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| [[Archivo:Aprendo y Enseño Comunicación y Lenguaje 2 pag(26).jpg|250px|right]] | | [[Archivo:Aprendo y Enseño Comunicación y Lenguaje 2 pag(26).jpg|250px|right]] |
− | Mauricio. —Conteste primero. (Da un paso hacia ella.) Señorita Quintana, ¿qué le ocurrió anoche? | + | Mauricio. —Conteste primero. (''Da un paso hacia ella.'') Señorita Quintana, ¿qué le ocurrió anoche? |
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− | Isabel. (Retrocede turbada.) —¡No, eso no! ¿Con qué derecho me lo pregunta? | + | Isabel. (''Retrocede turbada.'') —¡No, eso no! ¿Con qué derecho me lo pregunta? |
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| Mauricio. —Es necesario. Conteste. | | Mauricio. —Es necesario. Conteste. |
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− | Isabel —¡Déjeme! ¡No me obligue a recordarlo! (Se deja caer en un asiento sollozando ahogadamente.) | + | Isabel —¡Déjeme! ¡No me obligue a recordarlo! (''Se deja caer en un asiento sollozando ahogadamente.'') |
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| Mauricio. —Vamos, no sea niña. Míreme a los ojos: no son los de un policía ni los de un juez. Confiese sin miedo. ¿Qué le ocurrió anoche? | | Mauricio. —Vamos, no sea niña. Míreme a los ojos: no son los de un policía ni los de un juez. Confiese sin miedo. ¿Qué le ocurrió anoche? |
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| Isabel. —Estaba desesperada... ¡no podía más! Nunca tuve una casa, ni un hermano, ni siquiera un amigo. Y, sin embargo, esperaba... esperaba en aquel cuartucho de hotel, sucio y frío. Ya ni siquiera pedía que me quisieran; me hubiera bastado alguien a quien querer yo. Ayer, cuando perdí mi trabajo, me sentí de pronto tan fracasada, tan inútil. […] | | Isabel. —Estaba desesperada... ¡no podía más! Nunca tuve una casa, ni un hermano, ni siquiera un amigo. Y, sin embargo, esperaba... esperaba en aquel cuartucho de hotel, sucio y frío. Ya ni siquiera pedía que me quisieran; me hubiera bastado alguien a quien querer yo. Ayer, cuando perdí mi trabajo, me sentí de pronto tan fracasada, tan inútil. […] |