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Cuando los alumnos trabajan en pequeños grupos de autoinstrucción pueden ayudarse mutuamente e incrementar el aprendizaje.

Resultados de investigaciónEditar

Tal como se ha mostrado en más de medio centenar de estudios, el aprendizaje resulta más eficaz cuando los intercambios entre profesores y alumnos son frecuentes y están dirigidos específicamente hacia los problemas y los intereses de los alumnos. En la instrucción dirigida a toda la clase sólo puede hablar una persona a la vez, y los alumnos tímidos o los lentos pueden no atreverse a hablar en absoluto. Sin embargo, cuando los alumnos trabajan en grupos de dos a cuatro componentes, cada miembro puede participar más, es más probable que los problemas individuales se aclaren y resuelvan (a veces con la ayuda del profesor) y el aprendizaje se puede acelerar.

En el aulaEditar

Con justa razón, el aprendizaje en colaboración se ha ido extendiendo. No sólo porque incrementa el rendimiento académico, sino porque tiene también otras virtudes.

Participando en grupos pequeños, los alumnos aprenden a trabajar en equipo, cómo dar y recibir críticas; cómo planificar, guiar y evaluar sus actividades individuales y las que realizan con otros.

Parece que los puestos de trabajo actuales requieren cada vez más esta delegación parcial de la autoridad, gestión grupal y habilidades cooperativas. Como los administradores modernos, los profesores pueden necesitar convertirse más en facilitadores, consultores y evaluadores que en supervisores. No obstante, los investigadores no recomiendan que el aprendizaje en colaboración se desarrolle durante toda la jornada escolar; se considera más productivo emplear una variedad de procedimientos que utilizar sólo el aprendizaje en colaboración.

Por otra parte, este aprendizaje significa algo más que simplemente asignar a los alumnos a grupos pequeños: los profesores deben, además, diseñar y preparar cuidadosamente el marco de actuación del pequeño grupo; los alumnos necesitan instrucción para desarrollar las habilidades necesarias para trabajar bien en grupos; se deben tomar decisiones sobre cómo se va a rentabilizar el rendimiento individual y grupal, cuidando establecer la combinación adecuada de puntos fuertes y de necesidades que presentan los alumnos en los grupos. La atención a estos detalles incrementará la probabilidad de que los grupos cooperativos produzcan mejoras en el aprendizaje.

ReferenciasEditar

Hertz-Lazarowitz, R.; Miller, N., eds. (1992). Interaction in co-operative groups. New York, Cambridge University Press.

Johnson, D.W.; Johnson, R. (1989). Co-operation and competition: theory and research. Edina, MN, Interaction Book Co.

Walberg, H.J.; Haertel, G.D., eds. (1997). Psychology and educational practice. Berkeley, CA, McCutchan Publishing.

Waxman, H.C.; Walberg, H.J. (1999). New directions for teaching practice and research. Berkeley, CA, McCutchan Publishing.

Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.