Protocolo de regreso a clases para docentes de centros educativos
Presentación[editar | editar código]
Tomando en cuenta la importancia de un regreso seguro a los centros educativos, en el marco de los efectos provocados por la pandemia COVID-19, el Ministerio de Educación ha preparado un conjunto de protocolos que reúnen y desarrollan las medidas necesarias para limitar la propagación del virus y permitir el desarrollo de los procesos educativos en los diferentes sectores y niveles en el Sistema Educativo Nacional.
La implementación de los protocolos se apoya en el Sistema de Gobernanza para la Gestión de Riesgo y Desastres para la Seguridad Escolar (Acuerdo Ministerial 247-2014)[1] con la finalidad de articular procesos y esfuerzos para actuar como una red integrada en un marco común de acción en materia de seguridad, salud e higiene. Este documento presenta los lineamientos administrativos y técnicos para garantizar que el retorno seguro de los estudiantes, docentes, colaboradores y personal que labora en el centro educativo, mantenga las medidas de prevención para reducir el riesgo de esparcir la COVID-19 y para generar condiciones que favorezcan el aprendizaje.
Como parte de las líneas de acción, se desarrolla el presente protocolo para docentes de centros educativos, con el propósito de presentar los lineamientos técnicos que garanticen el retorno seguro al centro educativo. El rol del docente es fundamental debido a que debe implementar las acciones establecidas en el presente protocolo. Con su participación se debe garantizar en las aulas y áreas de uso común del centro educativo, las medidas de salud (física y psicosocial) e higiene para el retorno seguro de los estudiantes. Se debe garantizar la atención a las necesidades específicas de los niños y adolescentes con necesidades educativas especiales asociadas o no a discapacidad para que puedan ser incluidos en las medidas de protección de la salud, adaptando el presente protocolo a sus necesidades personales.
Es importante mencionar que la COVID-19 es una enfermedad nueva y que aún queda mucho por aprender acerca de la transmisibilidad y otras variables que todavía no se han estudiado a profundidad, por lo cual el protocolo está sujeto a actualizaciones constantes o el avance en pruebas de confirmación. El presente protocolo será de observancia nacional y obligatoria en el Sistema Educativo Nacional.
Estructura general[editar | editar código]
El protocolo contiene los lineamientos de prevención y respuesta ante la COVID-19 en los centros educativos, previos a la apertura, para la apertura y durante la permanencia, dirigidos a docentes. La estructura y apartados de este protocolo es el siguientes:
- Disposiciones generales: establece los lineamientos a realizar para el cumplimiento del presente protocolo, las secciones que contiene y los roles de los responsables de las mismas. Se menciona brevemente la modalidad para el retorno a clases presenciales.
- Acciones del docente y del Comité Escolar de Gestión de Riesgo: se describen las principales acciones que los docentes deberán atender y realizar previamente y a lo largo del proceso de apertura de los centros educativos y las acciones que estarán a cargo del Comité Escolar de Gestión de Riesgo como ente gestor del proceso.
- Generalidades de la enfermedad: aborda los principales conceptos y definiciones acerca de la enfermedad COVID-19 para darle soporte a la comprensión de la misma y poder brindar los elementos básicos sobre el virus para la adecuada socialización de la información en la comunidad educativa. También describe las acciones necesarias a realizar en materia de salud y seguridad ocupacional.
- Actividades de protección previo al retorno al centro educativo: son todos los procesos a llevar a cabo previo al retorno presencial a los centros educativos, especialmente el proceso general de regreso a clases, el cual involucra una serie de acciones coordinadas tanto en el centro educativo, como a nivel de Dirección, Supervisión, Dirección Departamental de Educación y a nivel central del Ministerio de Educación.
- Apertura del centro educativo y regreso a clases: esta etapa es llevada a cabo durante la apertura, cuando ya se han cumplido con todas las condiciones y procedimientos previos a la misma. En ella se describen las acciones y medidas que se deben tomar para el momento de ingreso al centro educativo, durante las clases presenciales, el uso de espacios comunes, limpieza, desinfección y salida de los estudiantes. También explica las acciones a llevar a cabo para realizar el monitoreo permanente de los signos y síntomas del COVID-19 con los alumnos, permitiendo tener un sistema de alerta temprana que ayude a la identificación de casos sospechosos.
- Ciberseguridad: se incluye un apartado específico para los cuidados y protección de los estudiantes durante el uso de redes sociales, plataformas web y el uso adecuado de la tecnología durante el proceso educativo, en caso que aplique.
- Roles de los actores del proceso: se explican y exponen acciones claras para el funcionamiento en general del centro educativo, así como el desarrollo de funciones que permitan un regreso a clases seguro para los docentes, padres y madres de familia, estudiantes.
Objetivo general[editar | editar código]
Establecer los lineamientos técnicos para el docente del centro educativo, en materia de salud e higiene para la continuidad del aprendizaje de forma presencial en los centros educativos, así como de la detección temprana y la ruta de atención y referencia de potenciales casos de COVID-19 al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
Objetivos específicos[editar | editar código]
- Explicar las generalidades de la enfermedad COVID-19 y sus formas de contagio para la sensibilización y comunicación a la comunidad educativa.
- Especificar las medidas básicas de prevención ante la COVID-19.
- Identificar a los estudiantes a su cargo que pertenecen a los grupos vulnerables y determinar, en conjunto con el director, acciones específicas para ellos..
- Implementar las acciones que debe realizar el docente en las actividades de prevención.
- Identificar, aislar y referir los casos sospechosos de estudiantes en el centro educativo.
Disposiciones generales[editar | editar código]
La reapertura de los centros educativos se basará en los lineamientos establecidos por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) con base en el Tablero de Alertas COVID-19 u otro mecanismo que se considere conveniente. El código de salud, establece que el ente rector ante la epidemia es el Ministerio de Salud:
«En caso de epidemia o riesgo socioambiental, el Ministerio de Salud, conjuntamente con las demás instituciones del Sector y otros sectores involucrados, deberán emitir las normas y procedimientos necesarios para proteger a la población»[2].
El protocolo integra acciones que se deben realizar antes y durante el retorno seguro a clases presenciales, basados en cuatro principios básicos establecidos por UNICEF para el retorno seguro y sostenible a los centros educativos: mantener a las personas sintomáticas en casa, lavado de manos, distanciamiento físico y social, disponibilidad de agua, saneamiento, higiene y ventilación[3].
Las medidas establecidas para la seguridad de los estudiantes y el personal que labora en el centro educativo deben ser adaptadas y contextualizadas al entorno, analizando la intensidad de contagio, el entorno social cultural y la capacidad de las personas para cumplir con las mismas. Estas acciones están bajo la gestión del director y el Comité Escolar de Gestión de Riesgo.
El retorno presencial debe ser un proceso voluntario en donde los padres de familia o encargados autorizan la asistencia presencial de los estudiantes al centro educativo. El modelo de entrega educativa será en la modalidad híbrida o mixta para mantener seguros a los estudiantes, docentes y personal del centro educativo.
Tomar en cuenta que las acciones establecidas en el protocolo deben ser planificadas con anticipación para evitar la improvisación, por lo que se sugiere considerarlo para la llegada oportuna del director y docentes al centro educativo previo a iniciar clases presenciales con los estudiantes.
Modelo híbrido: Se refiere a un modelo de entrega educativa que combina el aprendizaje en el aula y el aprendizaje en casa. |
Acciones del docente del centro educativo[editar | editar código]
Es el responsable de implementar de forma estricta y eficaz las acciones y procedimientos que se establecen en el presente protocolo bajo la gestión del director y el Comité Escolar de Gestión de Riesgo. Debe llenar el formulario de diagnóstico de factores de riesgo para los estudiantes a su cargo (ver el anexo 2) para identificar a los grupos vulnerables que asisten al centro educativo y determinar en conjunto con el director, acciones específicas para su adecuada atención.
Además, se debe contar con el consentimiento por escrito de los padres, madres de familia o responsables de los estudiantes del centro educativo para que puedan asistir en forma presencial, en el día de la semana y horario establecido para el grado y grupo en el que fue asignado cada estudiante (ver el anexo 3).
El papel del docente ante la pandemia es fundamental, principalmente para dar continuidad al aprendizaje, pero también para formar hábitos de higiene y seguridad que reduzcan el contagio y propagación del virus, así como ser una fuente veraz de información que permita reducir los estigmas y facilitar la comprensión de los estudiantes ante la COVID-19.
Comité escolar de gestión de riesgo[editar | editar código]
Está conformado por el director y al menos dos docentes del centro educativo. Es el responsable de brindar lineamientos generales, planificar, acompañar y verificar la implementación del presente protocolo para la seguridad y resguardo de la comunidad educativa. A solicitud del director, el docente puede participar en el Comité Escolar de Gestión de Riesgo.
Nota: todas las acciones del Comité Escolar de Gestión de Riesgo están desarrolladas en el protocolo del director. |
Generalidades de la enfermedad[editar | editar código]
Transmisión de COVID-19[editar | editar código]
La COVID-19 es una enfermedad respiratoria que se transmite de persona a persona por las microgotículas, es decir, pequeñas gotas que son expulsadas por una persona infectada al hablar, estornudar o toser. De allí la importancia de utilizar la mascarilla todo el tiempo sobre todo cuando estamos con otras personas[4].
Sin embargo, algunas personas que no presentan síntomas (asintomáticas) pueden esparcir el virus. También es posible que una persona se infecte con COVID-19 al tocar una superficie u objeto que tenga el virus y luego se toque la boca, la nariz o los ojos. Actualmente no se cree que esta sea la principal forma de propagación, pero aún se está aprendiendo acerca de cómo se propaga el virus. Por el momento, el riesgo de propagación de COVID-19 de animales a personas se considera bajo.
El brote inició en China y mientras los casos eran importados y el foco epidémico estaba localizado allí, la situación era calificada de epidemia. Sin embargo, en el momento en que el virus llegó a otros países y empezó a haber contagios comunitarios en más de un continente, se convirtió en pandemia.
Síntomas de COVID-19[editar | editar código]
La infección con SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, puede causar síntomas que van de leves a graves y, en algunos casos, puede ser fatal. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC), los síntomas de COVID-19 pueden aparecer entre dos o catorce días después de la exposición y estos pueden ser:
- Fiebre (mayor a 37.5° centígrados)
- Escalofríos
- Tos
- Falta de aliento o dificultad para respirar
- Fatiga
- Dolores musculares o corporales
- Dolor de cabeza
- Pérdida del gusto u olfato
- Dolor de garganta
- Congestión o secreción nasal
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
Grupos vulnerables ante la COVID-19[editar | editar código]
La protección del personal docente, administrativo, colaboradores y estudiantes dependerá de la enfatización y práctica diaria de las medidas básicas de prevención de infecciones y transmisión de enfermedades incluyendo la COVID-19 que se describen en este protocolo.
Por el momento, se dispone de datos e información limitada acerca del impacto de las afecciones que las personas padecen y si estas aumentan el riesgo de enfermarse gravemente a causa de la COVID-19. Son considerados como grupos de alto riesgo: «mayores de sesenta años, las mujeres embarazadas o las personas que padezcan de enfermedad pulmonar crónica, asma severa, hipertensión arterial, condiciones cardíacas severas, inmunodeficiencia, obesidad severa, diabetes, enfermedad hepática crónica o enfermedad renal crónica que requiere de diálisis. Los empleados deben reportar estas condiciones de forma voluntaria y el empleador debe abstenerse de hacer indagación más allá del reporte de estas condiciones de alto riesgo»[5].
Seguridad y salud ocupacional[editar | editar código]
Como parte del proceso de apertura del centro educativo de manera segura, se requieren establecer medidas administrativas de seguridad y salud laboral, las cuales se describen a continuación:
- El docente debe estar informado sobre la enfermedad COVID-19 para estar atento a la aparición de fiebre, tos, dificultad para respirar u otros síntomas en los estudiantes a su cargo para reportarlos al director del centro educativo. Debe asegurarse que las fuentes de consulta son confiables.
- En toda actividad que planifique o realice, debe respetar las medidas de distanciamiento físico establecidas según el Tablero de Alertas COVID-19 vigente.
- Las acciones como el lavado de manos frecuente con suficiente agua y jabón (frotándolas vigorosamente aproximadamente durante 20 segundos), o alcohol en gel con un 60 % de concentración, son fundamentales para prevenir la propagación de COVID-19.
- Se aconseja limpiar y desinfectar de manera rutinaria las superficies que se tocan con frecuencia.
- Se debe portar mascarillas todo el tiempo adentro y afuera del centro educativo para limitar la propagación de las secreciones respiratorias de una persona que pueda tener COVID-19. Se recomienda que el equipo docente utilice además un protector facial.
- El docente debe tener conocimiento de la ubicación del área de aislamiento preventivo del centro educativo.
- Mantener ventilación natural en todos los ambientes. El riesgo de contagio de COVID-19 en ambientes interiores es superior al riesgo en el exterior; por eso se debe mantener ventanas y puertas de los ambientes de trabajo abiertas.
Las actividades en el exterior son siempre preferibles, pues a mayor ventilación, menor es el riesgo de contagio. |
- Hay que considerar los niveles de exposición a través de: la intensidad, frecuencia y duración de los encuentros presenciales.
Exposiciones más frecuentes o de mayor duración pueden causar más riesgo. |
- La intensidad de la exposición puede reducirse al mínimo mediante el distanciamiento físico y el uso de mascarilla.
- La frecuencia se minimiza reduciendo la periodicidad con la que alguien está en contacto cercano con personas distintas.
- La duración de la exposición se puede minimizar si se pasa menos tiempo en el interior en estrecho contacto con otras personas[6].
- No comparta objetos.
Estigma asociado a COVID-19[editar | editar código]
El estigma consiste en discriminar, tener creencias y actitudes negativas a un grupo específico de personas, un lugar o una nación. Está asociado a la falta de conocimiento acerca de cómo se propaga la COVID-19, la necesidad de culpar a alguien, el temor a las enfermedades o a la muerte, y a los chismes que fomentan rumores y crean mitos.
Ninguna persona ni grupo de personas es más propenso a transmitir COVID-19 que otros. Las emergencias de salud pública, como esta pandemia, son momentos estresantes para las personas y las comunidades. El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad pueden dar lugar al estigma social. Algunos grupos de personas pueden ser estigmatizados durante la pandemia de COVID-19, tales como:
- Personas con resultado positivo en la prueba de detección de COVID-19, que se han recuperado de la enfermedad del coronavirus o han sido dadas de alta del área de cuarentena.
- Personal de respuesta a emergencias y profesionales de atención médica.
- Otros trabajadores en la primera línea, como empleados de tiendas de comestibles, encargados de entregas y repartos o trabajadores agrícolas y de plantas de procesamiento de alimentos.
- Personas con discapacidades o trastornos conductuales o del desarrollo que tengan dificultades para acatar recomendaciones.
- Personas con afecciones crónicas que causan tos.
- Personas que viven en entornos de concentración (viviendas grupales) o las personas sin hogar.
El estigma nos perjudica a todos ya que genera más temor y resentimiento hacia las personas, en lugar de poner el foco de atención en la enfermedad que está causando el problema. Puede hacer que las personas oculten los síntomas o enfermedades, eviten buscar atención médica de inmediato o impedir que adopten conductas saludables. Esto hace que sea aún más difícil el poder controlar la propagación del virus.
Los grupos estigmatizados también suelen ser discriminados. Esta discriminación puede manifestarse a través de:
- rechazo o evasión por parte de otras personas;
- negación de atención médica, educación, vivienda o empleo;
- abuso verbal, psicológico, cibernético o violencia física.
El estigma puede afectar de manera negativa a la salud física, mental y emocional de los grupos estigmatizados y las comunidades en las que viven. Las personas estigmatizadas pueden sufrir aislamiento, depresión, ansiedad o vergüenza pública. Es importante comunicar, detectar y terminar con las conductas estigmatizadas para lograr que todas las comunidades y sus miembros estén más seguros y saludables.
Todos podemos ayudar a detener el estigma relacionado con la COVID-19 al informarnos adecuadamente y compartir la información con otras personas en la comunidad.
Los docentes pueden prevenir el estigma al:[editar | editar código]
- Transmitir conocimientos, de fuentes confiables, sobre la forma de propagación de la enfermedad, haciendo énfasis en que cualquiera puede contraerla.
- Respetar la privacidad y confidencialidad de la información de quienes buscan atención médica y de quienes pueden ser parte de alguna investigación de rastreo de contactos.
- Corregir el lenguaje negativo que puede causar el estigma al difundir información precisa acerca de cómo se propaga el virus.
- Usar los diferentes medios de comunicación (radio, televisión, impresos, digitales y de telefonía inteligente), para promover la NO estereotipación y estigmatización de grupos de personas que han padecido COVID-19.
- Agradecer y apoyar a los trabajadores de la salud, el personal de respuesta a emergencias y demás personas en puestos importantes que luchan en primera línea contra la COVID-19.
Actividades de protección previo al retorno al centro educativo[editar | editar código]
Notas[editar | editar código]
- ↑ Acuerdo Ministerial 247-2014 [Ministerio de Educación]. Sistema de Gobernanza en la Gestión de Riesgo y Desastres para la Seguridad Escolar. 23 de enero de 2014.
- ↑ Decreto 90-97, Código de Salud. [Congreso de la República de Guatemala]. Artículo 58 sobre la vigilancia de la salud. 3 de noviembre de 1997.
- ↑ Foro virtual Mejorar la calidad de la educación del Ciclo Básico y regreso a clases 2021. Guía para el regreso seguro al centro educativo: Lecciones aprendidas desde España, Italia, Argentina, Colombia y Vietnam Dr. Antonio Quispe.
- ↑ Figueras, A. (4 de abril de 2020). Coronavirus (CoVid19): Uso de mascarillas faciales de tela para ayudar a retrasar la propagación de COVID-19. Tutoriales. Madrimasd. https://www.madrimasd.org/blogs/ciencia_marina/2020/04/04/135644.
- ↑ Acuerdo Ministerial 146-2020 [Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social]. Estrategia nacional de control de la epidemia de SARSCoV-2 y bases para la desescalada de las medidas de reapertura condicionada del confinamiento. Capítulo IV, artículo 12, inciso 2. 02 de junio de 2020.
- ↑ Jones, E., Young, A., Clevenger, K., Salimifard, P., Wu, E., Lahaie Luna, M., Lahvis, M., Lang, J., Bliss, M., Azimi, P., Cedeno-Laurent, J., Wilson, C. y, Allen, J. (2020) Healthy Schools: Risk Reduction Strategies for Reopening Schools. Harvard T.H. Chan School of Public Health Healthy Buildings program. https://schools.forhealth.org/wp-content/uploads/sites/19/2020/08/Harvard-Healthy-Buildings-Program-Schools-For-Health-Reopening-Covid19-ugust2020.pdf
Fase de desarrollo o puesta en práctica de un currículum o programa educativo. Comprende el conjunto de procesos encaminados a adaptar el plan innovador. Puede ser juzgada en función de su “fidelidad” al diseño oficial o, por el contrario, por la adaptación propia que se hace a los contextos específicos.
Documento por medio del cual el Despacho Superior del Ministerio resuelve o acuerda la resolución de un asunto. Es firmado y autorizado por el Ministro (a) y refrendado por un Viceministro (a).
Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.
Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.
Identificación de una enfermedad a partir de sus síntomas. También: acción y efecto de recoger y analizar datos para evaluar problemas de diversa naturaleza.
Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.
1. Seleccionar excluyendo. 2. Dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental, etc.
(En fonología) Destrezas fonológica que consiste en distinguir los distintos “sonidos” o fonemas.
Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.