Rol del profesor
En el Aprendizaje Basado en Retos los profesores se convierten en más que expertos de información: se transforman en colaboradores de aprendizaje, buscan nuevo conocimiento junto con los estudiantes, al mismo tiempo que moldean hábitos y nuevas formas de pensamiento. Este enfoque puede incrementar la motivación y generar una actitud positiva en el estudiante y el maestro hacia el aprendizaje[1][2][3].
Los profesores que han implementado conjuntamente este acercamiento reportan que la colaboración con otros profesores es uno de los aspectos más benéficos y amenos para su crecimiento y desarrollo profesional[4]. Por ello, este enfoque funciona especialmente bien cuando profesores de diferentes disciplinas trabajan juntos.
De acuerdo con algunos profesores del Tecnológico de Monterrey que han implementado el Aprendizaje Basado en Retos en sus cursos, entrevistados por el Observatorio de Innovación Educativa en 2015, las principales funciones del profesor al utilizar este enfoque son las siguientes:
- Propone la temática del reto o el reto mismo en conjunto con los estudiantes, otros profesores colaboradores o expertos externos.
- Se asegura que exista una relación clara entre los objetivos de aprendizaje, la idea general del reto y todas sus etapas.
- Integra las competencias claves que desarrollarán los estudiantes a través de los retos que serán abordados.
- Promueve en el alumno la responsabilidad de su propio aprendizaje, su compromiso e involucramiento en el desarrollo de los retos.
- Es un facilitador durante el desarrollo de los retos, supervisa actividades, revisa avances de los equipos y guía a través de preguntas detonadoras pero sin dar respuestas ni soluciones.
- Colabora con profesores de distintas áreas en equipos de especialistas para apoyar a los estudiantes.
- Asesora o canaliza asesorías con otros colegas.
- Es un mediador con asociaciones vinculadas en los proyectos.
- Evalúa en conjunto con otros profesores y evaluadores externos las soluciones dadas al reto y garantiza que la evaluación se lleve a cabo a través de una rúbrica elaborada previamente.
- Es un mentor en todo el proceso de aprendizaje, busca orientar a los equipos de trabajo, canalizar los esfuerzos y retroalimentar las propuestas de los estudiantes.
- Estimula el sentido de colaboración entre los miembros del equipo para alcanzar una meta común.
- Apoya en la resolución de conflictos, negocia espacios, asesorías y recursos frente a otras instancias.
- Motiva a los estudiantes a trabajar en la solución de un problema real en pequeña o gran escala.
- Incentiva el pensamiento creativo asociado a asumir riesgos y a experimentar.
Adicionalmente, la implementación del Aprendizaje Basado en Retos requiere del profesor las siguientes acciones:
- Renunciar a tener el control habitual de la clase con el fin de guiar a los estudiantes en todo el proceso.
- Permitir que los estudiantes comentan errores para que posteriormente ellos mismos puedan descubrirlos y corregirlos.
- Documentarse en caso de que los estudiantes seleccionen un tema que no sea de su total conocimiento o una tecnología que vaya más allá de su dominio.
- Saber trabajar de forma colaborativa con otros colegas de diferentes áreas ya que comúnmente los retos son multidisciplinarios.
- Para el profesor y los estudiantes este enfoque implica un compromiso mayor de tiempo comparado con las actividades académicas más tradicionales.
El rol del profesor en la implementación del Aprendizaje Basado en Retos es crucial; la naturaleza de su función en dicho proceso cambia a medida que los estudiantes progresan a través de las etapas[1]:
Etapa inicial
El profesor introduce a los estudiantes el Aprendizaje Basado en Retos, explica cómo funciona el proceso, propone la problemática, apoya en la definición de los retos y comunica a los alumnos lo que se espera de ellos.
Etapa intermedia
Los estudiantes se encargan de planear e investigar su trabajo; el profesor funge primordialmente como director del proyecto y mentor, trabaja en conjunto con los estudiantes, los apoya en las dificultades y los motiva en el camino.
Etapa avanzada
Los estudiantes están profundamente involucrados con su trabajo, mientras que el profesor se asegura de que dominan los conocimientos y las habilidades requeridas mediante evaluaciones apropiadas.
Etapa final
El profesor transitará hacia el rol de director del producto, apoyando a los estudiantes a medida que implementan, evalúan, y publican sus soluciones y resultados.
Evaluación[editar | editar código]
Uno de los aspectos cruciales del Aprendizaje Basado en Retos está relacionado con la evaluación. En términos generales, este enfoque pedagógico no cuenta con un método de evaluación general y unificado. Sin embargo, es posible identificar estrategias comunes empleadas por docentes, líderes académicos e investigadores para valorar los procesos y productos de las soluciones implementadas, así como para retroalimentar cada una de las fases que intervienen en la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.
Es importante recordar que la definición y el planteamiento del reto, pero sobre todo, los conocimientos y habilidades puestos en marcha para solucionarlo, tienen por objetivo el desarrollo de competencias que evidencian el aprendizaje. En este sentido, al seleccionar o diseñar los instrumentos de evaluación se debe tener en cuenta la relación que existe entre los entregables o productos de la solución del reto y las competencias a ser desarrolladas a lo largo del proceso.
La implementación del Aprendizaje Basado en Retos también debe incorporar elementos metacognitivos en su evaluación que permitan al alumno reflexionar sobre los aprendizajes logrados o no durante el proceso. El ser consciente de las lecciones aprendidas, de los conocimientos adquiridos durante la puesta en marcha de la solución y de las habilidades transversales como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva o el uso eficiente de la tecnología, es particularmente relevante en este acercamiento. Al momento de poner a prueba la solución del reto diseñada por el equipo los resultados no siempre serán favorables o exitosos, y por ello es importante aprovechar esta experiencia para fomentar el desarrollo de la resiliencia y la tolerancia a la frustración.
En general, la evaluación del trabajo por parte de profesores y estudiantes debe considerar dos tipos de estrategias de evaluación: formativa y sumativa. La evaluación formativa ocurre continuamente durante todo el proceso, guiando y facilitando el aprendizaje; mientras que la evaluación sumativa valora el progreso en puntos clave o en la finalización del mismo[1][4][5].
Evaluación Formativa
Puesto que el Aprendizaje Basado en Retos se apoya en el uso de tecnologías de información y comunicación, los estudiantes frecuentemente trabajan en ambientes colaborativos informales o en línea. Por ejemplo, además de la retroalimentación del profesor, reciben comentarios de otros estudiantes que trabajan en los mismos espacios físicos y virtuales, a través wikis, blogs, interacciones verbales o mensajes de audio y video.
Fuentes más formales de evaluación formativa varían considerablemente, e incluyen diarios de estudiantes, revisiones de pares, observaciones del profesor, conferencias profesor – estudiantes, revisiones graduales del trabajo basadas en rúbricas, entre otras.
Con la intención de preparar a los estudiantes para interpretar y usar toda la retroalimentación de forma apropiada, se recomienda programar momentos regulares de avance del proyecto, tanto con el equipo como individualmente. Lo anterior se realiza buscando también ayudarles a clarificar objetivos, fases del proceso y plazos, así como fomentar la reflexión. Mientras que el Aprendizaje Basado en Retos otorga gran responsabilidad en manos de los estudiantes, es importante mencionar que el rol del profesor es vital. Entre más conozca el profesor el progreso de cada grupo y la retroalimentación que está obteniendo de diversas fuentes, mejor será la guía que podrá ofrecer cuando se le solicite.
Evaluación Sumativa
En el Aprendizaje Basado en Retos, la evaluación sumativa implica el término y la implementación de una solución. La solución debe ser validada en el mundo real y ofrecer a los estudiantes retroalimentación directa e inmediata. Una consideración importante tiene que ver con la manera de evaluar a los estudiantes tanto en un sentido individual como grupal. Los estudiantes pueden ser evaluados usando evaluaciones tradicionales escolares para determinar el conocimiento del contenido. Otras ideas incluyen defensas orales, exposiciones del reto, evaluaciones del trabajo para el rol específico que desempeñaron en el equipo, etc. Es importante definir las evaluaciones sumativas durante el proceso de planeación y darlas a conocer a los estudiantes mediante rúbricas y explicaciones específicas.
Herramientas de evaluación alternativas
Aunque los métodos de evaluación tradicionales pueden ser útiles para retroalimentar el proceso, la experiencia del Aprendizaje Basado en Retos ofrece la oportunidad de integrar una gran variedad de herramientas de evaluación alternativas. Dichas herramientas están basadas en el hecho de que los estudiantes no solamente aprenderán nuevo conocimiento, sino que lo aplicarán para resolver problemas o situaciones reales. Estos instrumentos también proporcionan una fuente de información que permite valorar la profundidad de los aprendizajes logrados y la evolución de los mismos.
Algunas herramientas de evaluación alternativas que pueden ser utilizadas durante la resolución del reto son las siguientes:
Una de las herramientas de evaluación que se ha empleado para facilitar y documentar experiencias auténticas de aprendizaje son los e-portafolios, también llamados portafolios electrónicos o virtuales. El empleo de esta herramienta de evaluación en la educación superior ha tenido una aceptación creciente como instrumento alternativo a evaluaciones tradicionales de aprendizaje[6]. En términos generales un e-portafolio es una colección digital de evidencias, que incluye demostraciones, recursos, y logros obtenidos por los estudiantes[7].
Estos recursos pueden ser empleados para tener un registro del progreso del aprendizaje, evidenciar logros, documentar autoevaluaciones, etc. El énfasis de los portafolios virtuales se centra en los procesos en lugar de los productos, valorando lo que los estudiantes hacen, explorando la construcción del conocimiento, la realización de proyectos o la solución de problemas. Con este recurso, es posible contar con un registro de evaluación más integral, y que contemple tanto competencias disciplinares como transversales.
Los e-portafolios pueden ser un recurso de evaluación adecuado para evidenciar el desarrollo de habilidades a través del Aprendizaje Basado en Retos. Esta herramienta permite a docentes y universidades lo siguiente:[7]
- Lograr que el plan de estudios valore tanto procesos como productos del aprendizaje.
- Evidenciar el desarrollo de habilidades transferibles.
- Incorporar herramientas de evaluación acordes a experiencias de Aprendizaje Vivencial.
- Valorar a los estudiantes como pensadores globales y participantes críticamente activos.
- Evaluar distintos momentos en el proceso de resolución de retos.
La naturaleza misma de basar el aprendizaje en la solución de problemas reales, hace posible que en la evaluación de los resultados participen entidades externas a la universidad. La evaluación de implementaciones de este acercamiento frecuentemente recurre a expertos en la disciplina, críticos, jurados, clientes, industria, gobierno o a la sociedad civil. La retroalimentación recibida por parte de un evaluador externo al entorno académico ofrece una experiencia única de aprendizaje a los estudiantes. Adicionalmente, la resolución de retos se ha evaluado a través de concursos y competencias entre los estudiantes, a través de las cuales pueden obtener recursos económicos, conocer otras alternativas de solución y presentar su trabajo ante la comunidad.
Notas[editar | editar código]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 Apple (2011). Challenge based learning: A classroom guide. Recuperado de: http://www.apple.com/br/education/docs/CBL_Classroom_Guide_Jan_2011.pdf
- ↑ Martin, T., Rivale, S. D., y Diller, K. R. (2007). Comparison of student learning in challenge-based and traditional instruction in biomedical engineering. Annals of Biomedical Engineering, 35(8), 1312-1323. doi:http://0-dx.doi. org.millenium.itesm.mx/10.1007/ s10439-007-9297-7
- ↑ Cfr. Markarian, R. (2002).
- ↑ 4,0 4,1 Johnson, L. F., Smith, R. S., Smythe, J. T., y Varon, R. K. (2009). Challenge-Based Learning: An Approach for Our Time. Recuperado de: http://redarchive.nmc.org/publications/challenge-based-learning-approach-our-time
- ↑ Johnson, L., y Adams, S. (2011). Challenge Based Learning: The Report from the Implementation Project. Austin, Texas: The New Media Consortium. Recuperado de: http://redarchive.nmc.org/ publications/challenge-based-learning-report-implementation-project
- ↑ Díaz Barriga, F., Romero, E., y Heredia, A. (2012). Diseño tecnopedagógico de portafolios electrónicos de aprendizaje: una experiencia con estudiantes universitarios. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 14(2), 103-117.
- ↑ 7,0 7,1 Reese, M., y Levy, R. (2009). Assessing the future: e-portfolio trends, uses, and options in Higher education. Recuperado de: https://jscholarship.library.jhu.edu/bitstream/handle/1774.2/33329/ECAR-RB_Eportfolios.pdf
Proceso por el cual las personas adquieren cambios en su comportamiento, mejoran sus actuaciones, reorganizan su pensamiento o descubren nuevas maneras de comportamiento y nuevos conceptos e información.
En el continuo de coaching es el rol de ser muy directo y enseñar, mostrar, guiar, etc.
Persona con más experiencia que otra y que comparte sus experiencias con otra persona de menor experiencia.
Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.
Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes
Fase de desarrollo o puesta en práctica de un currículum o programa educativo. Comprende el conjunto de procesos encaminados a adaptar el plan innovador. Puede ser juzgada en función de su “fidelidad” al diseño oficial o, por el contrario, por la adaptación propia que se hace a los contextos específicos.