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Guatemala es un país rico en diversidad cultural, conviven cuatro pueblos: maya, garífuna, xinka y ladino/ mestizo. Se hablan 23 idiomas distintos que históricamente han cobijado una amplia gama de inmigrantes procedentes de todo el mundo, que han influido en su tejido social multicultural y profundamente heterogéneo que exhibe el país en la actualidad.

Guatemala es un país rico en diversidad cultural, conviven cuatro pueblos: maya, garífuna, xinka y ladino/ mestizo. Se hablan 23 idiomas distintos que históricamente han cobijado una amplia gama de inmigrantes procedentes de todo el mundo, que han influido en su tejido social multicultural y profundamente heterogéneo que exhibe el país en la actualidad.

Políticamente es un país en situación de postconflicto, con una democracia joven inaugurada en el año 1985 cuando se instituyó el primer gobierno civil electo libremente en las urnas. Diez años más tarde, en 1996, con la firma de los Acuerdos de Paz, se puso fin a 36 años de conflicto armado interno y se marcó el inicio de una nueva etapa en la historia nacional <Ref>Segeplan, 2010.</ref>

Políticamente es un país en situación de postconflicto, con una democracia joven inaugurada en el año 1985 cuando se instituyó el primer gobierno civil electo libremente en las urnas. Diez años más tarde, en 1996, con la firma de los Acuerdos de Paz, se puso fin a 36 años de conflicto armado interno y se marcó el inicio de una nueva etapa en la historia nacional <Ref>Segeplan, 2010.</ref>.

Los Acuerdos de Paz contienen compromisos orientados fundamentalmente a establecer el Estado de derecho en Guatemala, a construir y fortalecer la democracia y las posibilidades de una amplia participación ciudadana en los asuntos de la nación, pero sobre todo, a superar las profundas exclusiones y desigualdades sociales, económicas, culturales y políticas que han caracterizado al país y que han afectado de manera más intensa a las mujeres, a la población indígena y a quienes habitan en el área rural. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son fundamentales para la realización de los derechos humanos y vitales para lograr resultados de desarrollo efectivos y sostenibles.  

Los Acuerdos de Paz contienen compromisos orientados fundamentalmente a establecer el Estado de derecho en Guatemala, a construir y fortalecer la democracia y las posibilidades de una amplia participación ciudadana en los asuntos de la nación, pero sobre todo, a superar las profundas exclusiones y desigualdades sociales, económicas, culturales y políticas que han caracterizado al país y que han afectado de manera más intensa a las mujeres, a la población indígena y a quienes habitan en el área rural. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son fundamentales para la realización de los derechos humanos y vitales para lograr resultados de desarrollo efectivos y sostenibles.