Caracterización del nivel Inicial
Este nivel se orienta a la atención de niños y niñas entre los 0 y 3 años de edad, los cuales son cruciales para el desarrollo del niño y la niña porque en estas edades se establecen las bases del comportamiento humano y de los primeros aprendizajes. El proceso educativo dura toda la vida; sin embargo, durante los primeros años de vida los y las infantes pueden potenciar su desarrollo dependiendo de su relación con los adultos.
Estudios recientes demuestran que durante el período prenatal, los niños y las niñas ya poseen una actividad mental capaz de recibir información, dar respuestas, acumular experiencias y responder adecuadamente a ellas. Esta capacidad se potencia y depende, en gran parte, de la interacción madre-bebé y de los estímulos del medio circundante; sobre todo, del educativo.
La calidad de las interacciones con los adultos, los vínculos afectivos y los estímulos familiares determinan decisivamente el nivel de desarrollo y la capacidad de aprendizaje de los pequeños y las pequeñas. También se establecen las bases para que el niño o la niña construya en el futuro su juicio moral, dada la carga valórica de sus experiencias diarias. En las etapas que abarca este nivel, el niño y la niña almacenan innumerables experiencias que traen bien aferradas a su ser cuando llegan al centro educativo.
De esa cuenta, el centro educativo debe apoyar y complementar la labor formativa que la familia realiza en los niños y las niñas a fin de consolidar dichos valores y propiciar el aprendizaje. Por lo anteriormente expuesto, en este nivel se hace énfasis en la presencia e intervención del agente educativo, quien brinda una estimulación y atención sistematizada.
Modalidades de atención en el nivel inicial[editar | editar código]
La educación en este nivel se desarrolla en dos modalidades: escolarizada y no escolarizada.
Modalidad Escolarizada: se desarrolla en centros de cuidado diario que brindan, según la visión y misión de cada centro, diversos tipos de servicio. En algunos casos, el personal que atiende a niños y niñas puede estar conformado por un equipo multidisciplinario: niñeras, enfermeras, psicólogo(a), trabajadora social. Los horarios de atención varían de 4 a 8 o 10 horas diarias según la oferta de la institución (Guarderías, Casas del niño, Centros infantiles, y Casas Cuna privadas) y según la demanda de la población a la que atienden, pues el objetivo principal de estos centros es ofrecer los cuidados a los y las menores, mientras las madres de familia trabajan.
Por las edades que reciben en los diversos centros, éstos se pueden clasificar de la siguiente manera;
En algunos centros estatales y privados se cuenta con un programa de estimulación del desarrollo infantil; sin embargo, es necesario que estos sean dirigidos y orientados de manera que se logre la atención sistemática. Esto permitirá el logro de competencias en las diversas áreas del desarrollo de niños y niñas.
Modalidad no escolarizada: se desarrolla con la participación directa, activa y organizada de la familia y de la comunidad. Los programas, aspectos pedagógicos y horarios se organizan teniendo como base las necesidades y características locales. La administración de esta modalidad está a cargo de miembros de la familia y de líderes comunitarios. Se atiende principalmente la estimulación de los procesos evolutivos en niños y niñas. Se proporciona orientación a padres y madres de familia acerca de aspectos de salud y nutrición. |
Caracterización de los niños y las niñas de 0 a 4 años[editar | editar código]
Las características de los niños y las niñas de 0 a 4 años, se ubican en tres esferas o ámbitos de desarrollo: el físico y motor, el intelectual y el socio-emocional; el desarrollo en cada esfera está en estrecha relación con el de las otras, por lo que los logros en una provocan logros en otra.
Desarrollo físico motor: en los primeros 4 años de vida el cuerpo humano se desarrolla con tal intensidad que no puede compararse con el de ninguna otra etapa de la vida. El desarrollo motor, en niños y niñas, se ve regido por dos principios: el céfalo-caudal y el próximo-distal. Los infantes pasan de conductas reflejas cuando son recién nacidos a adquirir cierta independencia al desplazarse en el espacio y realizar diversas actividades motrices con mayor soltura. Es importante resaltar que la calidad del desarrollo físico e intelectual está determinada por la nutrición que recibe el infante.
Desarrollo intelectual: el niño y la niña de 0 a 2 años, se ubica en la etapa sensoriomotora. Sus aprendizajes son el resultado de la exploración y del descubrimiento de su mundo por medio de sus capacidades motrices y sensoriales. Buscan intensamente la satisfacción de sus sentidos: viendo, alcanzando, probando los objetos. El significado que les atribuyen depende, en gran medida, de la interacción que tienen con los adultos.
Entre los dos y los tres años de edad los niños y las niñas cambian a la etapa preoperacional en la que el mayor logro incide en su capacidad para representar, mentalmente, acciones y objetos. Su lenguaje pasa de la etapa prelingüística caracterizada por la emisión de laleos y balbuceos a la etapa lingüística en la que expresa sus ideas, en forma progresiva, palabras, frases y oraciones. Se nota un incremento en el vocabulario y la comprensión de los mensajes se relaciona íntimamente con la estimulación que le brindan los adultos que le rodean. Se hace evidente que sus capacidades lingüísticas le permiten comunicarse con otras y otros, cada vez mejor. Esto facilita el establecimiento de relaciones sociales y la expresión de sus ideas.
Desarrollo socio-emocional: las relaciones sociales se inician en el seno familiar al fundar los vínculos afectivos con los cuales el niño y la niña van desarrollando la confianza y seguridad básica para establecer relaciones posteriores; estos vínculos se pueden crear con otros adultos que le prodigan el afecto necesario para un desarrollo saludable. En los primeros meses manifiestan sus emociones por medio de expresiones faciales y según aumentan sus posibilidades de expresión oral lo hacen por medio de las palabras. Durante los tres primeros años, según los adultos fomenten conductas positivas, avanzan gradualmente hacia el autocontrol de la conducta para ajustarla a las expectativas sociales.
Es importante destacar que las distintas etapas de la infancia se ven marcadas por las llamadas “crisis de desarrollo”. En las etapas que abarca el nivel inicial, se pueden observar al año y a los tres años.
La primera crisis ocurre durante el primer año de vida, la comunicación con el adulto se constituye en la actividad fundamental y dirige el comportamiento del niño y la niña; esta relación de calidad es de vital importancia, porque le permitirá saciar sus necesidades físicas y afectivas, desarrollar su lenguaje y pensamiento, así como a conocer sus posibilidades.
Alrededor de los tres años se presenta la crisis más característica. Las ansias de independencia, por las posibilidades de desplazamiento adquiridas, provocan en niños y niñas cierto negativismo y terquedad al buscar su propio espacio para hacer las cosas. Debido al nivel de independencia adquirido, entre los dos y los tres años, la actividad fundamental y rectora es la relación con los objetos.
Perfil del egresado(a) del Nivel Inicial[editar | editar código]
|
Organización del nivel[editar | editar código]
El desarrollo de un niño o una niña es mucho más que el crecimiento físico. Como promotores de este desarrollo es necesario nutrir y educar el cerebro de los niños y las niñas desde las primeras edades, considerando las características inherentes a cada etapa evolutiva esto les brindará las condiciones óptimas para enfrentar los retos del futuro.
En tal sentido el curriculum del nivel inicial se encuentra organizado en cuatro etapas -los primeros cuatro años de vida-
• Etapa “A” De 0 a 1 año • Etapa “B” De 1 a 2 años • Etapa “C” De 2 a 3 años, y • Etapa “D” De 3 a 4 años
Esta organización por años de vida pretende presentar de forma clara la evolución acelerada y drástica que ocurre en cada uno de ellos, la cual es más evidente durante el primer año de vida, en el que los niños y las niñas experimentan una evolución superior a la que experimentará en las etapas posteriores de su desarrollo, por lo que éste, está organizado por trimestres.
Las competencias establecidas para cada una de las etapas, están diseñadas de tal forma que permiten el desarrollo integral de niños y niñas.
Áreas del Currículum[editar | editar código]
El curriculum del nivel inicial está organizado en áreas, que permiten al niño y a la niña entre las edades de 0 a 4 años la estimulación de su potencial genético y favorecen las condiciones del desarrollo evolutivo.
En su diseño juegan un papel preponderante los elementos contextualizadores aportados por los ejes, lo cual permitirá que se establezca lo siguiente:
|
El alcance de las competencias de las diferentes áreas se evidencia por medio de los indicadores de logro, los cuales especifican, en términos precisos, cómo el niño o niña va avanzando. Así mismo constituyen las bases para el monitoreo y la evaluación.
Son áreas curriculares, las siguientes:
Áreas curriculares del nivel Inicial |
---|
|
Distribución tentativa del tiempo[editar | editar código]
Para abordar cada una de las áreas a lo largo de una jornada diaria o semanal y buscar con éxito el logro de las competencias, el o la docente debe tener conocimiento de las características inherentes a cada etapa evolutiva, del período que abarca, desde el nacimiento hasta los cuatro años. Lo anterior permitirá un trabajo más efectivo con el grupo en general y con cada niño o niña en particular, aspecto esencial del trabajo educativo en este período, donde se sentarán las bases para el desarrollo armónico de la personalidad.
Las siguientes gráficas ilustran la interrelación de los aspectos de la personalidad del niño y la niña con relación a las diversas etapas de su desarrollo. En la primera se puede observar esta relación al inicio del nivel y en la segunda, la relación al finalizar el mismo.
Puede observarse que en el primer año de vida, el desarrollo motriz es muy notorio, seguido por el desarrollo de la percepción. Esto impulsa el desarrollo intelectual, que se produce a partir de las interacciones con los objetos del medio social y natural y se transforman paulatinamente en estructuras intelectuales internas, ideales.
Piaget explica ese proceso de interiorización por medio de la teoría del desarrollo intelectual, la cual divide en tres grandes períodos: inteligencia sensorio-motriz (desde el nacimiento hasta los 2 años), período de preparación y organización de las operaciones concretas (de los 2 a los 7 años) y período del pensamiento lógico-formal (8 a 12 años).
Puede observarse además cómo la motivación y lo emocional constituyen la fuerza que gobierna o impulsa la actuación del niño y de la niña. El actuar de acuerdo con la voluntad se encuentra en una etapa incipiente.
La segunda gráfica muestra el desarrollo de la personalidad del niño y la niña entre los 3 y 4 años. Puede verse cómo la imaginación, la memoria y el pensamiento han adquirido más espacio en el desarrollo, así como el actuar por voluntad.
Considerando lo que las gráficas muestran, es necesario tener en cuenta, que los conocimientos se apoyan en determinadas operaciones intelectuales que son construidas por el individuo siguiendo procesos evolutivos, por lo que la enseñanza debe tenerlos en cuenta para poder asegurar que los estímulos que se ofrezcan al niño y a la niña puedan ser integrados a su sistema de pensamiento.
El papel del o de la docente en esta tarea, consiste en estimular el desarrollo de las aptitudes intelectuales del niño y la niña lo cual le permitirá descubrir su mundo. La enseñanza debe tener en cuenta el ritmo evolutivo del niño y organizar situaciones que favorezcan el desarrollo intelectual, afectivo y social, posibilitando el descubrimiento personal de los conocimientos y evitando la transmisión estereotipada de los mismos.
Siendo así, a las áreas de Destrezas de Aprendizaje y de percepción se le asigna más tiempo y se considera el área de Conocimiento de su mundo como eje, constituyéndose así en la actividad rectora para lograr el aprendizaje en función del desarrollo de niños y niñas.
Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.
Incitación o excitación para iniciar o para avivar una actividad.
Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.
Función por la cual se nutren los seres vivos. Suministro de las sustancias necesarias para aportar energía, para reponer las sustancias que se han perdido o para crecer.
Crecimiento o aumento en el orden físico, intelectual o moral.
Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.
Es un documento funcional, generalmente breve, que sirve para comunicarse por escrito en situaciones de la vida cotidiana.
Se refiere a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, las cuales vienen dadas por los cromosomas, las gónadas, las hormonas y los órganos sexuales. Es la corporalidad, el funcionamiento y forma del cuerpo. Es algo innato, biológico, que cambia de forma y funcionamiento de acuerdo a la edad.
Evidencia de que la competencia se ha alcanzado por el o la estudiante.
Proceso por el cual las personas adquieren cambios en su comportamiento, mejoran sus actuaciones, reorganizan su pensamiento o descubren nuevas maneras de comportamiento y nuevos conceptos e información.
Sistema social para expresar ideas y manifestarlas al prójimo. Este sistema existe dentro de un entorno social (sistema social) y un sistema lingüístico (ejemplos son el español, francés, k’iche’, kaqchikel, etc.) Tienen que existir ambos sistemas para que pueda existir la comunicación.
Capacidad o disposición que ha desarrollado una persona para afrontar y dar solución a problemas de la vida cotidiana y a generar nuevos conocimientos. Es la capacidad para actuar de manera pertinente ante una situación compleja, movilizando de manera integrada los recursos necesarios para resolverla de modo adecuado.Tiene una doble dimensión: a) posesión de un conjunto de recursos o capacidades (cognitivos, de procedimientos y de actitudes), y b) capacidad para movilizarlos en una situación de acción.