Fundamentos

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La creación de un municipio amigable a la lectura se basa en los siguientes fundamentos:

  1. La lectura es una competencia básica para la vida que proporciona herramientas a las personas para su desenvolvimiento en el ámbito escolar y fuera de él; además, contribuye al ejercicio de la ciudadanía y al éxito escolar. También es una herramienta para aprender que aumenta el acceso a la información y comunicación.
  2. La alfabetización es un derecho humano fundamental y constituye la base del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Por su capacidad de transformar la vida de las personas, la alfabetización resulta esencial para el desarrollo humano y social. Tanto para las personas y las familias como para las sociedades, es un instrumento que confiere autonomía con miras a mejorar la salud, el ingreso y la relación con el mundo.[1]
  3. “Las políticas de lectura no tienen una receta acabada, pero de todas maneras, se hace necesaria la constitución de una red de acciones asumidas colectivamente en cada comunidad, con decisiones concertadas interinstitucionalmente, que acojan las iniciativas y proyectos para apoyarlos y expandirlos hasta que las prácticas se tornen habituales en la experiencia de cada sujeto ciudadano.”[2]
  4. La articulación de actores, entidades y gestores en la implementación de programas de lectura contribuye al éxito de los mismos.
  5. Para promover la lectura se realizan actividades que motiven a las personas a leer. El promotor de la lectura es quien siembra y abona en el otro la necesidad y el interés de leer, activa, a través de la oralidad, los saberes cotidianos que sirven de bien para la lectura.
  6. Fomentar el hábito lector en los niños y jóvenes es una tarea de toda la sociedad: maestros, directores, familia, bibliotecarios, autoridades educativas, etc. En los centros educativos se deben desarrollar estrategias lectoras siguiendo los lineamientos del CNB y programarse actividades de promoción y aprendizaje efectivo de lectura.
  7. El aprendizaje de la lectura se inicia desde muy temprano con el uso del lenguaje oral y se incrementa cuando los adultos leen a los niños, cuando tienen acceso a material impreso, entre otros factores que influyen en el hábito lector de los estudiantes.
  8. Las bibliotecas públicas son vitales en la tarea de la promoción de la lectura; es un lugar para compartir la lectura y promover actividades para fomentar la lectura entre sus usuarios.
  9. El acceso a diversidad de materiales que respondan a las necesidades, inquietudes e intereses de las personas apoya su formación como lectores y a tener una actitud abierta a la diversidad cultural del mundo y a la lectura.
  10. Participar en actividades de promoción a la lectura motiva el gusto por la misma y se complementa con estrategias de desarrollo de la comprensión lectora.
  11. “Los alumnos aprenden a leer más rápido y adquieren otras aptitudes académicas cuando adquieren sus conocimientos iniciales en su lengua materna. Además, aprenden un segundo idioma con mayor rapidez que quienes aprenden a leer inicialmente en un idioma que no les es familiar”[3] p. 41. En este aprendizaje es fundamental incorporar la cultura.
  12. “El profesor ejerce una fuerte influencia sobre la forma en que los alumnos llegan a considerar el proceso de la educación en general, y el de la lectura como forma de aprendizaje, en particular.”[4]
  13. La comunicación contribuye al desarrollo municipal mediante la investigación y el uso de herramientas propias para la difusión de temas clave para la comunidad.

Referencias[editar | editar código]

  1. UNESCO. (2008) Informe de seguimiento Educación para todos.
  2. Yunes, I. (2005) “Políticas públicas de lectura: modos de hacerlas.” Pensar el libro 03.
  3. UNICEF. (2000) Estado mundial de la infancia 1999. Nueva York.
  4. Partido Calva, M. (2003) Lectura y práctica docente: un acercamiento. México.

En sentido descriptivo, el estado legal que garantiza la pertenencia a una comunidad política o nación. Como tal, garantiza un conjunto de derechos y deberes para los miembros reconocidos como ciudadanos. Además, en sentido normativo, que es el que más importa educativamente, la ciudadanía implica la condición de participar activamente en los asuntos públicos, de modo autónomo y asumiendo las responsabilidades que le correspondan. Un ciudadano es alguien que pertenece plenamente a su comunidad, que tiene en virtud de ello ciertos derechos y los correspondientes deberes, y que participa activamente en la vida pública. Estatus legal que otorga un conjunto de derechos y deberes, pertenencia a una comunidad con una identidad propia y capacidad para participar son, pues, tres caracteres que definen una concepción actual de “ciudadanía”.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

Fase de desarrollo o puesta en práctica de un currículum o programa educativo. Comprende el conjunto de procesos encaminados a adaptar el plan innovador. Puede ser juzgada en función de su “fidelidad” al diseño oficial o, por el contrario, por la adaptación propia que se hace a los contextos específicos.

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.

Aplicar estrategias para entender y recordar. Implica estar en capacidad de comunicar lo que se ha leído y escuchado.