Subárea de Formación Musical - Básico
Descripción de la subáreaEditar
Para desarrollar las habilidades expresivas e interpretativas dentro de la Subárea de Formación Musical, en la época contemporánea, se propone un clima de aprendizaje distendido, dinámico, de desinhibición y libertad, que favorezca la confianza mutua entre los y las participantes y que bajo la inspiración del sonido vaya dirigiendo su brújula por cada una de las facetas del arte musical, en aras de un desarrollo humano más eficaz y feliz. Quien se acerca a la música tendrá que llegar a encontrar el punto de relación entre la acción musical y las emociones y percepciones que emergen de la misma. “El conocimiento musical es un conocimiento en acción, que se logra cuando se aúnan percepción, acción y concepto.” Por lo tanto, es la realización musical la que permite que de ella se infieran y deduzcan todos los elementos que constituyen el arte musical. La realización de la práctica acompañada de una reflexión consecuente, de preferencia surgida de un diálogo y consenso entre los aprendices y los enseñantes, son dos facetas de una sola tarea: la educación musical actual.
Las y los estudiantes llegan al aula con un bagaje musical. No parten de cero, aunque muchas veces quisiera negarse que traen una mochila cargada de sonidos y melodías, del arte del momento, de su contexto de alturas e intensidades, de su paisaje sonoro. “La única alternativa del maestro o la maestra es vivir, sentir y participar en el arte de su época, compartiendo sus sensaciones y sentimientos con las y los alumnos. Educar para la libertad supone no desechar influencias, sino someterse al libre juego de las mismas tratando de comprender”. Dar cabida y analizar sobre lo que se trae, y también agregar a su bagaje otras formas discursivas, quizá desconocidas, marginadas o hasta censuradas. Favorecer la libertad de hacer música, en un intento serio por volver a los elementos creativos básicos que no simplifiquen superficialmente, sino que hagan sencillas las dificultades técnicas que pueden impedir o limitar la expresión musical y la interpretación instrumental.
Los y las adolescentes parecen devorar los sonidos con todo su cuerpo; asimilan hasta las mínimas vibraciones sonoras y proyectan físicamente una energía que puede canalizarse en el ejercicio musical directo. Construyen su conocimiento sobre un cimiento que está en la calle, en el autobús, en el comercio, que los invade. Desarrollan una capacidad para seguir y expresar ritmos nuevos en sus vidas o ritmos que antes no los hacían cantar, tararear, moverse, como ahora sí pueden hacerlo con mucha facilidad y espontaneidad en esta época de su vida. A la par, entonces, los educadores y las educadoras, tendrán que estar colaborando en la edificación de la obra: aportando nuevos materiales en la tarea, enriqueciendo enfoques limitativos, ampliando el horizonte de las discusiones, renovando los estereotipos culturales, en fin, colaborando en la construcción de un todo mejor personal, de un país colectivamente más justo, de una interculturalidad más práctica, más real, más equitativa. Todo, desde la música, por supuesto.
Por lo antedicho, los alcances de la subárea de Música permiten favorecer el desarrollo físico, emocional e intelectual de todas y todos los involucrados en el proceso de aprendizaje, ya que estimulan el uso del potencial auditivo para aprehender el mundo sonoro, comprenderlo y explicarlo. Este será un primer paso que facilite el expresarse por medio de la música, de manera vocal e instrumental, individualmente y en grupo, lo cual facilita crear mensajes musicales diversos, interpretarlos y difundirlos desde la propia experiencia. En síntesis, es brindar la posibilidad para que todos los y las participantes hagan música.
En otro sentido, disfrutar al escuchar o producir música en sus distintas manifestaciones contribuye a valorar y promover las creaciones musicales de los distintos grupos humanos y culturales de Guatemala y del mundo, lo cual permite consolidar la apreciación del patrimonio musical intangible y fomentar el respeto a los derechos autorales de los creadores musicales.
De una incidencia totalmente práctica y con una vinculación directa con la responsabilidades y demandas de los humanos del siglo XXI, se encuentra la realización de acciones tendientes a la promoción del cuidado de la salud en función de la actividad musical lo cual favorece el aprendizaje por medio de la estimulación neuronal que la música provee. Como extensión de lo anterior, se va creando también una conciencia que se dirige incluso a la conservación del ambiente ecológico acústico de Guatemala.
Finalmente, una actividad integradora es la realización de proyectos artísticos que articulen otras disciplinas afines con la música. Y todo lo anterior, signado con la marca de la alegría que conllevan las realizaciones musicales, lúdicas y recreativas, que favorecen la autonomía y expresión personal.
Componentes de la subáreaEditar
Para su desarrollo la subárea de Formación Musical se organiza en los siguientes componentes:
1. Sensopercepción: es el espacio destinado predominantemente al desarrollo auditivo. Implica destrezas y habilidades de percepción por medio de la audición. Conlleva la vivencia y realización práctica de conceptos referidos al sonido en sus variadas manifestaciones e incidencias sobre el ser humano. Asimismo refiere al estudio de la Ecología Acústica, concebida como la visión particular de músicos y educadores musicales en cuanto al efecto del fenómeno sonoro en las sociedades contemporáneas. Temas relevantes para el mundo del siglo XXI, como la contaminación sonora y el daño que el ruido puede causar al sistema nervioso en general son abordados en este componente.
2. Comunicación: pretende establecer vínculos concretos entre el estudiante y la música misma. Es aquí donde la música es abordada como lenguaje. Se destaca la función comunicativa del arte y se espera, en primera instancia, una realización práctica del hecho musical, por medio de las formas vocales (cantar, individual y grupalmente), instrumentales (tocar solo o en un conjunto) o mixtas. Se ha priorizado en todo momento el “hacer música” y no el “hablar o teorizar” en torno a ella. Esperamos cantar y tocar para disfrutar con la realización musical y que ésta genere desde el hecho vivencial la aprehensión de los conceptos. El código musical y sus signos cobran sentido al hacer música. Esta acción, cuando es colectiva, implica una serie de desarrollos importantes, tales como la disciplina, la cooperación, el trabajo en equipo, la sincronía, entre otros. Al realizarse individualmente sus alcances también son valiosos: desarrollo de la autoestima, autoconfianza, confianza mutua, autocontrol, esfuerzo propio, autoexigencia, identificación de límites de esfuerzo, y perseverancia.
3. Apreciación: apreciar implica valorar la música. Se busca promover un acercamiento a la función de la música en la sociedad, el impacto de la música en el ser humano y la relación entre la producción musical y la realización organológica en el marco de la vida. Se espera propiciar el juicio crítico, la reflexión, el análisis, pero también el placer por el escuchar, la alegría de conocer diversas expresiones musicales, provenientes de latitudes diversas y en equidad cultural. Se ha incluido el abordaje de temas contemporáneos como el colonialismo cultural, la descolonización posible del medio musical, la música de los pueblos no hegemónicos, la interculturalidad dentro de nuestro país y fuera del mismo, los discursos musicales, la tipología del oyente y otros más. Mejores oyentes, críticos más pertinentes y aprendices más felices es lo que se espera de este componente.
4. Creación: uno de los aspectos más maravillosos del arte es la posibilidad de estimular la creatividad y la creación. Por tal razón, se ha provisto un espacio que permita generar la expresión personal y ayudar a desarrollarla gradualmente. A partir de lineamientos sencillos que ayuden a trasponer la frontera de la inhibición y vayan propiciando estímulos de enlace, secuencia y amplitud, se espera propiciar momentos de mucho trabajo individual y colectivo que permitan tener como fruto creaciones en el aula, producto de la inventiva e imaginación musical de las y los estudiantes. La promoción y difusión de estos trabajos queda incorporada al componente, con un énfasis de proyección a la misma comunidad educativa y social si fuera posible.
Competencias de la subáreaEditar
- Participa en actividades que promueven la conservación del ambiente ecológico- acústico que le rodea.
- Expresa ideas, emociones, actitudes y valores por medio de la música, individual o grupalmente, de manera vocal, instrumental o mixta.
- Emite juicios sobre creaciones musicales y diferentes manifestaciones estético- sonoras.
- Aplica principios, conocimientos y técnicas musicales a su alcance en la realización de creaciones propias, vocales o instrumentales.
Competencias de gradoEditar
Mallas curriculares por gradoEditar
Apuntes metodológicosEditar
El desarrollo del trabajo en el aula de música es importante en función de la realización de ACCIONES MUSICALES. Es decir, momentos de contacto en los que por medio de la vivencia musical (vocal, instrumental o apreciativa), los jóvenes tengan oportunidad de una participación directa que les permita interiorizar los elementos musicales desde la ejecución y no desde la teoría.
Se parte de la búsqueda del desarrollo de la conciencia sonora, para irse adentrando, poco a poco en el afianzamiento de las conciencias rítmica y melódica. Los aspectos sensoperceptivos auditivos y llegar a culminar con el acercamiento a la conciencia armónica. Paralelamente, en los aspectos de apreciación, se ha buscado sustituir la farragosa aridez enumerativa de fechas, obras, compositores(as) y períodos por el desarrollo de la conciencia crítica de el y la estudiante, en los que prevalezca la aproximación a los procesos de evolución musical antes que la sucesión de hechos.
De lo anterior puede inferirse que es el impacto afectivo el que precede al entendimiento del fenómeno estético-musical.
Mantener un tono lúdico y creativo en el trabajo es fundamental. Los acertijos, los juegos sonoros y las prácticas instrumentales con todo tipo de útiles sonoros, siempre acompañados por movimiento, danza, realizaciones plásticas diversas, teatro, literatura y otros elementos de relación con distintas áreas curriculares, han demostrado una total eficacia para el logro de las competencias propuestas.
Para un mejor logro de los propósitos de esta guía, es conveniente dar una lectura general a cada componente de manera independiente, pero relacionándolo directamente con las competencias buscadas. Luego, es importante establecer la relación directa entre cada componente. Ello nos permite inferir que el hecho musical es integral y normalmente indivisible. Por tanto, susceptible de ser abordado globalmente y no en estancos separados.
Por lo mismo, planificar proyectos musicales grupales es la metodología sugerida que más se adapta para la propuesta. Es decir, organizar equipos en el aula que de acuerdo con sus propios intereses puedan dirigir su atención a realizaciones vocales, instrumentales, de danza, integradoras, por ejemplo.
Dos o tres competencias pueden converger en un núcleo de aprendizaje que mantenga un proyecto musical como centro de interés común. Diversos aspectos musicales se integran dinámicamente en una función más natural que la tradicional separación: teoría versus práctica, o la agrupación de cronograma: un mes de práctica vocal, otro de flauta, otro de historia, y otras actividades. Casos todos, que continúan en vigencia dentro del aula, pero que en la realidad han conducido a una concepción fragmentaria de la música, con énfasis teórico y con resultados de alejamiento de la y el estudiante, más que de desarrollo humano.
En los tres grados del Ciclo Básico, se da suma importancia a la música de Guatemala en sus diversas manifestaciones: la representativa de distintos grupos etnoculturales del país, la propia del discurso académico, la de línea popular tradicional, la contemporánea popular y la erudita. Todas con una distribución equitativa de realización y audición, de manera inclusiva y sin desmedro valorativo por su función, lugar de ubicación, posibilidades de difusión, por ejemplo. Partimos de la afirmación que reza: “Se ama lo que se conoce”, premisa que puede tener alcances incluso más amplios que una propuesta de civismo tradicional a ultranza, en el que la música sólo cumpla más bien una función de acompañamiento secundario en contraposición a aquella consigna abierta del arte, en el cual el ideal es la función liberadora.
La actualidad tecnológica se ha incluido, y se ha dado el espacio debido a la música contemporánea juvenil, que es parte fundamental de su desarrollo e intereses, con la modalidad interesante de favorecerla siempre con alegría y en equidad con la reflexión y formación del sentido crítico.
La lecto-escritura musical es promovida como un hacer más en el aula. Un corolario a la realización musical. Un medio, más no un fin. Por lo tanto, se vincula con la tarea total y se integra globalmente en las actividades en lugar de constituir el motivo central de una clase en la que se teoriza con ausencia de sonidos musicales.
En conclusión: se espera vivir la experiencia musical como base para la obtención de cada competencia. Promover la realización de acciones musicales que involucran la formación de conceptos musicales, el desarrollo de habilidades auditivas e interpretativas, a la vez que fomentan el gusto estético y buscan el crecimiento y desarrollo individual.
Cerramos con las palabras de la educadora Violeta de Gainza: “... si el siglo XX constituyó la revolución de los métodos en la Educación Musical, el XXI romperá los esquemas curriculares tradicionales para construir espacios abiertos de intercambio musical entre estudiantes y maestros”.
Actividades sugeridasEditar
A nivel individual: caminatas sonoras, experimentos con el sonido y/o el ruido, experimentos acústicos diversos, juegos de audición, realización de diarios sonoros, diarios musicales, grabaciones personales, musicalización de poemas, musicalización de ilustraciones, musicalización de dibujos animados o videos, visitas a estudios de grabación, contacto con tecnología sonora (por medio de grupos musicales, DJ ́s, intérpretes individuales, escuelas y academias de música, centros de distribución de equipo, por ejemplo.), manejo de técnicas de grabación sonora analógica y digital, uso de la web para acercarse a la música, análisis sobre la piratería, el creador y los derechos de autor, contacto con instrumentos musicales diversos, realización de juegos rítmicos, melódicos y armónicos, realización de prácticas de canto y de ejecución instrumental, audiciones diversas, asociación de la música que escucha con la literatura, con áreas científicas o humanísticas, con otras artes, entre otras, análisis crítico sobre diversos tipos de canciones o melodías sin texto, análisis del Himno Nacional de Guatemala en relación con la historia y con el contexto actual en que se vive, audición de música local en distintos contextos para promoción de la interculturalidad, realización de festivales estudiantiles de música, intercambios con jóvenes de otras escuelas para compartir música, elaborar colecciones de repertorio diverso, compartir canciones preferidas con otras y otros compañeros, bailar ritmos diversos, moverse expresivamente al ritmo de música de distintas procedencias, épocas y estilos, escuchar marimba, bailar con Gainza, Violeta de: Conferencia magistral de apertura. II Encuentro Internacional de Educación Musical. Monterrey, Nuevo León, México. Septiembre, 2001. Inédito. ella y tocarla, realizar juegos de lecto-escritura musical, inventar partituras creativas, indagar sobre los beneficios de la música para el desarrollo humano, buscar opciones vocacionales en torno al arte musical si lo desea, disfrutar con la música en todo momento.
A nivel grupal: desarrollar proyectos corales y de ejecución instrumental en grupo (integrar estudiantinas, grupos de marimba, bandas, orquestinas, orquestas, por ejemplo.), así como combinación de voces e instrumentos, realizar grabaciones, hacer actividades de ecologia acústica escolar o comunitaria, realizar actividades de interacción de la música con otras disciplinas artísticas, de relación de la música con otras áreas curriculares, de relación de la música con la vida escolar en general o con la vida de su comunidad, crear proyectos novedosos en su establecimiento: como la Radio Escolar, la grabación de pistas o videos, la organización de conciertos de diversas manifestaciones musicales en las aulas, organización de proyectos filantrópicos que agrupaciones musicales escolares o para apoyar a esas mismas agrupaciones, envío de sugerencias referidas al sonido y la música a instancias como: CONAMA, la Sociedad Mundial para la Abolición del Ruido, empresas locales de radio, medios escritos de comunicación, realización de invitación a músicos tradicionales para que visiten y den conciertos en su establecimiento, así como a fabricantes de marimbas o luthiers en general, inventar consignas rítmicas, melódicas o combinadas para identificar musicalmente a su plantel, su equipo deportivo, su sección, por ejemplo, dar y organizar conciertos escolares y comunitarios, festivales y concursos, disfrutar con la música en grupo en todo momento.
Se recomienda la realización de caminatas acústicas.
Por ejemplo en áreas orientadas a la formación de la expresión artística, en el reforzamiento de las competencias adquiridas, el énfasis está en la ejecución y realización musical, estos desempeños se remitirán a aspectos prácticos. Es por ello que las actividades guiadas por una prueba de ejecución serán fundamentales en este quehacer, tanto de manera individual como colectiva. De igual manera, las listas de cotejo que reflejen actuaciones son sumamente valiosas porque permiten visualizar los avances de desarrollo de las y los estudiantes.
En algunas ocasiones la tradicional “prueba escrita” quizá sea necesaria, pero no es fundamental su realización, dado que es el desarrollo de proyectos y el recuento de actividades –individuales y grupales- lo que mejor reflejará si las competencias se van alcanzando.
De esta cuenta, trabajos como el diario sonoro o musical, la grabación de repertorio personal y otros similares, son elementos muy valiosos para tomarse en cuenta, por cuanto reflejan el grado de identificación personal con el hecho musical y a la vez, dan referencia del grado de profundidad con que afectivamente la y el estudiante se ha involucrado.
Criterios de evaluaciónEditar
1. Mejora su audición con técnicas de ecología acústica
- Realizando inventarios sobre situaciones que dañan el oído
- Determinando acciones para evitar daños al sistema auditivo.
- Relacionando la hipoacusia con malos hábitos de audición
- Identificando las partes del sistema auditivo y la función que cumplen.
2. Identifica los distintos parámetros sonoros en la ejecución instrumental y vocal / ejecución musical
- Utilizando la respiración adecuada al emitir su voz con propiedad.
- Diferenciando entre las posibilidades de registro, difusión y reproducción sonora.
- Comparando la tecnología tradicional y la contemporánea.
- Ubicando los fenómenos musicales contemporáneos dentro de las -posibilidades tecnológicas
3. Interpreta repertorios con precisión, atención, alegría y pertinencia
- Identificando instrumentos por sus posibilidades tímbricas, interpretativas u otras. • Incorporando tecnología sonora a su alcance en sus realizaciones escolares.
- Disfrutando la realización de actividades interpretativas y representativas.
- Proponiendo y ejecutando canciones que ha creado.
- Valorando los procesos evolutivos de la tecnología instrumental.
4. Manifiesta predilecciones e interés por distintos grupos musicales instrumentales
- Estableciendo las conexiones entre el desarrollo de los instrumentos musicales y sus con textos social y de época.
- Ubicando los instrumentos musicales por su clasificación social: sinfónicos, autóctonos, electrónicos.
- Promueve el resguardo del patrimonio de la creación intelectual.
- Expresando por medios orales, escritos o artísticos sus comentarios en torno a la relación entre la marimba y la música de Guatemala.
- Identificando melodías destacadas interpretadas en marimba mientras las escucha.
5. Participa en actividades artísticas de la comunidad
- Identificando a las y los autores musicales guatemaltecos de acuerdo con el discurso musical que utilizan.
- Identificando en obras musicales diversas estilos, procedencia y forma estructural.
- Expresando sus emociones con libertad en el grupo musical.
6. Relaciona las canciones y melodías del resto del mundo con la producción musical de su propia cultura local
- Comparando con otros conjuntos instrumentales: bandas, orquestas, dúos, tríos, otros. * Identificando en obras musicales diversos estilos, procedencias y formas estructurales
7. Emite juicios críticos sobre creaciones musicales
- Analizando las creaciones musicales de la clase, con madurez y juicio objetivo
- Identificando el leitmotiv en obras musicales.
- Manejando sus emociones asertivamente mientras escucha música.
- Determinando en qué tipo de oyente puede ubicarse.
Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.
Incitación o excitación para iniciar o para avivar una actividad.
Espacio vital en el que se desarrolla el ser humano. Conjunto de estímulos que condicionan al ser humano desde el momento mismo de su concepción.
Sistema social para expresar ideas y manifestarlas al prójimo. Este sistema existe dentro de un entorno social (sistema social) y un sistema lingüístico (ejemplos son el español, francés, k’iche’, kaqchikel, etc.) Tienen que existir ambos sistemas para que pueda existir la comunicación.
Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.
Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.
Valoración, respeto y seguridad que cada persona tiene sobre sí misma, se construye y fortalece por medio de mensajes positivos de cariño y aceptación.
Se refiere a la persona que escucha a otro.
En el continuo de coaching es el rol de ser muy directo y enseñar, mostrar, guiar, etc.
Sacar una consecuencia o deducir algo de otra cosa.
Destrezas fonológica que consiste en dividir los fonemas o sílabas de una palabra.
Proceso mecánico mediante el cual se aprende a representar palabras y oraciones con la claridad necesaria para que puedan ser leídas por alguien que tenga el mismo código lingüístico. La escritura es la representación gráfica de nuestro lenguaje.
Disminución de la audición, estas personas alcanzan a escuchar sonidos del medio ambiente y la voz. Las personas con este tipo de pérdida manifiestan problemas en su articulación y atención. Los de grado moderado tienen afectada la recepción del mensaje, discriminación y comprensión en medios ruidosos. Deben utilizar permanentemente el audífono.