvenes para que sean dueños de sus decisiones y de las responsabilidades que vienen con eso.
    5. Orienta a los jóvenes para que desarrollen y trabajen en su plan de vida.
    6. Establece de forma conjunta con el joven sus metas de aprendizaje.
    7. Genera espacios para escuchar y orientar en forma individual a cada joven.
  2. Desarrollo de la formación. El formador-tutor se preocupa por la calidad de la formación que brinda a los jóvenes, lo cual se observa en las actividades que se realizan en el espacio de formación, por ejemplo:
    1. La formación promueve el desarrollo de competencias básicas y el aprendizaje para la vida.
    2. El formador-tutor tiene una programación y planificación de los módulos o lecciones de aprendizaje, adecuada al contexto y al grupo objetivo.
    3. El formador-tutor usa estándares de calidad como referente de los aprendizajes esperados por los jóvenes.
    4. Se aplican metodología y técnicas dirigidas a orientar y dinamizar el aprendizaje de los jóvenes a partir de sus características, conocimientos y aprendizajes previos.
    5. El formador-tutor fomenta la autonomía y el desarrollo de competencias de autoaprendizaje, guiándolos para que enfrenten positivamente los retos educativos.
    6. Los jóvenes tienen la oportunidad de trabajar en forma individual, en parejas y en grupos.
    7. Se aplican diversas técnicas y herramientas de evaluación diagnóstica, formativa y sumativa, que incluyen la participación activa del joven y el uso de resultados para seguir aprendiendo.
    8. El desarrollo de la formación es dinámico con participación activa de todos los jóvenes.
    9. El formador-tutor promueve la innovación en el proceso de formación.
  3. Buenas prácticas para el aprendizaje
    1. Clima afectivo. Se nota que el formador-tutor mantiene un clima adecuado en el espacio de formación porque:
      1. El trato entre formador-tutor y jóvenes es cálido y respetuoso, tanto con hombres como mujeres.
      2. El trato entre jóvenes, hombres y mujeres, es cálido y respetuoso.
      3. La forma en la que el formador-tutor retroalimenta a jóvenes es positiva y motivante.
      4. Los jóvenes se sienten en libertad de emitir opiniones y sugerencias, y cuando las hacen lo hacen y son escuchados de manera respetuosa.
      5. Se respeta y valoran las diferencias individuales, sin discriminación de ningún tipo y se promueven las relaciones igualitarias y la equidad de género.
      6. El facilitador y los jóvenes conocen y aplican las normas de convivencia.
    2. Flexibilidad en atención a jóvenes. Para atender las diferencias de los jóvenes, el formador-tutor:
      1. Tiene diferentes rutas o itinerarios de aprendizaje según las necesidades de aprendizaje individuales de los jóvenes.
      2. Asigna actividades con diferente nivel de dificultad a cada estudiante o grupo con competencias similares, de acuerdo a sus necesidades.
      3. Forma grupos pequeños con los jóvenes que requieren mayor apoyo y atención en el aprendizaje.
      4. Trabaja por separado con algunos grupos o con algunos jóvenes según sus necesidades y características de aprendizaje.
      5. Indaga las preferencias e intereses de los jóvenes para incluir temas, lecturas o recursos de aprendizaje acordes a estos.
      6. Utiliza metodologías que fomentan la flexibilidad y la alternancia.
    3. Formación en contextos bilingües e interculturales. Puede observarse que el formador-tutor:
      1. Utiliza el idioma materno de los jóvenes la mayor parte del tiempo.
      2. Cuando es pertinente, introduce términos en el L2. Cuando introduce términos y conceptos en L2, los repite en varias ocasiones.
      3. Trae al espacio de formación elementos de la cultura local (por ejemplo, herramientas de trabajo de uso local, vestimenta de las personas de la comunidad, experiencias de vida de personas ejemplares en la comunidad, etc.).
      4. Pide a los jóvenes que utilicen su propia experiencia para aplicar el vocabulario y los conceptos que aprenden.
      5. Comparte aspectos de otras culturas para relacionar y enriquecer el aprendizaje de los jóvenes.
    4. Enseñanza eficaz. Los módulos, lecciones y/o materiales están organizadas de tal forma que incluyen:
      1. Presentación de los propósitos de la lección de tal manera que los jóvenes pueden decir con claridad lo que se espera que ellos aprendan.
      2. Lenguaje claro para explicar temas, asignar tareas, dar retroalimentación, etc.
      3. Las actividades y tareas de aprendizaje son significativas y acordes al contexto y necesidades de los jóvenes.
      4. Enseñanza explícita (el formador-tutor o material de autoformación introduce un conocimiento o destreza nueva, tomando en cuenta los conocimientos previos de los jóvenes y lo vincula con los nuevos aprendizajes y con el contexto).
      5. Modelaje (el formador-tutor o material de autoformación demuestra a los jóvenes lo que se espera que ellos puedan hacer al final de la lección).
      6. Práctica guiada (el formador-tutor o material de autoformación va guiando a los jóvenes cuando practican lo que les explicó y demostró, hasta que los jóvenes lo pueden hacer de manera independiente).
      7. Práctica independiente (el formador-tutor o material de autoformación da oportunidades diversas a los jóvenes para que practiquen por su cuenta y les provee retroalimentación).
      8. A lo largo de la lección el formador-tutor o material de autoformación hace preguntas que fomentan el aprendizaje de los jóvenes.
      9. Durante la lección el joven tiene la oportunidad de reflexionar, cuestionar y hacer un análisis crítico de los temas que está aprendiendo.
      10. Evaluación formativa (el formador-tutor o material de autoformación da retroalimentación oportuna y positiva del trabajo de los jóvenes).
      11. Apoyo constructivo (el formador-tutor ayuda al joven, cuando esto es necesario, de tal manera que el joven aprenda de sus errores y se sienta motivado a seguir aprendiendo).
    5. Tiempo efectivo. El formador-tutor aprovecha el tiempo con los jóvenes, lo cual se observa en lo siguiente:
      1. Se tienen y practican “rutinas o procedimientos positivos” que favorecen el aprendizaje y la participación activa de todos y todas las jóvenes.
      2. Todos los jóvenes están involucrados en actividades educativas el 80% o más del tiempo en el que fueron observados.
      3. Los jóvenes, hombres y mujeres, tienen igual oportunidad de participar y ser respetados en las diferentes actividades que se desarrollan en el espacio de formación.
      4. Los cambios entre actividades casi no se notan y los jóvenes continúan trabajando entre ellas.
      5. Hay actividades fijas que los jóvenes ya saben que deben realizar antes de empezar la formación, al terminar sus tareas o entre períodos (por ejemplo, leer, ordenar el equipo o materiales, etc.).
    6. Materiales. El formador-tutor utiliza los recursos de la siguiente manera:
      1. Los jóvenes tienen acceso a diferentes fuentes de información.
      2. Los jóvenes utilizan los libros de texto y libros de referencia en el proceso de formación.
      3. Existen espacios de formación con materiales complementarios para que los jóvenes los manipulen y aprendan de ellos.
      4. El formador-tutor orienta a los jóvenes sobre qué materiales serán utilizados por cada joven o grupo de jóvenes de acuerdo a sus necesidades de aprendizaje.
      5. El formador-tutor y/o los jóvenes utilizan material y recursos elaborados por el formador-tutor y por los jóvenes.
      6. Es evidente que el formador-tutor ha establecido procedimientos claros que todos los jóvenes conocen para distribuir, recoger y usar el equipo y materiales.
    7. Lectoescritura funcional El formador-tutor desarrolla competencias de lectoescritura funcional en los jóvenes, lo cual se observa en las actividades que se realizan en el espacio de formación, por ejemplo:
      1. Promueve que los jóvenes realicen actividades para desarrollar la comprensión oral.
      2. Modela y promueve actividades para desarrollar estrategias de comprensión lectora.
      3. Da oportunidades a los jóvenes para leer textos, comprenderlos y utilizar la información.
      4. Promueve actividades para que los jóvenes escriban textos de diversos tipos.
      5. Da oportunidades a los jóvenes para analizar y criticar información oral o escrita.
      6. Los jóvenes escriben textos que les permiten comunicarse con otras personas en situaciones reales.
      7. Se asigna un tiempo diario para que los jóvenes lean por placer.
      8. Crea oportunidades para que los jóvenes aprendan y utilicen lenguaje formal y propio de las áreas laborales en diversas situaciones.
    8. Formación laboral y emprendimiento El formador-tutor desarrolla competencias laborales y para el emprendimiento en los jóvenes, lo cual se observa en las actividades que se realizan en el espacio de formación, por ejemplo:
      1. El joven puede indicar claramente ejemplos de competencias básicas o transversales que está desarrollando relacionadas con el ámbito laboral.
      2. El joven puede indicar claramente cuáles son las cualificaciones ocupacionales que se espera que él o ella alcance a través del proceso de formación.
      3. La formación tiene un enfoque funcional de aplicación en el ámbito laboral.
      4. Hay una distribución adecuada entre la formación teórica y práctica, según el área ocupacional.
      5. El joven usa diferentes medios para practicar lo que está aprendiendo.
      6. Si el joven desarrolla un producto específico, conoce cuáles son los aspectos de calidad con los que debe cumplir el mismo.
      7. En el espacio de formación se siguen normas y/o buenas prácticas de manufactura.
      8. En el espacio de formación se siguen normas de seguridad laboral e industrial, incluyendo el uso del equipo, si se requiere.
      9. Los productos o servicios que preparan o brindan los jóvenes son contextualizados e innovadores.
      10. Los jóvenes pueden establecer los costos y tiempo de producción o de brindar el servicio sobre el que están trabajando.
      11. Las actividades de formación vinculan y promueven acciones para el emprendimiento productivo.

Valoración, respeto y seguridad que cada persona tiene sobre sí misma, se construye y fortalece por medio de mensajes positivos de cariño y aceptación.

Indicadores de éxito de un plan escrito en forma específica.

Es un documento funcional, generalmente breve, que sirve para comunicarse por escrito en situaciones de la vida cotidiana.

(En fonología) Destrezas fonológica que consiste en distinguir los distintos “sonidos” o fonemas.

Significa que se da un trato diferenciado a mujeres y hombres con el fin de compensar el desequilibrio histórico y social que impide a las mujeres participar activamente y de la misma manera que los hombres en el desarrollo de sus sociedades.

Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

Habilidad, facilidad o arte para hacer algo bien hecho.

Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.

Aplicar estrategias para entender y recordar. Implica estar en capacidad de comunicar lo que se ha leído y escuchado.

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.