Declaraciones, convenciones y conferencias

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Guatemala ha participado en acuerdos, convenios y tratados internacionales para impulsar la atención a la diversidad, y se han establecido los derechos de los estudiantes con mayores desventajas por vulnerabilidad, entre los que se encuentran las y los alumnos con necesidades educativas especiales con y sin discapacidad.

Así mismo, plantean una concepción educativa que promueve un cambio de paradigmas desde la perspectiva de los derechos humanos, con enfoques integradores e inclusivos para esta población en el sistema educativo regular, entre ellos se pueden mencionar:

  • Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948).
  • Declaración de los Derechos del Niño, ratificada por Guatemala el 10 de mayo de 1990.
  • Convención sobre los derechos del Niño, ratificada por Guatemala en 1990.
  • Normas Uniformes sobre igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad ONU, 1993.
  • Declaración de Salamanca, sobre Necesidades Educativas Especiales, Acceso y Calidad, UNESCO, Salamanca España, 1994.
  • Conferencia Mundial sobre Educación para Todos y el Marco de Acción, para satisfacer las necesidades Básicas de Aprendizaje, Jomtiem, Tailandia, 1990.
  • Convención Interamericana para la Eliminación de todas las formas de Discriminación por razones de Discapacidad, XXIX Asamblea General de la OEA, Guatemala, 1990. Ratificada por Guatemala en el 2002.
  • Declaración Mesoamericana de Educación Inclusiva, octubre 2004, rafiticada por los Ministros de Educación en reunión de Costa Rica del año 2004.
  • Conferencia Interamericana de Educación “La Educación Inclusiva: el Camino Hacia El Futuro”. Noviembre 2008.
  • Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo, Decreto 59- 2008.

Una deficiencia física, mental o sensorial que puede ser de naturaleza permanente o temporal, causada o agravada por el entorno físico, económico y social, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades de la vida diaria. Es un término genérico que incluye déficit, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Por lo tanto, es el resultado de la interacción negativa entre un individuo (con déficit o una condición de salud adversa) y sus factores contextuales (ambientales y personales).

Proceso por el cual las personas adquieren cambios en su comportamiento, mejoran sus actuaciones, reorganizan su pensamiento o descubren nuevas maneras de comportamiento y nuevos conceptos e información.