Consejos de los abuelos
Cuando era pequeño vivía cerca de mis abuelos. Los visitaba con frecuencia. Ellos tenían muchos años. Recuerdo la comida que mi abuela preparaba. Hummmmmm, ¡qué rica era! Mi abuelo trabajaba en el campo. Siempre salía muy temprano.
Cuando mi abuelo regresaba a la casa, mi abuela lo recibía con una taza de café. De un delicioso y aromático café. A su regreso, yo estaba allí y recibía de él una cariñosa sonrisa. Yo corría a abrazarlo y él me ofrecía sentarme con él. Yo daba un salto y enseguida me sentaba en sus piernas. ¡Qué lugar tan tranquilo! Luego, con una paciencia incomparable, escuchaba
todas las aventuras de mi día. De cuando en cuando, tras una pausa, él me aconsejaba sabiamente. Aún recuerdo cuando decía:
- M’hijo, respetá la vida de los pájaros. Ellos significan mucho en la vida.
- Siempre viví en armonía con tus hermanos. Ellos siempre estarán contigo.
- Trabajá con cuidado y dedicación. El trabajo es importante.
Cajolá, Quetzaltenango
Narración de las acciones que les suceden a unos personajes en un espacio y un tiempo determinados.