Justicia para todos y todas
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Aprendizaje[editar código]
Interpreto la justicia como un derecho y la justeza de mis actos como una necesidad para promover un cambio.
Materiales[editar código]
Articulo “paradojas de la justicia”, papelógrafos, marcadores, masking tape.
Ideas clave[editar código]
- La justicia, no es el recibir, dar o repartir bienes materiales a las personas, tampoco podemos considerarla como el hecho de tener lo que nos pertenece, sino mas bien, el que todas y cada una de las personas tenga lo que necesita para vivir bien, pensando en el bien común. Esto quiere decir, que todos y todas tengamos la posibilidad de vivir con dignidad, satisfaciendo para ello y en primer lugar nuestras necesidades básicas: Salud, Alimentación, vivienda y educación y en segundo lugar la posibilidad de desarrollarnos como personas.
- En el plano personal podemos decir que la justicia es un valor, es ética, equidad y honestidad. Planteada también como un derecho, la justicia se presenta como sinónimo de equidad o igualdad. La equidad bajo el principio de que las personas tienen las mismas libertades, derechos y obligaciones ante la sociedad y la igualdad, desde la óptica que rechaza las relaciones sustentadas en una lógica de poder entre un “superior” y un “inferior”.
- En ese sentido, la injusticia se plantea como un orden sustentado en los actos humanos que someten a su voluntad e intereses, la vida y el desarrollo de las personas en su sentido más amplio, (nacimiento, necesidades, actitudes, pensamientos, decisiones y libertades). Si la entendemos de esa forma estaríamos pensando en que existen tanto ideas, políticas o modelos injustos como personas en sus relaciones diarias.
- Esta herramienta no pretende agotar un debate sobre el concepto, sino más bien plantea acercar a los estudiantes a una serie de reflexiones sobre las lógicas que a diario se observan en las relaciones sociales y cómo éstas moldean o alteran nuestra interpretación y actitudes ante la vida.
Desarrollo de la actividad[editar código]
- En plenaria realice las siguientes preguntas y anote en un lado del pizarrón las respuestas a la primera pregunta.
¿Cómo entienden la justicia?
¿Cómo se aplica esa justicia? - Divida el grado en tres grupos y reparta las partes del siguiente artículo.
- Cada grupo deberá leer la parte que le toca en voz alta y en plenaria.
Paradojas De la justicia[1]
1) ¿Por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?
Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza. ¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés? El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo, el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla?
¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden? Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?
¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores?
¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?
2) ¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?
Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.
¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es? ¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.
Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura niversal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.
3) En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?
Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia?
¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia? ¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre?
Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?
Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas:
–Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.
En El Salvador, el arzobispo Óscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. Él murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento. El resultado de las recientes elecciones del 2009 en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?
A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.[2]
4. Después de la lectura, pida que respondan en papelógrafos las siguientes preguntas:
- ¿De dónde vienen nuestras ideas de justicia?
- ¿Quiénes violan esas ideas de justicia?
- ¿Qué ejemplos de injusticia vemos en Guatemala?
- ¿Quiénes cometen esa injusticia?
- ¿Después de leer el texto, qué otro tipo o idea de justicia se imaginan?
- Construyan una nueva definición de justicia con esas ideas.
5. Exposición en plenaria. Mientras eso sucede, anote en el otro lado del pizarrón, las respuestas que se den a la quinta pregunta.
6. Al terminar las exposiciones realice una síntesis resaltando los siguientes aspectos:
- Compare las diferencias que resulten entre la interpretación de la justicia entes y después de la lectura.
- Resalte las reflexiones de los estudiantes que ayuden a entender la justicia en un sentido social y más amplio, relacionándola con la igualdad, la equidad y la solidaridad.
- Comente que justicia no solamente es la ley que castiga la violación a las reglas, sino el acto de rechazo y lucha contra las injusticias que viven los pueblos.
7. Refuerce las ideas de los estudiantes por convertirse en hombres justos y mujeres justas, pidiendo en plenaria lo siguiente:
- Piensen en una persona o personaje que sea o haya sido referente de lucha contra la injusticia. ¿Qué haría este personaje si se encontrara ante la injusticia que se comete contra la mayoría de población en Guatemala?
- Resalte que si todos y todas rescatamos las ideas de grandes mujeres y hombres justos podremos transformar el país y vivir sin injusticia y sin impunidad.
Recomendaciones para docentes[editar código]
Referencias[editar | editar código]
Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. (DLE). El sistema de creencias, valores, costumbres, conductas y artefactos que los miembros de una sociedad utilizan para enfrentar al mundo y a los demás, y que se transmiten de generación en generación a través del aprendizaje. En este sentido la cultura es fundamental en todo idioma y solo puede aprenderse por medio de la transmisión.
Proceso por el cual las personas adquieren cambios en su comportamiento, mejoran sus actuaciones, reorganizan su pensamiento o descubren nuevas maneras de comportamiento y nuevos conceptos e información.
Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes