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Página creada con «{{Cuentos en familia - corto |tamaño1=400px |tamaño2=400px |texto1=Era un día de clases y todo transcurría con normalidad. Estábamos ocupados haciendo nuestras activ...»
{{Cuentos en familia - corto
|tamaño1=400px
|tamaño2=400px
|texto1=Era un día de clases y todo transcurría con normalidad.
Estábamos ocupados haciendo nuestras actividades, esperando que sonara la campana para salir al descanso.
De repente, todo se quedó en silencio. Nos miramos unos a otros pensando qué estaba ocurriendo.
Fue entonces cuando sentimos que la tierra se estaba sacudiendo y que las paredes crujían al moverse.
Nos asustamos mucho, pero la maestra nos indicó que saliéramos en orden y no recogiéramos nada.
|texto2= Para cuando salimos, ya el temblor había terminado, pero cada uno estaba comentando sus impresiones sobre lo que había sentido.
Yo pensé que era un avión -dijo alguien-.
Yo creía que tenía mareo -dijo una niña de otro grado-.
Yo no sentí nada -dijo alguien más allá-.
La maestra nos explicó que era normal que temblara, porque es la manera como la tierra se acomoda, pero que si temblaba muy fuerte nos caería algo en la cabeza.
Al salir de la escuela, vimos que algunas casas se habían agrietado, pero sus dueños ya estaban reforzándolas.
A mi casa no le pasó nada, pero mi mami estaba preocupada por mí. La verdad, yo también me preocupé por ella y por mi papi.
|autor=Juana Filomena Cuá Garcia.
}}
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|texto1=Era un día de clases y todo transcurría con normalidad.
Estábamos ocupados haciendo nuestras actividades, esperando que sonara la campana para salir al descanso.
De repente, todo se quedó en silencio. Nos miramos unos a otros pensando qué estaba ocurriendo.
Fue entonces cuando sentimos que la tierra se estaba sacudiendo y que las paredes crujían al moverse.
Nos asustamos mucho, pero la maestra nos indicó que saliéramos en orden y no recogiéramos nada.
|texto2= Para cuando salimos, ya el temblor había terminado, pero cada uno estaba comentando sus impresiones sobre lo que había sentido.
Yo pensé que era un avión -dijo alguien-.
Yo creía que tenía mareo -dijo una niña de otro grado-.
Yo no sentí nada -dijo alguien más allá-.
La maestra nos explicó que era normal que temblara, porque es la manera como la tierra se acomoda, pero que si temblaba muy fuerte nos caería algo en la cabeza.
Al salir de la escuela, vimos que algunas casas se habían agrietado, pero sus dueños ya estaban reforzándolas.
A mi casa no le pasó nada, pero mi mami estaba preocupada por mí. La verdad, yo también me preocupé por ella y por mi papi.
|autor=Juana Filomena Cuá Garcia.
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