Tema 4. Inteligencia emocional
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Indicadores de logro
- Conoce la diferencia entre cociente intelectual e inteligencia emocional.
- Identifica la importancia de fortalecer los pilares de la inteligencia emocional.
1. Reflexione.
- ¿Cómo reacciona cuando se siente enojado o desilusionado?
- ¿Cómo trata a sus amigos, a su pareja, a sus hijos y a sus colegas?
- ¿Qué metas se fijará y cómo se motivará para alcanzarlas?
- ¿De qué manera los adolescentes a su cargo contribuirán para una Guatemala mejor?
- ¿Qué habilidades necesitarán para hacer frente a los inevitables cambios durante su vida?
DesarrolloEditar
Nuevos aprendizajesEditar
ConceptoEditar
La inteligencia, entendida como capacidad de adaptación que permite a las personas desenvolverse en un entorno sometido a cambios, es más que la simple información que ofrece el cociente intelectual (CI).
La inteligencia va mucho más allá de la capacidad de aprender datos, reglas o principios. Integra también cómo las personas se relacionan con el mundo; es decir, cómo interpretar y manejar los sentimientos propios y los ajenos. Abarca habilidades tales como el control de impulsos, la perseverancia, la empatía y las habilidades sociales.
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- Observe la imagen y escriba qué opina sobre ella.
- Explique qué relación tiene con la inteligencia y las habilidades para el desenvolvimiento de una persona en situaciones cotidianas.
Muchas personas tienen un alto grado de cociente intelectual (un alto CI), pero son poco hábiles a la hora de interactuar con otras personas. Con frecuencia, olvidan la importancia de interactuar con los demás, cómo se procesa la información, cómo se resuelven los conflictos, cómo se manejan las emociones propias y las ajenas. Estos aspectos tienen que ver con la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es la capacidad que determina la forma de interactuar con el mundo, de ser eficaz a nivel personal, de resolver conflictos, de relacionarse con los demás. Una persona con inteligencia emocional tiene la capacidad de entender los propios sentimientos y leer los sentimientos ajenos.
La experiencia ilustra que se aprende mejor si los alumnos están motivados, controlan sus impulsos, tienen iniciativa, son responsables, etc. Esto quiere decir que se tiene inteligencia emocional. El déficit de inteligencia emocional repercute en gran cantidad de aspectos de la vida cotidiana, desde conflictos en el trabajo y problemas de pareja hasta trastornos de la salud.
La comunidad educativa debe tener presente el desarrollo de dichas competencias integrándolas al currículo, como lo evidencia el nuevo CNB, estableciendo una integración entre contenidos académicos y competencias para el desarrollo socioemocional de los estudiantes.
Salovey y Mayer, citados en Goleman (1997), identifican cinco dimensiones base en las competencias emocionales.
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Pilares de la inteligencia emocionalEditar
Una competencia social clave en la vida emocional es reconocer, saber manejar y gestionar las emociones. A principios de siglo XXI, el concepto de inteligencia emocional ha sido una de las ideas más influyentes en el ámbito escolar. Daniel Goleman (1997) la define como una manera de entender la inteligencia más allá del pensamiento lógico y racional. Es la capacidad de tomar conciencia de las propias emociones, comprender los sentimientos ajenos, tolerar las presiones y frustraciones, mejorar la capacidad para trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social.
Estas dimensiones se identifican con el concepto de inteligencia emocional de Goleman (1995).
Indicadores de éxito de un plan escrito en forma específica.
Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.
Conjunto de experiencias, planificadas o no, que tienen lugar en los centros educativos como posibilidad de aprendizaje del alumnado. Una perspectiva tradicional acentúa el carácter de plan (con elementos como objetivos, contenidos, metodología y evaluación), frente a un enfoque práctico que destaca las experiencias vividas en el proceso educativo.
Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.