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Concentración de apoyo a la Firma de la Paz en el parque central de la ciudad de Guatemala, 29 de diciembre de 1996. (Fotografía: Ricardo Ramírez Arriola).

La necesidad de dialogarEditar

A principios de la década de los ochenta, la intervención de ciertos países europeos –en especial España, Suecia, Noruega y Francia, fundamentalmente gobernados por socialdemócratas–, algunos sudamericanos y los cercanos de México, Costa Rica y Panamá, presionaron a las fuerzas en conflicto a buscar negociaciones de paz y evitar la intervención directa de Estados Unidos en Nicaragua y secundariamente en El Salvador y Guatemala. Entre los años de 1986 y 1987, los presidentes centroamericanos se reunieron en Esquipulas para promover y firmar el documento Procedimiento para establecer la paz firme y duradera en Centroamérica. Esta acción había sido alentada por varias iniciativas políticas previas realizadas entre 1981 y 1983 por Estados latinoamericanos y europeos. La iniciativa permitió un largo proceso de negociaciones que se concretaría en las Negociaciones de Sapoa en Nicaragua, en 1988; los Acuerdos de Paz en El Salvador, en 1992; y en los Acuerdos de Paz en Guatemala, en 1996.

En Guatemala este proceso se inició en 1987 con la reunión sin resultados entre una delegación de la urng y la Comisión Nacional de Reconciliación del gobierno que incluía representantes militares. La reunión se efectuó en el momento que iniciaba una ofensiva militar y el ejército llamaba a la cooperación económica para la guerra. Sorpresivamente ganó las nuevas elecciones Jorge Serrano Elías, quien había tomado la paz como parte de sus objetivos. En 1990 el gobierno formó una comisión para buscar la paz. Las primeras reuniones en Oslo Noruega dieron como resultado la firma de un acuerdo que proponía una ruta a seguir y los temas a discutir. En 1991 una reunión en México definió los temas a discutir. Junto con ello se inició una serie de reuniones entre la urng y sectores civiles, movimiento social, religioso, empresariado y partidos políticos, en los que se discutía el contenido de una salida negociada. Sin embargo, las conversaciones concretas con el gobierno se llevaron a cabo en un largo proceso que involucró a dos gobiernos más, el de Ramiro de León Carpio, quien sustituyó a Serrano Elías y finalmente el de Álvaro Arzú.

Durante la mayor parte del tiempo que duraron las negociaciones, siguieron las hostilidades militares, pero hacia 1994, éstas dejaron de ser parte del estira y afloja entre las partes en conflicto, al mismo tiempo que la onu tuvo un papel mediador más directo.

Poco a poco, el proceso de negociaciones dejó su carácter de consulta al conjunto de la sociedad, para focalizarse en encuentros cara a cara entre los líderes guerrilleros y gubernativos, lo que significó un encuentro, no exento de roces, en el que por primera vez en la historia, personas que se veían unas a otras como enemigos políticos y militares dejaron de lado parte de sus diferencias y se sentaron a dialogar sobre lo que consideraban adecuado para reencaminar el rumbo del país.

El 29 de diciembre de 1996 se firmó el acuerdo de paz definitivo. La desmovilización militar y algunos otros aspectos de los acuerdos se fueron cumpliendo. Sin embargo, nuevos obstáculos se dieron en torno al desconocimiento de las propuestas de reforma constitucional, reconocimiento de los derechos indígenas y reformas socioeconómicas, pues los gobiernos siguientes han tomado prioridades distintas. De esta forma, los acuerdos dejaron de ser una orientación básica para la transformación del Estado y de las condiciones sociales, aunque se alcanzó el fin del conflicto y la participación política de los opositores armados.

Los acuerdos abrieron una puertaEditar

Ciudad de Guatemala, 29 de diciembre de 1996. (Fotografía: Jonathan Moller. Forma parte de la Exposición ¿Por qué estamos como estamos?).

En el conflicto participaron muchos sectores y cada uno de ellos tiene su propia memoria sobre lo que pasó. Esas memorias no siempre coinciden y a veces se oponen. Aún hay muchos que dicen que hay que olvidar el pasado o presionan para que nadie hable sobre ello. Pero los recuerdos retornan y es necesario trabajar el tema para entenderlo e integrarlo en la memoria, en la identidad y en el presente como aprendizaje para el futuro. Para sanar sus duros efectos hay que hablarlos y así encontrar un sentido a lo sucedido.

Desarrollo
Proceso económico y cultural que estimula las condiciones socioeconómicas y sus estructuras económicas clave para lograr un sostenido crecimiento económico que promueva el bienestar humano. Existen varias teorías con acentos diversos que incluyen desde las variables económicas a las culturales. Estas variables se centran en la acumulación de riquezas, el aumento de producción y la innovación tecnológica. Otras se concentran en reformas estructurales necesarias para corregir los excesos del mercado. Corrientes más modernas se enfocan en el desarrollo humano más que en el económico, lo que implica intervenir en los procesos sociales y culturales para aumentar las capacidades humanas, teniendo en cuenta las diferencias de género para corregir sus desigualdades.

El conflicto terminó en 1996 con los Acuerdos de paz. En los años anteriores muchas cosas pasaron en el mundo. La caída del mundo socialista a partir de 1989 hizo que el factor ideológico bajara de tono y la Guerra Fría dejara de ser necesaria. Estados Unidos comenzó a preocuparse por la democratización del continente americano. La economía mundial daba giros novedosos con la globalización. La tecnología comenzaba a cambiar muchas costumbres, la forma de comunicarse, de trabajar, de negociar y hasta de hacer el arte. Nuevas generaciones surgían con otras expectativas y ahora existe una mayor conciencia de los riesgos que surgen con el modelo actual de desarrollo.

Democracia
Es una organización política en la cual la participación del pueblo confiere legitimidad a los representantes que tomarán las decisiones colectivas. Su eje es lograr la participación de la mayoría en los procesos electorales, donde cada voto vale por igual. Existe la democracia representativa por la cual se legitima a los delegados vía elecciones. También existe la democracia participativa cuando los ciudadanos se organizan para incidir en decisiones públicas o cuando existen mecanismos de consulta sobre hechos específicos (plebiscitos). El objetivo siempre es negociar y buscar el consenso de los diversos intereses sociales a través de acuerdos. Por último la democracia directa es aquella donde la decisión es adoptada directamente por el pueblo (plebiscitos vinculantes, elecciones primarias y legislación popular).

La paz representa una oportunidad para la sociedad guatemalteca. Los Acuerdos propusieron una serie de medidas que se consideraban necesarias para reconciliar y desarrollar el país. Estas medidas hablaban sobre el papel del Estado, los derechos de los pueblos indígenas, la desmilitarización del país, ampliar la capacidad económica de la población, en especial poner atención al desarrollo agrario, impulsar más la democracia que incluyera a los grupos excluidos y la realización de cambios constitucionales. Muchos de ellos son responsabilidad del Estado, pero la economía iba en otro camino y las propuestas de los acuerdos se han ido relegando.

En el presente nuevos problemas se han añadido a algunos de aquellos viejos problemas que causaron el conflicto. El Conflicto Armado Interno es un buen ejemplo para sacar lecciones frente a estos nuevos conflictos. Estas lecciones ayudan a buscar nuevas soluciones y a usar otras formas que eviten recurrir a la violencia y al autoritarismo desarrollado en el pasado. Leer el pasado es saber usar la experiencia para entender mejor el presente y proyectar el futuro.

Acuerdos de paz
El conjunto de 12 acuerdos suscritos por el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (urng) con el fin de promover soluciones que sirvieron de base para la pacificación del país.
  1. Acuerdo marco sobre democratización para la búsqueda de la paz por medios políticos. (Querétaro, México, 25 de julio de 1991.
  2. Acuerdo global sobre derechos humanos. México D.F., México, 29 de marzo de 1994.
  3. Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento armado. Oslo, Noruega, 17 de junio de 1994.
  4. Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para el esclarecimiento histórico de las violaciones a los derechos humanos y los hechos de violencia que han causado sufrimiento a la población guatemalteca. Oslo, Noruega, 23 de junio de 1994.
  5. Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas. México D.F., México, 31 de marzo de 1995.
  6. Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria. México D.F., México 6 de mayo de 1996.
  7. Acuerdo sobre el fortalecimiento del poder civil y función del Ejército en una sociedad democrática. México, D.F., México, 19 de septiembre de 1996.
  8. Acuerdo sobre el definitivo cese al fuego. Oslo, Noruega, 4 de diciembre de 1996.
  9. Acuerdo sobre reformas constitucionales y régimen electoral. Estocolmo, Suecia, 7 de diciembre de 1996.
  10. Acuerdo sobre bases para la incorporación de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca a la legalidad. Madrid, España, 12 de diciembre de 1996.
  11. Acuerdo sobre el cronograma para la implementación, cumplimiento y verificación de los acuerdos de paz. Guatemala, Guatemala, 29 de diciembre de 1996.
  12. Acuerdo de paz firme y duradera. Guatemala, Guatemala, 29 de diciembre de 1996.

Para profundizarEditar

  1. ¿Cuál es el riesgo de repetir los mismos patrones del pasado en los nuevos conflictos que tenemos?
  2. ¿Qué oportunidades tiene la sociedad guatemalteca ahora que no estamos en conflicto?
  3. ¿Qué aprendizajes nos puede dejar la historia reciente del país de cara al futuro?

El género es un conjunto de valores, creencias e ideas sobre los comportamientos y actividades que en una determinada cultura son adecuados para las mujeres y los que son adecuados para los hombres, es decir, su identificación con la femineidad y con la masculinidad.

Crecimiento o aumento en el orden físico, intelectual o moral.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

Fase de desarrollo o puesta en práctica de un currículum o programa educativo. Comprende el conjunto de procesos encaminados a adaptar el plan innovador. Puede ser juzgada en función de su “fidelidad” al diseño oficial o, por el contrario, por la adaptación propia que se hace a los contextos específicos.