Conclusiones

< Serie prácticas educativas‎ | 10. Motivar para aprender
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Con frecuencia se ha dicho que la mala enseñanza mata la motivación y que una buena enseñanza hace aflorar lo mejor de los estudiantes de cualquier edad. Si usted quiere motivar a sus estudiantes para que se conviertan en sus propios maestros y desarrollen habilidades de aprendizaje independiente, es necesario que usted conozca los principios guía del aprendizaje motivado. Los ocho principios que se mencionan en este folleto son válidos para niños y adolescentes de diferentes países y culturas diversas. Hemos descrito los principios, de tal forma que usted posea una apreciación más clara de las razones por las cuales los estudiantes se motivan para aprender o no en el contexto del salón de clases. Sin embargo, es necesario que usted adapte estos principios al contexto local de su salón de clases. Me he enfocado en dos estudiantes de primaria, Stefano y Sandra, y me he referido a su forma de pensar y su sentir respecto a las matemáticas, si bien los principios no aluden a algún plan de estudios en particular o a grupos de edad específicos. Los principios hacen referencia a aspectos genéricos del aprendizaje motivado que tiene que ver con asignaturas escolares, grados y tipos de educación. Los principios se enfocan en las creencias, opiniones y valores de los estudiantes y cómo estas creencias motivadoras afectan el aprendizaje.

El conocimiento de las creencias motivadoras de sus estudiantes le ayudará a crear ambientes de aprendizaje que se adapten mejor a sus necesidades psicológicas. La capacidad para escuchar a sus estudiantes y observar su comportamiento en el salón de clases le ayudará a obtener información de lo que consideran interesante, un reto, lo que les aburre o amenaza y por qué tienen dicha opinión. La disposición a negociar con sus alumnos y otorgarles autonomía los convencerá de que usted tiene un interés verdadero en cómo y por qué aprenden. Una buena manera de comenzar su observación es seleccionar a uno o más estudiantes de su grupo que piensen, sientan o se comporten como Stefano y Sandra. Obsérvelos en las siguientes semanas y descubra de qué manera los ocho principios guía de este folleto pueden funcionar en su salón de clases.

En el continuo de coaching es el rol de ser muy directo y enseñar, mostrar, guiar, etc.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.