Expectativas para el aprendizaje
Resultados de la investigación[editar | editar código]
Las expectativas de los maestros acerca de cuánto y qué tan bien aprenderán sus alumnos influirá directamente en ese aprendizaje. Los maestros deben establecer altas expectativas de aprendizaje para todos los estudiantes y alentarlos a establecer altas expectativas para su propio aprendizaje. Los maestros expresan sus expectativas y creencias sobre sus estudiantes a través de sus comportamientos verbales y no verbales. Los estudiantes que se cree que son estudiantes de alta capacidad reciben más retroalimentación positiva no verbal de los profesores, como sonrisas y contacto visual. A los estudiantes que se creen que son estudiantes de baja capacidad se les hacen menos preguntas y menos desafiantes. También reciben menos comentarios, menos tiempo para responder y menos elogios. Cuando se da una instrucción, los estudiantes percibidos de baja habilidad a menudo reciben un contenido menos desafiante y se les dan más asignaciones que requieren memorización y actividades de ejercicios y prácticas. Sin embargo, las expectativas excesivamente altas de los maestros para estudiantes de alta capacidad pueden conducir a la inacción cuando esos estudiantes necesitan acciones correctivas para lograrlo.
Los estudiantes son sensibles a las creencias de los maestros acerca de ellos. En las culturas donde el bajo rendimiento se atribuye a la baja capacidad se cree que la capacidad es inalterable, los estudiantes de baja capacidad a menudo llegan a creer que su rendimiento no cambiará, independientemente de su nivel de esfuerzo. En las culturas donde el nivel de trabajo y esfuerzo de los estudiantes se considera directamente relacionado con su aprendizaje, las altas expectativas para todos los estudiantes conducen a un mayor desarrollo de todas sus habilidades a través de más trabajo y esfuerzo.
Aplicaciones prácticas[editar | editar código]
Los maestros de ciencias eficaces usan estas estrategias para establecer y mantener altas expectativas:
- Supervisan y analizan el trabajo de los estudiantes y toman acciones correctivas individuales y grupales según sea necesario.
- Ayudan a los estudiantes a creer en su capacidad para aprender de manera efectiva y para aumentar su conciencia de los resultados positivos como resultado.
- Ayudan a los estudiantes a verse como aprendices capaces.
- Aumentan la confianza de los estudiantes, dividiendo las tareas difíciles en tareas más pequeñas que se consideren manejables y alcanzables.
- Proporcionan asistencia pero no hacer las tareas por sus estudiantes.
- Dan a los estudiantes un nivel razonable de control sobre su aprendizaje.
- Ayudan a los estudiantes a darse cuenta de que sus propios esfuerzos, estrategias y persistencia son importantes para su aprendizaje exitoso.
- Ayudan a los estudiantes a experimentar la satisfacción de un aprendizaje exitoso.
Lecturas sugeridas[editar | editar código]
- Carin, A.A.; Bass, J.E.; Contant, T.L. 2005. Teaching science as inquiry. Upper Saddle River, NJ: Pearson Merrill Prentice Hall.
- Cruickhank, D.R.; Jenkins, D.B.; Metcalf, K.K. 2006. The act of teaching (4th Ed.). Boston, MA: McGraw Hill.
- National Research Council. 2001. Classroom assessment and the national science education standards. Washington, DC: The National Academies Press.
Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.
Capacidad o destreza para hacer algo bien o con facilidad.