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A menudo los estudiantes se benefician al trabajar en parejas o en pequeños grupos, pues ello les permite construir significados o ayudarse unos a otros en el dominio de sus habilidades.

Resultados de investigaciónEditar

La investigación indica que son muchas las ventajas de organizar a los estudiantes para que trabajen en parejas o en pequeños equipos. El aprendizaje en colaboración produce beneficios afectivos y sociales, como el incremento del interés del estudiante por la asignatura y la valoración de su importancia, y el aumento de actitudes positivas e interacción social entre estudiantes no obstante las diferencias de géneros, razas, etnias, niveles de aprovechamiento y otras.

El aprendizaje en colaboración también genera el potencial de beneficios cognitivos y metacognitivos al involucrar a los estudiantes en discusiones en las que requieren hacer explícita la manera como procesan la información relacionada con la actividad y las estrategias empleadas en la solución de problemas (lo que, al mismo tiempo, facilita la discusión y reflexión). Es más probable que los estudiantes muestren mejores resultados cuando se involucran en formas de aprendizaje colaborativo como alternativa a la realización de tareas personales.

En el aulaEditar

Los enfoques tradicionales de la enseñanza se caracterizan por exposiciones para todo el grupo seguidas de tiempo para el trabajo individual, periodo durante el cual los estudiantes trabajan solos (y usualmente en silencio) en sus tareas. El enfoque de aprendizaje en colaboración mantiene las exposiciones para toda la clase pero reemplaza parte del tiempo del trabajo individual con la oportunidad de trabajo en parejas o por equipos en prácticas de seguimiento y en la aplicación de las actividades. Este enfoque puede ser usado para actividades que van desde ejercicios y prácticas hasta la comprensión de hechos y conceptos, y la discusión y solución de problemas. Es tal vez más valioso como una forma de comprometer al alumno en aprendizajes significativos y tareas auténticas en un marco social. Los estudiantes tienen más oportunidades de hablar organizados en parejas o en equipos que cuando hay actividades de toda la clase, y es más probable que los tímidos se desinhiban y puedan expresar sus ideas en estos ambientes más íntimos.

Algunas formas de aprendizaje en colaboración propician que los estudiantes se ayuden mutuamente a alcanzar logros individuales, verbigracia, discutiendo la mejor manera de resolver una tarea, verificando el trabajo o a través de la retroalimentación o asistencia tutorial. Otras formas propician que los estudiantes trabajen juntos para alcanzar metas grupales, al aunar sus capacidades y compartir el trabajo. Por ejemplo, el grupo podría conducir un experimento, repartirse un trabajo entre varios o preparar un reporte de investigación para ser presentado al resto de la clase. Los modelos de aprendizaje colaborativo que instan a los estudiantes a trabajar juntos para producir un producto de grupo usualmente generan una división de tareas entre los participantes del grupo (por ejemplo, para preparar un reporte biográfico un miembro del grupo asume la responsabilidad de estudiar la infancia de la persona; otro, los mayores logros del personaje; algunos otros, las aportaciones de la persona a la sociedad, etcétera).

Es más probable que los métodos de aprendizaje en colaboración mejoren los resultados del aprendizaje si combinan las metas del grupo con la responsabilidad individual. Es decir, cada alumno tendrá la responsabilidad de alcanzar los objetivos de aprendizaje de la actividad (los estudiantes saben que cualquier miembro del grupo podría ser llamado para contestar cualquiera de las preguntas del grupo o que todos pueden ser examinados individualmente).

Las actividades de aprendizaje colaborativo deben ser adecuadas para ese tipo de esquema. Algunas actividades se realizan mejor de manera individual, otras en parejas y otras en pequeños equipos de tres a seis estudiantes.

Los estudiantes deberán recibir la asesoría o apoyo necesario a fin de estar preparados para involucrarse productivamente en estas actividades de aprendizaje en colaboración. Por ejemplo, es posible que los maestros tengan que enseñar a sus alumnos a escuchar, compartir, integrar las ideas de otros y manejar los desacuerdos de manera constructiva. Durante el tiempo que los estudiantes trabajen en parejas o pequeños equipos, el maestro verificará el progreso, asegurándose que los grupos están trabajando productivamente y proporcionándoles su apoyo, en caso necesario.

ReferenciasEditar

Bennett, N.; Dunne, E. (1992). Managing small groups. New York, Simon & Schuster.

Johnson, D.; Johnson, R. (1994). Learning together and alone: cooperative, competitive, and individualistic learning, 4a. ed. Boston, Allyn & Bacon.

Slavin, R. (1990). Cooperative learning: theory, research, and practice. Englewood Cliffs, NJ, Prentice-Hall.

En la teoría del aprendizaje significativo, la persona que aprende –aprendiz– es el centro del proceso, el que construye su propio aprendizaje al atribuirle significado a lo que aprende.

Indicadores de éxito de un plan escrito en forma específica.