De la ciencia a la clase de escritura
Durante las últimas décadas, los estudios de la relación entre la lectura, la escritura y el cerebro se han fortalecido. Investigaciones realizadas por especialistas dan muestra de cómo aprender a leer y a escribir incide en el cerebro humano y cómo, para leer y escribir, se requiere de diversos procesos en el cerebro. Celia Rodríguez[1]pág. 1 señala que para la escritura se requieren “todas las estructuras cerebrales funcionando de manera conjunta y coordinada, estructuras asociadas al pensamiento, al lenguaje y a la memoria”.
Conocer qué pasa en el cerebro cuando escribimos es fundamental para el docente porque esto le permitirá orientar mejor el aprendizaje de los estudiantes. Los neurocientíficos Stanislas Dehaene y Manuel Carreiras son dos de los estudiosos que se han dedicado a este campo.
Carreiras ha abordado los mecanismos cognitivos y las bases neurales de la adquisición y el procesamiento del lenguaje.Dehaene investiga sobre neurociencia, lectura y matemática, y ha publicado dos libros, que arrojan información importante para los docentes; uno es El cerebro lector y otro, Aprender a leer. De las ciencias cognitivas al aula. En estos libros, el autor publica información importante sobre la alfabetización, entendida como el dominio de la lectura y escritura.
2.1 El cerebro humano y el lenguajeEditar
Los científicos han concluido que cuando desarrollamos la lectoescritura se modifican las áreas del cerebro que se encargan de la visión y del lenguaje.
Lebrero, Fernández y García[2] pág. 1 señalan que los “seres humanos nacemos con un cerebro programado para hablar. Adquirimos el lenguaje materno sin que nadie nos lo enseñe. Pero no nacemos con un cerebro naturalmente programado para leer y escribir. Tenemos que aprender. Aprender a escribir y leer consiste en desarrollar un sistema de interconexiones muy eficiente entre las áreas visuales del cerebro y las áreas del lenguaje”.
2.2 La caja de las letras del cerebro o área de la forma visual de las palabrasEditar
Dehaene[3] afirma que los niños poseen un sistema visual que les permite reconocer los objetos y los rostros mediante la visión y conectarla con un área cerebral. Si un niño ve un perro o el dibujo de un perro, lo reconoce e identifica como imagen.También, usamos la visión para reconocer una palabra, pero, en este caso, no nos es suficiente procesarla como imagen. Cuando no sabemos leer y vemos una palabra, no podemos identificar las diferencias entre las letras. Necesitamos especializar un área del cerebro para que se encargue de eso.
Dehaene continúa explicando que, en el cerebro, se modifica la caja de letras del cerebro o área visual de las palabras para que podamos reconocer las palabras, pero no como una imagen. Esta área “concentra todos nuestros conocimientos visuales acerca de las letras y sus combinaciones”[3] pág. 33. La respuesta de esta región aumenta cuanto más desarrollamos la alfabetización. Una parte de esta área se reorientará o reciclará para reconocer la forma de las letras y sus combinaciones. Algunos de los aprendizajes que esta área realiza son:
- Una misma letra puede adoptar formas diferentes en mayúscula y minúscula como Ay a.
- Letras diferentes pueden tener grafías muy parecidas como c y e.
- Cada idioma tiene combinaciones aceptadas, posibles o permitidas. A estas combinaciones se les llama legales.
- Por ejemplo, en español es posible la combinación bla, pero no blna. Es decir, en español, la combinación bla es legal, mientras que blnano lo es. Esta es parte del estudio de la fonotáctica.
- Una combinación posible en mam es nim, pero no mni. La combinación xaqes legal, pero axq, no lo es.
- En k’iche’ una combinación posible es k’o, pero no, ok’; también es legal maj, pero no jam.
2.3 Procesos motoresEditar
La producción de las letras escritas requiere, al menos, tres etapas sucesivas de planificación: la activación de la representación grafémica abstracta de la letra a escribir, la selección del alógrafo apropiado y la planificación gráfico-motora que implica el desarrollo de planes específicos motores (Ellis, 1982; Margolin, 1984; Rapp y Caramazza, 1997).
La escritura implica más que solo procesos motores. Según Virginia Berninger, citada por Perri Klass[4], al escribir a mano la persona usa partes motoras de su cerebro, pero también el giro fusiforme, donde los estímulos visuales se convierten en letras y palabras escritas.
Los modelos cognitivos de escritura muestran los procesos que los estudiantes utilizan al producir textos, sean estos, historias, cartas, afiches y muchos otros.
2.4 Procesos cognitivos en el aprendizaje de la escrituraEditar
Cuando el estudiante escribe un texto, pone en juego una serie de procesos cognitivos que le permiten, por ejemplo, seleccionar ideas para traducirlas en oraciones mientras recuerda información del tema del que escribe. Gil y Jiménez[5] refieren, al menos, tres modelos: el modelo cognitivo de Hayes y Flower[6]; el modelo simple de escritura y el modelo no tan simple de escritura. En las páginas siguientes se hará una referencia breve a cada uno de estos.
2.4.1 Modelos de Hayes y FlowerEditar
Haynes y Flower[6], citados por González, “señalan que cuando se escribe, es necesario activar en la memoria a largo plazo los contenidos semánticos; darles, en primer lugar, una organización lingüística lineal, lo que exige tener en cuenta aspectos de la estructura textual, gramaticales, léxicos, ortográficos, etc. Al mismo tiempo, hay que tener en la mente los condicionantes del contexto de escritura como son la intención y la audiencia” (2002, pág. 20).
Este modelo describe el proceso de escritura mediante diversos componentes que el escritor pone en juego al producir un texto. La siguiente figura esquematiza el modelo referido.
Este modelo es aplicable de tercero en adelante, cuando los niños ya tienen las destrezas básicas de lectoescritura, pues deja fuera la parte de mecánica de la escritura (codificación, fluidez y legibilidad de escritura a mano).
2.4.2 Modelo simple de escritura de Juel, Friffith y GoughtEditar
Gil y Jiménez[5] refieren que, basándose en diferentes estudios, Juel et al.[7] reflexionaron sobre la necesidad de que los modelos de escritura fueran más simples, incluyendo la parte mecánica de la escritura que los estudiantes desarrollan en la etapa inicial que incluye la transcripción o codificación. El modelo de Haynes y Flower[6] refiere los procesos seguidos por los adultos al escribir, pero deja fuera el proceso de adquisición vivido por los estudiantes en la etapa emergente e inicial de la escritura. Así, crearon un modelo para escritores principiantes que reconoce elementos comunes entre la lectura y escritura. Adicionalmente, otros específicos para escritura, como la ideación. La siguiente figura esquematiza el modelo propuesto.
2.4.3 Modelos visión simple y no tan simple de escrituraEditar
Según refieren Gil y Jiménez[5],Virginia Berninger y otros investigadores propusieron un modelo que toma en cuenta los elementos señalados de Hayes y Flower. También considera los de Juel, Friffith y Gought. Así, identificaron los siguientes componentes: transcripción como base de la escritura, la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas que se usan con mayor intensidad en la generación o producción de textos cuando se ha alcanzado la transcripción. En la siguiente figura se esquematizan estos elementos.
Después, en el 2006, refieren Gil y Jiménez[5], Berninger y Winn propusieron modificaciones al modelo y lo llamaron visión no tan simple de la escritura. Se mantienen los mismos elementos, pero consideran los aportes recientes de las investigaciones neurolingüísticas a la escritura; por ejemplo, resaltan la importancia de la memoria a largo plazo en la generación de textos.
Los modelos cognitivos de escritura explican los procesos que los estudiantes/ escritores utilizan al producir textos, sean historias, cartas, afiches y muchos otros.
NotasEditar
- ↑ Rodríguez, C. Sistema neuroescritural: El cerebro y la escritura (2015). Red educativa mundial.
- ↑ Lebrero, Paz y Fernández, D. y García, E. (2015) Neurociencia de la lectura y escritura en Lectoescritura. Fundamentos y estrategias didácticas. Síntesis, Madrid, págs. 15-42.
- ↑ 3,0 3,1 Dehaene, S. (2015) Aprender a leer. De las ciencias cognitivas al aula. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.
- ↑ Klass, P. (2016, junio 27). Por qué escribir a mano aún es esencial en la época del teclado. Recuperado de The New York Times.
- ↑ 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4 Gil,V. & Jiménez, J. (2019). Modelo de respuesta a la intervención y escritura en Modelo de respuesta a la intervención. Un enfoque preventivo para el abordaje de las dificultades específicas de aprendizaje. España: Pirámide.
- ↑ 6,0 6,1 6,2 Hayes, J. y Flower, L. (1980) Identifying the organization of writing processes en L.W. Gregg y E. R. Steinberg (Eds.) Cognitive processes in writing:An interdisciplinary approach (págs. 3-30). Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum.
- ↑ Juel, C., Griffith, P.L. y Gough, P.B. (1986). Adquisición de la alfabetización: estudio longitudinal de niños de primer y segundo grado. Revista de psicología educativa, 78 (4), 243-255
Proceso mecánico mediante el cual se aprende a representar palabras y oraciones con la claridad necesaria para que puedan ser leídas por alguien que tenga el mismo código lingüístico. La escritura es la representación gráfica de nuestro lenguaje.
Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.
Modo de escribir o representar los sonidos, y, en especial, empleo de tal letra o tal signo gráfico para representar un sonido dado.
Perteneciente o relativo al conocimiento. La dimensión cognitiva está formada por conceptos como construcciones o imágenes, que representan la realidad mediante clases o categorías. Está formada igualmente por un conjunto de procesos (percepción, memoria, lenguaje, pensamiento). A nivel más abstracto, también los principios, que relacionan o ligan determinados hechos o conceptos de un modo determinado.
(En lectura). Capacidad de leer un texto con entonación, ritmo, precisión y velocidad adecuada. El propósito de desarrollar la fluidez es lograr que la decodificación sea automática, para facilitar la comprensión.
(En escritura). Se refiere a la automatización de los movimientos de escritura. Si el estudiante escribe con fluidez puede concentrarse en la producción de textos.
En escritura a mano, es la claridad y exactitud en el trazo de la letra.
La neurociencia estudia la estructura y la función química, farmacología, y patología del sistema nervioso y de cómo los diferentes elementos del sistema nervioso interactúan y dan origen a la conducta.