El pájaro Ajaw
Según cuentan nuestros abuelos, hace mucho tiempo existió un pueblo a las orillas de un lago. Allí, todos vivían atemorizados por un pájaro poderoso. El pájaro tenía garras muy fuertes, las que utilizaba para llevarse a los niños. Los pobladores le llamaban Ajaw, que significaba poderoso.
Todas las personas escondían a sus hijos en sus casas. Ellos sabían que cada vez que el pájaro volaba sobre el pueblo se llevaba a un niño. Un día, a alguien se le ocurrió colocar un cuero de oveja en la espalda de los niños, para confundir al pájaro. Al hacer esto, cuando el pájaro quisiera llevarse a un niño, lo que se llevaría sería el cuero. Tuvieron éxito con esta idea, por muchos años.
Un día, el encargado del pueblo se dio cuenta que los niños seguían corriendo peligro. Por eso, decidió hacer un tubo largo de bambú, para soplar el agua del lago y trasladarla a otro lugar. Así lo hizo; sopló, sopló y sopló hasta trasladar el lago a otro lugar. De esta manera se formó una laguna a la que llamaron Chikabal. En sus orillas se formó San Martín Sacatepéquez.
El pájaro Ajaw vio que el lago ya no tenía agua y que la población se había trasladado a otro lugar, por eso, voló hacia la montaña. Desde entonces nadie lo ha visto. Algunos cuentan que lo han escuchado en lo alto de la montaña.
Nota[editar | editar código]
- ↑ Esta versión de la autora está basada en la tradición oral.
Narración de las acciones que les suceden a unos personajes en un espacio y un tiempo determinados.