Parte I. La lectura - ¿Qué significa leer y escribir?
¿Por qué es importante que los estudiantes lean?[editar | editar código]
En relación con los beneficios que brinda la lectura al desarrollo de la persona y de la comunidad, podemos mencionar varios aportes, entre ellos destacan los de Condemarín[1], Charria y González[2], y Borrero[3].
a. La lectura es el principal medio para desarrollar el lenguaje. A través de la práctica constante de la lectura, el lector va asimilando y comprendiendo palabras, expresiones, formas gramaticales, ortografía, entre otras muchas, que se van comprendiendo e integrando a sus aprendizajes. Leer con frecuencia permite al lector acumular un vocabulario en constante expansión. De igual manera, cuando los niños leen cuentos desde pequeños, además de enriquecer su vocabulario, aprenden progresivamente la forma de organizar las palabras en el lenguaje escrito. Generalmente, los niños muestran este conocimiento cuando inventan sus propios cuentos. La lectura es la principal fuente de enriquecimiento del lenguaje verbal, pues las palabras y estructuras lingüísticas que los niños y jóvenes interiorizan, son el motor de la competencia lingüística y constituyen la fuente de la cual fluirá su capacidad de expresión y comprensión del mundo.
b. La lectura estimula la imaginación creadora. La oportunidad de leer y adentrarse en los mundos que ofrece la literatura estimula la imaginación creadora de la persona. Al comprender el texto, el lector desarrolla la capacidad de crear sus propias imágenes de los personajes, los escenarios y las acciones que se narran. Todas estas imágenes relacionadas son construidas por el lector sobre la base de sus propias experiencias e interacciones sociales. La imaginación es la habilidad básica para todo proceso creativo, dado que la poesía, el dibujo, la escultura, el diseño y otras artes, se basan en la capacidad para crear imágenes internas. Sin embargo, las investigaciones con niños y adolescentes demuestran que aquellos que dependen únicamente de las imágenes ofrecidas por los medios de comunicación, no desarrollan la imaginación de la misma manera. Cuando los estudiantes tienen acceso a la literatura, tienen la posibilidad de usar el lenguaje de diversas maneras y de relacionar oraciones y palabras cargadas de emoción. De esta manera se crean las bases para que los niños desarrollen la creatividad y se favorece la expresión.
c. La lectura determina procesos de pensamiento. De acuerdo a Condemarín[1], en las culturas orales, la limitación de palabras solo a sonidos, en un contacto interpersonal, determina modos de expresión y procesos de pensamiento específicos. La posibilidad del lenguaje escrito y la retroalimentación al escuchar, hablar y producir textos, implica la modificación de las representaciones, la conciencia y la acción, por lo que se estimulan habilidades de pensamiento superior. Charria y González[2] apuntan que con la lectura se desarrolla el sentido crítico. Gracias a la interacción con diversos materiales de lectura, el lector conoce y analiza la realidad, confronta diversos autores e ideas y opina acerca de ellos de acuerdo con su código ético. Indican, además, que estas habilidades del pensamiento son los elementos básicos de una formación en la cual la reflexión, el análisis y la actitud crítica son los motores que impulsan la construcción de un conocimiento válido y significativo.
d. La lectura expande la memoria. Cuando las personas viven en culturas mayoritariamente orales, cuentan en su haber con una serie de recursos que les permiten retener la información en su memoria de largo plazo y usarla cuando sea necesario. Por ejemplo, la utilización de patrones rítmicos que facilitan recodar las letras de canciones, adivinanzas, fórmulas de juego, poemas, etc., la utilización de proverbios, máximas, refranes, dichos y otras fórmulas lingüísticas que se transmiten de generación en generación, transmisión que se da en situaciones comunicativas que le brindan sentido y permiten atesorar la sabiduría popular. La ampliación de la memoria humana se ha logrado a través del lenguaje escrito, ya que este permite el registro y recuperación de la información. De esta manera se expande la memoria humana, situación que no es posible únicamente con la oralidad. La oralidad apunta tanto a la oralidad primaria como a la secundaria. La primera hace referencia a una cultura totalmente ajena a cualquier conocimiento de escritura manuscrita o impresa. La oralidad secundaria se refiere a una nueva oralidad apoyada por el teléfono, la radio, la televisión y otros dispositivos electrónicos.
e. La lectura estimula las emociones y la afectividad. Los textos narrativos y poéticos, además de otros textos literarios, que muestran las motivaciones y conflictos de la humanidad, enfrentando la adversidad, a la naturaleza y la incertidumbre, permiten que el lector tome conciencia de sus propios esfuerzos y de su realidad. Por medio de estos textos, el lector reflexiona sobre sí mismo, la empatía hacia otros, aprende a valorar las diferencias, solucionar problemas y aprender a explorar opciones para sí mismo y para la sociedad. La lectura ofrece la oportunidad de desarrollar valores, mediante la reflexión constante acerca de estos a partir de los personajes e historias leídas. Los textos literarios estimulan una diversidad de emociones en el mundo interior del lector. En el proceso, al enfrentar las diversas tramas, las escenas y la interacción con la diversidad de personajes, el lector activa sus recuerdos y experiencias, tensiones, conflictos, soluciones, y es posible que encuentre respuestas a sus propias interrogantes afectivas.
f. La lectura desarrolla el sentido crítico. Por medio de la oralidad la persona obtiene información que podrá recordar según la capacidad de retención y recuperación de la memoria humana, mientras que el lenguaje escrito le permite construir sus propios saberes, a partir de una interiorización y selección de información de diferente tipo y diversos puntos de vista. Un buen lector interactúa con diferentes voces producto de su variada lectura, con diversos personajes; puede modificar sus creencias, prejuicios, opiniones y puntos de vista. Con ello descubre que hay múltiples posibilidades y resoluciones frente a situaciones problemáticas. A través del manejo de sus valores, el lector puede tomar una postura frente al texto y compartir su opinión con argumentos bien fundamentados. La lectura es una herramienta instrumental que favorece el desarrollo de destrezas de pensamiento crítico imprescindible para el ejercicio responsable de la ciudadanía.
g. La lectura estimula la creación de textos. Actualmente ya no se conciben la lectura y la escritura como procesos independientes, sino como procesos interactivos centrados en el significado. Este nuevo enfoque modifica las concepciones tradicionales en las que a la lectura se le concebía como un proceso de decodificación, y a la escritura, como un proceso de codificación. Esta nueva concepción tiene como meta final la construcción del significado, donde ambos procesos en constante relación estimulan la creación de textos y la necesidad de leer más. La diversidad de estudios concluye que la lectura y la escritura están interconectadas, apoyadas e involucradas de manera fundamental con el pensamiento. La producción de diversidad de textos mejora la comprensión de lectura y la lectura conlleva a un mejor desempeño como escritor. En la estimulación de ambos procesos, a través de una experiencia combinada, los estudiantes desarrollan niveles de pensamiento más altos que si se practicaran de manera aislada. La escritura también desarrolla la creatividad, ya que estimula a los niños y jóvenes a expresar su afectividad y su imaginación a través de poemas, cuentos, libretos de dramatizaciones y otros medios de expresión.
h. La lectura determina el desempeño escolar. La lectura es una competencia fundamental para la vida y se hace instrumental en la comunicación, tanto en el ámbito escolar como fuera de él. En el contexto escolar, la comprensión lectora favorece el éxito y la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo y su integración social sin riesgo de exclusión. En los primeros años de vida escolar, la enseñanza del código escrito absorbe un tiempo importante de la enseñanza, los maestros de los primeros grados se esfuerzan para que los estudiantes “descifren” textos. Conforme los estudiantes se convierten en lectores independientes, enriquecen su vocabulario y estructuras gramaticales y aumentan su competencia ortográfica. En la medida en que los estudiantes ascienden de grado, progresivamente la lectura se va convirtiendo en la principal fuente de información de todas a las áreas. El aprendizaje de nueva información escrita dependerá del volumen de lectura y de su procesamiento (activar conocimientos, previos, leer y releer con atención, tomar nota de los detalles relevantes, hacer resúmenes, esquemas u organizadores gráficos del texto, etcétera). Además, la lectura enriquece y estimula intelectualmente al estudiante ya que conforme lee, puede enriquecer los textos con sus propios aportes, anticiparse al contenido, forjar hipótesis, confirmarlas o descartarlas; puede razonar, criticar, inferir, establecer relaciones y elaborar conclusiones.
La lectura en la era digital[editar | editar código]
Los requerimientos sociales y culturales de la escritura se han modificado a través del tiempo. Actualmente, en la era de la informática, leer y escribir son herramientas indispensables para comunicarse e interactuar en un mundo cada vez más globalizado. En esta interacción global, el lector tiene la oportunidad de enriquecer su vocabulario al interactuar con textos de diversos orígenes; además, exige más del lector, pues le requiere manejar procesos cognitivos complejos, ya que al enfrentar una gran cantidad de información, debe poder sintetizarla para evaluarla y juzgar su veracidad y relevancia.
Las personas analfabetas tienen grandes desventajas frente a quienes sí leen, ya que usar la lectura contribuye al desarrollo personal y brinda oportunidades para vivir con calidad. Además, esta cumple un rol importante en el desarrollo social y cultural de los pueblos, forma personas abiertas al mundo, orientadas hacia el futuro, capaces de valorar la planificación y aceptar los principios científicos y tecnológicos que surgen continuamente.
Las personas lectoras son también indagadoras de conocimientos que les permiten mejorar su calidad de vida además de adaptarse a los cambios sociales y culturales. Saber leer abre toda una gama de posibilidades, desde el placer y el entretenimiento hasta la investigación y el trabajo. Ser un lector y escritor competente es una herramienta valiosa para adquirir conocimientos que ayudan a ser competitivo y exitoso en el mundo actual.
Es prioritario para familias, educadores y sociedades lograr que todos sepan leer; para formar lectores esta actividad debe ser permanente y gratificante, realizada con placer, con variedad de oportunidades de lectura que les permita a las personas nutrir sus diversos intereses e indagaciones. En otras palabras, es lograr una “apropiación” del lenguaje escrito, a través de la valoración de su habilidad para leer, escribir, así como, demostrarlo a través de sus actividades y hábitos cotidianos.
Para practicar[editar | editar código]
Notas[editar | editar código]
- ↑ 1,0 1,1 Condemarín, M. (2001). El poder de leer. Chile: División de Educación General. Ministerio de Educación de la República de Chile.
- ↑ 2,0 2,1 Charria, M. E. y A. González. (1993a). Hacia una nueva pedagogía de la lectura. Colección La escuela y formación de lectores autónomos. (Vol. 1). Bogotá, Colombia: Procultura - CERLALC.
- ↑ Borrero, L. (2008). Enseñando a leer: teoría, práctica e intervención. Bogotá: Grupo Editorial Norma.
Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.
Se entiende como el “conjunto de normas que regulan la correcta escritura de una lengua”.(Asociación de Academias de la Lengua Española, ASALE. (2010). Ortografía de la lengua española. España: Espasa).
Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.
Capacidad o destreza para hacer algo bien o con facilidad.
Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes
Proceso mecánico mediante el cual se aprende a representar palabras y oraciones con la claridad necesaria para que puedan ser leídas por alguien que tenga el mismo código lingüístico. La escritura es la representación gráfica de nuestro lenguaje.
En sentido descriptivo, el estado legal que garantiza la pertenencia a una comunidad política o nación. Como tal, garantiza un conjunto de derechos y deberes para los miembros reconocidos como ciudadanos. Además, en sentido normativo, que es el que más importa educativamente, la ciudadanía implica la condición de participar activamente en los asuntos públicos, de modo autónomo y asumiendo las responsabilidades que le correspondan. Un ciudadano es alguien que pertenece plenamente a su comunidad, que tiene en virtud de ello ciertos derechos y los correspondientes deberes, y que participa activamente en la vida pública. Estatus legal que otorga un conjunto de derechos y deberes, pertenencia a una comunidad con una identidad propia y capacidad para participar son, pues, tres caracteres que definen una concepción actual de “ciudadanía”.
Incitación o excitación para iniciar o para avivar una actividad.
Aplicar estrategias para entender y recordar. Implica estar en capacidad de comunicar lo que se ha leído y escuchado.
Es un documento funcional, generalmente breve, que sirve para comunicarse por escrito en situaciones de la vida cotidiana.
Sacar una consecuencia o deducir algo de otra cosa.