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Disposición: Identificar oportunidades

Rutina para identificar oportunidades

Elige un objeto o sistema: Considera sus partes, propósitos y a las personas que interactúan con el objeto o sistema. Luego pregúntate:

¿De qué otras maneras podría hacerse para que sea más efectivo?

¿De qué otras maneras podría hacerse para que sea más eficiente?

¿De qué otras maneras podría hacerse para que sea más ético?

¿De qué otras maneras podría hacerse para que sea más hermoso?

Propósito: ¿Qué tipo de pensamiento fomenta esta rutina?

Esta rutina fomenta el pensamiento divergente, ya que los y las jóvenes piensan en nuevas posibilidades para un objeto o sistema. Cuando eligen un enfoque eficaz para construir, retocar, rediseñar o hackear un objeto o un sistema, fomenta el pensamiento convergente. En general, esta rutina de pensamiento se enfoca en encontrar oportunidades y perseguir nuevas ideas.

Aplicación: ¿Cuándo y dónde puede utilizarse?

Esta rutina se puede utilizar para explorar las posibilidades de mejorar, experimentar con o modificar cualquier objeto o sistema. Aunque esta rutina se puede utilizar por sí sola, se recomienda que se utilice en combinación con otras rutinas para informar mejor a los aprendices sobre las formas en que pueden mejorar un objeto o sistema en particular. Estas son algunas ideas y consideraciones para poner en práctica esta rutina de pensamiento:

Esta rutina les pide a los y las jóvenes que imaginen nuevas formas de mejorar un objeto o un sistema al descubrir sus posibilidades por medio de cuatro lentes diferentes. Específicamente, se pregunta de qué maneras se puede hacer que un objeto o sistema sea más efectivo, eficiente, ético o hermoso. Si bien estos cuatro lentes son útiles, se les anima a facilitadores y aprendices a pensar en otros.

Al comprometerse con esta rutina de pensamiento, el primer impulso puede ser decirle a los participantes que no hay límites para imaginar. Si bien es importante que generen ideas dentro de un espacio de posibilidades muy abierto, también resulta útil establecer ciertas reglas creativas para el pensamiento. Esto se consigue limitando la variedad de herramientas y materiales a los que los aprendices tienen acceso, presentando ciertos criterios de funcionalidad o identificando una población o grupo de usuarios en particular. Por ejemplo, en una actividad de rediseño de sillas, se les puede decir a los aprendices que solo pueden usar ensambles o uniones de cartón y clips, que sus nuevos modelos de sillas deben poder sostener el peso del/la facilitador/a y que sus sillas deben estar diseñadas para personas que viajan diariamente al trabajo en bus.

Al considerar cómo rediseñar o hackear un objeto o sistema, es emocionante ver a los aprendices generar una lista de ideas atrevidas, pero también es importante que sean sensibles al diseño de sus objetos o sistemas. Para esto, se recomienda que los/las facilitadores/as inviten a los aprendices a utilizar otras rutinas de pensamiento mientras buscan nuevas oportunidades y hacen una lluvia de ideas sobre nuevas posibilidades. Del mismo modo, si los estudiantes se bloquean y tienen dificultad para generar nuevas ideas, otras rutinas de pensamiento (como “El juego de la explicación”, “Captar lentamente la complejidad” o “Piensa, siente, implícate”) pueden ayudarlos a encontrar oportunidades y ver nuevas posibilidades para sus objetos o sistemas.