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La enseñanza directa es más eficaz cuando expone las características relevantes y sigue pasos sistemáticos.

Resultados de investigaciónEditar

Diversos estudios muestran que la enseñanza directa puede ser eficaz para promover el aprendizaje del alumno. Su proceso enfatiza una secuencia sistemática en los temas, una introducción del nuevo contenido y de las habilidades, prácticas guiadas, el empleo de feedback e independencia del alumno en la realización de las tareas. Los profesores que emplean esta enseñanza tienen rasgos característicos: claridad, orientación hacia la tarea, entusiasmo y flexibilidad, además de que estructuran sus exposiciones y en ocasiones incorporan las ideas de los estudiantes.

En el aulaEditar

El empleo de la enseñanza directa, cuyos orígenes datan entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, es lo que muchos ciudadanos y padres esperan ver reflejado en las aulas. Bien realizada, esta enseñanza puede producir resultados importantes y consistentes, a diferencia de la enseñanza dirigida a toda una clase en la que hay diversidad de grupos de alumnos y donde los temas pueden resultar muy avanzados para alumnos lentos y demasiado repetitivos para los alumnos rápidos.

En las dos últimas décadas, además, los teóricos han intentado transferir a los estudiantes un mayor control de la planificación de los temas y de su realización para que así «aprendan a aprender», tal como ejemplifican algunos principios posteriores de esta guía.

Hay funciones de la enseñanza directa organizadas en seis fases que dan buenos resultados:

  1. Revisión diaria de las tareas, control de las tareas de casa y, si es necesario, volver a explicar
  2. Presentación del nuevo contenido y de las habilidades en pequeños pasos
  3. Práctica guiada con seguimiento continuo por parte del profesor
  4. Feedback correctivo y refuerzo instructivo
  5. Actividad independiente del alumno, tanto en el aula como en casa, que alcanza un alto índice de éxito (más de 90 por ciento) y
  6. Controles semanales y mensuales.

ReferenciasEditar

Brophy J.; Good, T. (1986). "Teacher-effects results". En: Wittrock, M.C., ed. Handbook of research on teaching. New York, Macmillan.

Gage, N.L., Needles, M.C. (1989). "Process-product research on teaching". Elementary school journal (Chicago, IL), vol. 89, p. 253-300.

Walberg, H.J.; Haertel, G.D., eds. (1997). Psychology and educational practice. Berkeley, CA, McCutchan Publishing.

Waxman, H.C.; Walberg, H.J. (1999). New directions for teaching practice and research. Berkeley, CA, McCutchan Publishing.

Wang, M.C.; Haertel, G.D.; Walberg, H.J. (1993a). "Toward a knowledge base for school learning". Review of educational research (Washington, DC), vol. 63, p. 249-94.

Wang, M.C., Haertel, G.D.; Walberg, H.J. (1993b). "What helps students learn?" Educational leadership (Alexandria, VA), vol. 51, núm. 4, p. 74-79.

En el continuo de coaching es el rol de ser muy directo y enseñar, mostrar, guiar, etc.