Reconocer y acoger la diversidad de los estudiantes

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A la hora de enseñar a estudiantes desfavorecidos económicamente, se debe incluir un amplio rango de tareas para acoger la diversidad estudiantil.

Resultados investigativosEditar

Si bien hemos usado el término “estudiantes desfavorecidos económicamente” a lo largo de este folleto, cualquier persona que trabaje con estos estudiantes sabe que los estudiantes desfavorecidos económicamente no forman un grupo heterogéneo. Así mismo, el significado de “desfavorecidos económicamente” difiere de un país a otro y de una cultura a otra. Cuando se comparan los países con exámenes internacionales como las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes), los resultados probablemente se ven afectados por alguna combinación de “desventaja” económica y cultural. En estas pruebas, existe amplia evidencia de que, como grupo, los estudiantes desfavorecidos económicamente obtienen menores puntajes que sus pares más favorecidos. Adicionalmente, los críticos de PISA han argumentado que las diferencias entre países se pueden atribuir, al menos en parte, a que no se tienen en cuenta las diferencias culturales (especialmente las diferencias de lenguas) a la hora de diseñar las pruebas y de interpretar los resultados.

Si bien durante los últimos cincuenta años o más se ha hecho mucho énfasis en la igualdad de oportunidades, resulta instructivo señalar que el Prefacio a la Constitución de la UNESCO, firmada en noviembre de 1945, incluye la frase “igualdad plena de las oportunidades educativas”. “Plena” quiere decir que cada estudiante, sin importar su entorno cultural y económico, debe recibir la mejor educación posible. “Plena” quiere decir acoger la diversidad de los estudiantes de una manera que proporcionen la máxima oportunidad, en lugar de tratar a todos los estudiantes de exactamente la misma manera (lo que satisfaría la definición de igualdad de oportunidades de algunas personas).

El concepto de acoger la diversidad se relaciona de cerca con el concepto de justicia. Puesto que la justicia es fundamentalmente un tema sociocultural, debe abordarse en todos los aspectos de la educación: currículo, instrucción, reglas y rutinas del aula, valoración y evaluación. La justicia incluye las maneras en las que se aborda la diversidad cultural y lingüística; la medida en la que el contenido de las tareas refleja las experiencias de diferentes grupos; y la disponibilidad de recursos para grupos diferentes.

En el contexto del aprendizaje basado en tareas, la justicia quiere decir prestar atención al lenguaje, ejemplos, ilustraciones y expectativas incluidas en las tareas. La justicia también implica prestar atención a las maneras en las que se interpreta y evalúa cómo los estudiantes trabajan en las tareas y la calidad del trabajo que producen. Por lo tanto, cuando los docentes examinan las tareas que diseñan y/o seleccionan, deben hacer una pregunta fundamental: “Estoy proporcionando igualdad plena de oportunidades a todos mis estudiantes?”.

Implicaciones para los docentesEditar

  1. Proporcione variedad. Hay un antiguo dicho de que en la variedad está el placer. La variedad también es importante a la hora de lidiar con la diversidad en el aula. Para cualquier objetivo particular, existen muchas tareas apropiadas. Para cualquier tarea particular, hay muchas actividades apropiadas. Para cada tarea y objetivo, hay muchas maneras en las que el trabajo y el aprendizaje se pueden evaluar. Supongamos, por ejemplo, que los estudiantes están trabajando en una tarea basada en la pregunta, “¿Cuál es más frío, el Polo Norte o el Polo Sur?”. Pueden obtener la información necesaria leyendo, viendo videos o entrevistando a expertos. Pueden demostrar su aprendizaje escribiendo un informe de investigación, preparando una presentación de PowerPoint, haciendo un organizador gráfico, o tomando un examen. Estas diferentes actividades y evaluaciones proporcionan diversas oportunidades para que los estudiantes aprendan y demuestren su aprendizaje.
  2. La segunda implicación se desprende de la primera. Permita que los estudiantes elijan de un conjunto limitado y aprobado de actividades, trabajos y materiales alternativos. En algunos casos, los estudiantes pueden trabajar con el profesor para diseñar tareas completas. Imponer límites a las elecciones de los estudiantes es necesario para garantizar que las elecciones sean consistentes con los objetivos de aprendizaje. Por ejemplo, un estudiante no puede elegir hacer un escrito narrativo cuando la tarea requiere de escritura persuasiva. La clave aquí es separar la sustancia de la forma. La sustancia de la tarea (por ejemplo, el contenido, las demandas cognitivas) debe ser la misma para todos los estudiantes. La forma de la tarea (por ejemplo, cómo aprender y cómo demostrar que ese aprendizaje ha ocurrido) puede diferir.
  3. Trabaje de manera diligente para construir relaciones con todos los estudiantes, sin importar su estatus económico, género, identidad racial o entorno cultural. Adicionalmente, modele la conducta que usted espera de sus estudiantes. El entorno de aprendizaje, bien sea que esté defino como el aula o como grupos pequeños dentro del aula, debería estar caracterizado por normas igualitarias y aceptación de la diversidad. Siempre se espera, o exige, una participación plena por parte de los estudiantes. El respeto mutuo debe ser evidente en todas las transacciones interpersonales, bien sean profesor-estudiante, estudiante-profesor o estudiante- estudiante. Cuando las aulas y los grupos dentro de las aulas están caracterizados por normas igualitarias, aceptación de la diversidad, participación plena y respeto mutuo, los estudiantes experimentan un sentido de pertenencia. Se ha encontrado repetidamente que el sentido de pertenencia es un factor que predice la probabilidad de permanecer en la escuela en lugar de abandonarla.

Lecturas sugeridasEditar

Cole, R. W. (2008). Educating everybody’s children: Diverse teaching strategies for diverse learners, Segunda edición. Alexandria, VA: ASCD.

Cruzan, D. y Kaluszka, C. (2010). Motivation and assessment: The impact of choice on motivation in classroom assessments. Unpublished manuscript, Virginia Polytechnic Institute and State University, Blacksburg, VA. Recuperado el 24 de julio, de 2014 de https://scholar.vt.edu/access/content/user/dcruzan/PortfolioPublic/ActionReasearchProjectFinal.pdf

Ivić, I., Pešikan, A. y Antić, S. (2013). Textbook quality: A guide to textbook standards. Gottingen, Germany: VyR Unipress.

Stobart, G. (2005). Fairness in multicultural assessment systems. Assessment in Education, 12(3), 275-287.

Wuttke, J. (2007). Uncertainties and bias in PISA. Recuperado el 21 de julio de 2014, de http://www.oxydiane.net/IMG/pdf/Uncertainties and_Bias_in_PISA.pdf.

Combinación de dos o más palabras usadas con valor comunicativo. La frase puede ser parte de una oración o usarse de manera independiente.

Conjunto de experiencias, planificadas o no, que tienen lugar en los centros educativos como posibilidad de aprendizaje del alumnado. Una perspectiva tradicional acentúa el carácter de plan (con elementos como objetivos, contenidos, metodología y evaluación), frente a un enfoque práctico que destaca las experiencias vividas en el proceso educativo.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.

Proceso mecánico mediante el cual se aprende a representar palabras y oraciones con la claridad necesaria para que puedan ser leídas por alguien que tenga el mismo código lingüístico. La escritura es la representación gráfica de nuestro lenguaje.

El género es un conjunto de valores, creencias e ideas sobre los comportamientos y actividades que en una determinada cultura son adecuados para las mujeres y los que son adecuados para los hombres, es decir, su identificación con la femineidad y con la masculinidad.

Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.