La evaluación enfocada al cumplimiento de objetivos
Resultados de investigaciónEditar
Un plan de estudios bien desarrollado incluye componentes de evaluación sólidos y funcionales, relacionados con los objetivos curriculares de manera consistente e integrados con el contenido, los métodos de enseñanza y las actividades de aprendizaje; están diseñados, además, para encauzar los avances hacia el logro de las metas esperadas.
La evaluación comprehensiva no sólo documenta la habilidad del estudiante para responder aceptablemente una pregunta o problema; también examina los procesos de razonamiento y solución de problemas. Los buenos maestros supervisan regularmente el progreso de sus estudiantes de este modo, usando pruebas formales o evaluaciones de desempeño y evaluaciones informales de las aportaciones de los alumnos en las lecciones y las tareas.
En el aulaEditar
Los maestros eficientes emplean evaluaciones para medir el progreso en el aprendizaje del alumno y para planear mejoras en el plan de estudio, no sólo para calificar. Una buena evaluación incluye información de diferentes fuentes además de las pruebas de papel y lápiz, y abarca un rango completo de metas o resultados esperados (no sólo conocimientos, también habilidades que requieren procesos complejos de pensamiento y valores o disposición relacionados con el contenido). Las pruebas estandarizadas referidas a normas pueden constituir parte del programa de evaluación (son útiles en la medida en que evalúan los resultados esperados del plan de estudios y prestan atención al desempeño del alumno en cada reactivo individual, no sólo a la calificación global). De cualquier forma, las pruebas estandarizadas deben estar acompañadas de pruebas proporcionadas directamente por los autores de los planes de estudios y de evaluaciones hechas por los propios maestros, enfocadas a las metas de aprendizaje en cuya enseñanza pusieron mayor énfasis pero no en fuentes de evaluación externas.
Además, las actividades de aprendizaje y las fuentes de información diferentes a exámenes deben utilizarse con propósitos de evaluación. Cada día las lecciones y las actividades constituyen oportunidades para supervisar los avances de la clase de modo general e individual, y los exámenes pueden ser complementados con evaluaciones de desempeño tales como las tareas de laboratorio y las listas de observación, las carpetas de trabajo o los portafolios de evidencias, así como los proyectos del estudiante y ensayos u otras tareas que requieren elevados procesos cognoscitivos y de aplicación. Un panorama amplio de la evaluación ayuda a asegurar que sus componentes incluyan actividades auténticas que den a los estudiantes oportunidades para sintetizar y reflexionar sobre lo que están aprendiendo, tener un pensamiento crítico y creativo acerca del tema y aplicar el conocimiento en un contexto de resolución de problemas y toma de decisiones.
En general, la evaluación debe considerarse una parte continua e integral del proceso de aprendizaje de cada unidad. Los resultados deben de ser revisados minuciosamente para identificar las necesidades del estudiante, ideas mal comprendidas o conceptos erróneos que probablemente necesiten atención, para sugerir ajustes potenciales a los objetivos del currículo, a los materiales para la instrucción o a los propios planes de enseñanza, y para detectar deficiencias en las prácticas mismas de evaluación.
ReferenciasEditar
Dempster, F. (1991). Synthesis of research on reviews and tests. Educational leadership (Alexandria, VA), vol. 48, núm. 7, p. 71-76.
Stiggins, R. (1997). Student-centered classroom assessment, 2a. ed. Upper Saddle River, NJ, Prentice-Hall.
Wiggins, G. (1993). Assessing student performance: exploring the purpose and limits of testing. San Francisco, Jossey-Bass.
Indicadores de éxito de un plan escrito en forma específica.
Capacidad o destreza para hacer algo bien o con facilidad.
Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.
Conjunto de experiencias, planificadas o no, que tienen lugar en los centros educativos como posibilidad de aprendizaje del alumnado. Una perspectiva tradicional acentúa el carácter de plan (con elementos como objetivos, contenidos, metodología y evaluación), frente a un enfoque práctico que destaca las experiencias vividas en el proceso educativo.