Charla responsable: establecer expectativas

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Establecer las reglas básicas para las discusiones de charla responsable ayuda a apoyar la participación de los estudiantes.

Resultados de la investigaciónEditar

Los estudios de desarrollo han demostrado que poco después de aprender a hablar los humanos se vuelven capaces de argumentar. Sin embargo, para argumentar de manera sofisticada, los individuos necesitan oportunidades para desarrollar un conjunto de competencias intelectuales y sociales. En las aulas de charla responsable, el maestro modela las normas de argumentación (maneras de comportarse que promueven una discusión) y anima a los estudiantes a adoptarlas. Eventualmente, los estudiantes se vuelven argumentadores más sofisticados, autodirigidos y flexibles.

Preparar un salón de clases para las discusiones de charla responsable es un primer paso importante en este proceso. Las reglas básicas para las discusiones en el aula crean las condiciones que permiten que crezcan las habilidades y el conocimiento de la argumentación de los estudiantes.

Aplicación en la prácticaEditar

  • Establecer normas para la discusión. Los maestros deben modelar y discutir las normas con los estudiantes, tales como tomar turnos de manera ordenada, escuchar con respeto y dar «tiempo de espera»: esperar con respeto a que un estudiante formule una declaración o responda una pregunta.
  • Señalar los objetivos de las discusiones en clase. Señalar las metas ayuda a los estudiantes a anticipar el tipo de contribuciones que son relevantes y apropiadas para una discusión en particular. Por ejemplo, en una discusión de toda la clase sobre los resultados de un experimento científico, un maestro debe resaltar que el objetivo es interpretar los resultados, utilizando evidencia de los datos para respaldar las afirmaciones.
  • Estructurar la participación de los estudiantes. Los profesores pueden estructurar la participación de los estudiantes asignando roles a los estudiantes dentro de la tarea de discusión. Por ejemplo, en las discusiones de grupos pequeños, a los estudiantes se les pueden asignar los roles de relator, evaluador, escribano, «abogado del diablo», etc. Los roles enfocan la atención de los estudiantes, les permiten asumir responsabilidades y hacer una contribución particular a la actividad compartida. Es importante intercambiar estos roles cognitivos para que los estudiantes adquieran experiencia asumiendo todo el rango de ellos. A medida que estos roles se conviertan en una práctica establecida en el aula, puede que no sea necesario asignarlos explícitamente a los estudiantes, sino alentarlos a adoptar las prácticas que promueven los roles durante el flujo de la discusión.
  • Use inicios de oraciones. Los maestros pueden usar «movimientos» de charla responsable para impulsar a los estudiantes a pensar juntos. A medida que las discusiones de charla responsable se vuelven una práctica establecida en el salón de clases, los propios estudiantes pueden comenzar a usar movimientos de charla responsable para pensar con sus compañeros.
Transmisión dirigida por el maestro Investigación dirigida por el alumno
«Entonces, déjame ver si tengo tu pensamiento correcto.

Estas diciendo...?»

El estudiante reflexiona sobre su propio pensamiento y lo verifica o aclara
«¿Estás de acuerdo o en desacuerdo?... ¿Por qué?» El estudiante explica el razonamiento de un compañero de clase
«Por qué piensas eso...?» El estudiante desarrolla su propio razonamiento
«¿Es siempre cierto que...?» El estudiante evalúa su propio pensamiento o el de un compañero de clase
  • Señalar el uso apropiado de las normas de charla responsable. Los maestros deben resaltar y nombrar lo que los estudiantes están haciendo. «Jonathan, este es un buen ejemplo de cómo explicar tu pensamiento». Estas señales ayudan a hacer explícita tanto la forma de las normas (cómo se ven) como su función (por qué usamos estas normas para construir y compartir la comprensión). Las señales también brindan elogios por razonar bien, lo que fomenta la motivación y el compromiso.

Lecturas sugeridasEditar

Kuhn, D., y Zillmer, N. (2015). Developing norms of discourse. En L. B. Resnick, C. S. C. Asterhan, y S. N. Clarke (Eds.), Socializing intelligence through academic talk and dialogue. Washington, DC: American Educational Research Association.

Mercer, N., y Littleton, K. (2007). Dialogue and the development of children’s thinking: A sociocultural approach. London: Routledge.

Michaels, S. O’Connor, C., y Williams-Hall, M. C., with Resnick, L. B. (2010). Accountable Talk sourcebook: For classroom conversation that works. Pittsburgh, PA: Institute for Learning, University of Pittsburgh. Disponible en: http://ifl.pitt.edu/index.php/educator_resources/accountable_talk

Herrenkohl, L. R., y Guerra, M. R. (1998). Participant structures, scientific discourse, and student engagement in fourth grade. Cognition and Instruction, 16(4), 431–473.

Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.

Indicadores de éxito de un plan escrito en forma específica.