Área de Motricidad - Inicial

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Competencias del área[editar | editar código]

  1. Se orienta en el espacio, usando su cuerpo como referente, manifestando equilibrio, coordinación y control de los diversos segmentos corporales en diversos desplazamientos y posturas.
  2. Reconoce su cuerpo y su imagen personal, cuidando de su cuerpo de acuerdo con las orientaciones que recibe.
  3. Ejecuta actividades lúdico – motrices, organizando el movimiento de manera que comunique actitudes de respeto en sus relaciones con otros y otras.

¿En qué consiste el área?[editar | editar código]

El área está orientada a que los niños y las niñas tomen conciencia de su cuerpo. Esta toma de conciencia es indispensable para la realización y el progresivo control de sus movimientos finos o específicos, así como para la posición respecto a su centro de gravedad. El área también busca integrar nuevos movimientos de segmentos gruesos del cuerpo para que los y las infantes exploren su medio, perfeccionen en forma gradual sus desplazamientos al explorar el medio que les rodea, manteniendo un equilibrio postural incipiente.

Además, se busca que los niños y las niñas se sientan cómodos en su cuerpo, lo conozcan, controlen y manejen más, y en consecuencia, influyan en su comportamiento tónico-emocional. Permite, mediante actividades lúdicas, que los niños y las niñas dominen los elementos espacio-temporales y perfeccionen el control motor.

¿Cuáles son sus componentes?[editar | editar código]

El área de motricidad se organiza en los siguientes componentes: Motriz, el Afectivo - social y la Organización del esquema corporal.

El componente Motriz, se refiere al desarrollo de la tonicidad muscular, de las funciones de equilibrio, control, coordinación, disociación del movimiento y al desarrollo de la eficiencia motriz en cuanto a rapidez y precisión; propicia situaciones en las que el niño y la niña sean capaces de desarrollar y mantener el equilibrio (posición estática o dinámica funcional con respecto a la fuerza de gravedad), la habilidad de organizar y coordinar acciones motrices de forma eficiente, económica y segura.

El componente Afectivo – social hace énfasis en la importancia de organizar el movimiento, se manifiesta más que nada a nivel de actitud y de estilo en relación con la forma como se organiza una tarea motora. Pone de manifiesto la personalidad del niño o la niña, su comunicación y sus relaciones con otros y otras, la situación en la que se realiza la tarea y la influencia del medio circundante.

En cuanto a la Organización del esquema corporal, se refiere a la toma de conciencia del cuerpo en su totalidad; permite, en forma simultánea, el uso de determinadas partes del mismo así como la conservación de su unidad en todas las acciones que puede ejecutar. Enfoca la adquisición del conocimiento inmediato del cuerpo en función de la interrelación de sus partes con el espacio y los objetos que lo rodean. En cuanto a este último aspecto, lleva a niños y niñas a distinguir entre las nociones de orientación, organización y estructuración de los elementos en el espacio. Otro aspecto, íntimamente relacionado con los anteriores, es el desarrollo de la conciencia temporal que implica no solamente la capacidad para modificar la velocidad y dirección del movimiento sino la de mantener acciones en sucesiones repetitivas que indiquen movimiento de objetos y hechos ordenados en el tiempo.

Competencias del área[editar | editar código]

0 a 1 año
1 a 2 años
2 a 3 años
3 a 4 años

Apuntes metodológicos[editar | editar código]

Los cambios más importantes con respecto al desarrollo motor de toda persona ocurren en los primeros años de vida, es en este período en el cual el niño y la niña adquiere destrezas básicas y necesarias que le permitirán la supervivencia y el desarrollo de habilidades superiores.

Este desarrollo motor sigue una secuencia, es decir que el dominio de una habilidad ayuda a que surja otra. Observamos así como primero aprende a levantar su cabeza, luego a girar, sentarse, gatear, para luego pararse, caminar, correr, saltar, haciendo cada vez más complejo el ejercicio de sus movimientos.

El desarrollo de esta secuencia es muy importante para el niño y la niña, debe tenerse los cuidados, la atención y la estimulación necesaria puesto que será la base que permitirá el desarrollo de otras habilidades, tanto intelectuales como afectivas. También nos permite detectar alguna alteración en el desarrollo, a nivel de tono muscular, postura o retraso psicomotor.

Considerando que el primer año de vida es de vital importancia lo separaremos de las siguientes tres etapas.

Cuando el niño y la niña nacen, su forma principal de interacción con el medio se establece mediante los reflejos incondicionados. Durante este primer año de vida del niño y la niña, existe una interdependencia armónica entre lo motor y lo sensorial, lo que tiene su base en los reflejos incondicionados. De ello se puede derivar un sistema de influencias educativas, que sin interferir en el normal desarrollo, puedan satisfacer las necesidades de movimiento del niño, su mayor interacción con el mundo circundante y una amplia comunicación afectiva con el adulto, lo que va a influir favorablemente en este desarrollo.

En el niño y niña del primer año de vida con normal desarrollo y en condiciones naturales de estimulación aparecen movimientos fundamentales encada trimestre de su vida. La aparición de movimientos fundamentales depende en amplia medida de la Maduración del Sistema Nervioso, donde el proceso de Mielinización representa un aspecto y se produce también por la influencia de las condiciones de vida y educación.

Es importante detallar la diferencia entre la estimulación natural y la estimulación dirigida. La natural es aquella donde el niño y niña se desenvuelven en un medio que le propicie un espacio seguro, donde tenga a su alcance objetos de variadas formas, tamaños y texturas, que le faciliten sus movimientos y desplazamientos, así como las manipulaciones y exploraciones con estos objetos, respetando su desarrollo a ritmos propios, lo que no significa que el adulto no este presente junto a él o ella: estimulando, elogiando, dándole toda la afectividad y niveles de ayuda necesarias.

La estimulación dirigida, incorpora a todo lo anterior una serie de ejercicios que el adulto aplica directamente como: tonificaciones de masajes, movimientos pasivosyreflejos. Estasestimulacionessonmuyefectivasenlaniñezquepresenta notable retraso en el desarrollo motor.

Lo expresado reviste una gran importancia ya que la mayoría de estas estimulaciones se basan en la manipulación directa, por lo que se requiere poseer el conocimiento necesario, tanto de la metodología a aplicar, como de las características morfo- funcionales del organismo infantil. Esta es la única forma de garantizar que no se cometan errores, que puedan ser irreversibles en edades posteriores.

Los requisitos básicos que se deben cumplir para la aplicación de este tipo de estimulación son los siguientes:

  • No comenzar a aplicar antes de los 45 días de nacidos.
  • Como momento inicial, establecer una comunicación afectiva con el niño o niña: sonreírle, hablarle, cantarle, de forma tal que el niño o niña reaccione fijando la mirada en su rostro.
  • El tiempo de estimulación debe aumentar progresivamente partiendo de 5 minutos y no debe sobrepasar los 10.
  • En toda sesión pueden realizarse desde 4 hasta 6 tipos de ejercicios.
  • Quincenalmente puede variarse la actividad completa.
  • Tener al alcance objetos sonoros, de diferentes formas, tamaños, colores y texturas, para propiciar el estimulo sensorial y las respuestas motrices. Estos objetos estarán limpios y no ofrecerán peligro para la niñez.
  • El vestuario de los pequeños debe ser muy ligero, preferentemente desnudo y sin calzado.
  • El adulto debe tener las uñas cortas para no dañarles la piel y lavar sus manos antes de la sesión de estimulación.
  • No untar en la piel del o la bebe ningún producto químico.
  • El mejor horario es el de la mañana. Si han ingerido alimento debe esperarse un tiempo aproximado de 30 a 45 minutos según el tipo de

alimento.

  • Al final de la sesión se recomienda un baño de agua tibia.
  • Los ejercicios deben realizarse en superficies que no sean blandas, se recomienda colocar frazadas en el piso o utilizar directamente el piso, fundamentalmente cuando ya de desplazan, ya que la superficie dura facilita los movimientos de desplazamientos.
  • Las posiciones deben alternarse entre un ejercicio y otro, a fin de garantizar la influencia balanceada de cada movimiento en la columna vertebral.
  • En cada actividad se debe alternar el tipo de estimulación: reflejos, pasivos y masajes.

Para las siguientes etapas, el vida de los niños y las niñas debe transcurrir en un ambiente donde se le ofrezca posibilidades de movimiento, brindándoles la seguridad, confianza y afectividad necesaria. La evolución del desarrollo motor ocurre de forma consecuente y los movimientos se logran con mejor coordinación, orientación, equilibrio y ritmo en su ejecución, lo que solo es posible por la vivencia práctica.

En la medida de lo posible debe contarse con pisos micro porosos para favorecer la estimulación táctil y la caminata, además se debe facilitar un lugar seguro con suficiente espacio donde puedan correr y hasta amortiguar sus inevitables caídas. De la misma forma se debe propiciar el acceso a diferentes objetos, obstáculos, recursos naturales al aire libre, donde puedan (bajo observación), realizar diferentes desplazamientos.

Actividades sugeridas[editar | editar código]

  1. Mostrar juguetes, chinchines, figuras en colores fuertes para focalizar su visión y hacer que mantenga la cabeza levantada por breves minutos.
  2. Actividades reflejas.
  3. Movimientos pasivos de parte del adulto para ayudarles a rodar, sentarse y gatear, auxiliándose de rodillos de estimulación, cuñas, colchonetas, pelotas para ejercicios, tableros de actividades, rodillos de gateo, túneles de gateo, módulos de coordinación para trabajar fuerza muscular en brazos y piernas.
  4. Actividades de orden táctil, para la apreciación de las cualidades de los objetos susceptibles de ser percibidos a través de los órganos receptores de la piel para facilitar un nivel de maduración del sistema nervioso.
  5. Actividades cinestésicas que aportan la auto percepción del movimiento muscular, peso y posición de las diferentes pares del cuerpo, a través de los receptores situados en articulaciones, músculos, tendones, piel, etc.
  6. Actividades propioceptivas, que a través de los receptores sensoriales encargados de recabar datos informan acerca del propio organismo, por oposición a los datos exteroceptivos que se reciben del ambiente externo.
  7. Actividades visuales, que proporcionan información del color, tamaño, situación, etc., de los objetos y de las partes del propio cuerpo.
  8. Exploración del propio cuerpo, visual y manualmente.
  9. Diferenciación de espacios y partes del cuerpo.
  10. Diálogos tónicos con el ambiente. 11. Diversos desplazamientos
  11. Posibilidades de imitación
  12. Aparición del “otro” como estímulo social significativo 14. Ejercicios de motricidad global
  13. Ejercicios de equilibrio estático y dinámico
  14. Evolución de la percepción del propio cuerpo a través de señalar, tocar, utilizar, hablar, etc.
  15. Ejercicios de simetría corporal
  16. Ejercicios de coordinación
  17. Ejercicios de tracción y prensión
  18. Ejercicios espacio-temporales
  19. Ejercicios para la educación perceptiva
  20. Ejercicios de expresión: danza, dramatización, etc.

Criterios de evaluación[editar | editar código]

Los criterios de evaluación son enunciados que tienen como función principal orientar a los y las docentes hacia los aspectos que se deben tener en cuenta al determinar el tipo y nivel de aperndizaje alcanzado por los y las estudientes en cada uno de los momentos del proceso eucativo según las competencias establecidas en el curriculum. Desde este punto de vista, puede decirse que funcionan como reguladores de las estrategias de enseñanza.

Para esta área curricular debe considerarse la evaluación cualitativa y cuantitativa como un proceso constante de las capacidades motrices alcanzadas poe el niño y la niña al finalizar el período de 0 a 3 años con 11 meses, considerando los siguientes criterios:

  • Nivel de dependencia o autonomía alcanzado para el desplazamiento y dominio de la marcha.
  • Seguridad en diferentes espacios para el desarrollo de cualquier actividad vital en está estapa (comer, jugar, dormir entre otros).
  • Grado de seguridad para interactuar adecuadamente utilizando su cuerpo y combinando sus movimentos con personas, objetos y juguetes.
  • Posibilidad de socializar con sus movimientos.

Capacidad o destreza para hacer algo bien o con facilidad.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

Incitación o excitación para iniciar o para avivar una actividad.

Crecimiento o aumento en el orden físico, intelectual o moral.

Espacio vital en el que se desarrolla el ser humano. Conjunto de estímulos que condicionan al ser humano desde el momento mismo de su concepción.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

Lo que estimula o incita a hacer algo.