Conclusiones
La AM alta tiene impacto a corto, medio y largo plazo. A corto plazo, el rendimiento del estudiante puede verse afectado porque los pensamientos irrelevantes sobre la tarea inducidos por la AM interfieren con el rendimiento. Esta disminución del rendimiento puede afectar especialmente a las tareas más difíciles que requieren más recursos mentales. Esto está en línea con el hecho de que muchos estudiantes que tienen un rendimiento razonablemente bueno muestran una AM alta y rara vez muestran niveles muy altos de rendimiento. A medio plazo, los estudiantes con AM alta evitarán elegir clases optativas de matemáticas en las escuelas. Este hecho supondrá un rendimiento menor, comparado con sus compañeros que sí las eligen. Los niveles de rendimiento menor pueden justificar la AM alta de los estudiantes. A largo plazo, los estudiantes con AM evitarán elegir carreras universitarias relacionadas con las matemáticas. Más allá de la infancia, los adultos con AM alta pueden experimentar una calidad de vida más baja (p.ej., el estrés causado por el cálculo rápido de las sumas en las tiendas) y pueden evitar situaciones relacionadas con las matemáticas con resultados potencialmente negativos (p.ej., reflejar adecuadamente sus pagos de hipoteca o tarjeta de crédito).
Como se ha mencionado anteriormente, la AM alta puede aparecer en diversos grupos de estudiantes. Primero, los alumnos de bajo rendimiento con dificultades cognitivas en el aprendizaje de las matemáticas tienen el doble de posibilidades de desarrollar una AM alta que otros niños. Estos niños tienen el riesgo de desarrollar un círculo vicioso entre la retroalimentación negativa de un rendimiento muy bajo y una AM alta. En segundo lugar, la mayoría (cerca del 80%) de los niños con AM alta son estudiantes de alto rendimiento. Si bien estos niños obtienen buenos resultados en las pruebas, su AM alta puede perjudicarles en su educación matemática opcional/adicional y a la hora de elegir carreras relacionadas con las matemáticas, incluso si estaban interesados en tales carreras y son perfectamente capaces de estudiarlas. Finalmente, las mujeres tienen un riesgo mayor de desarrollar AM alta. La razón fundamental pueden ser los estereotipos sobre que las matemáticas no son un dominio femenino. Además, las niñas parecen estar predispuestas a niveles de ansiedad (informados) más altos en general. Estos niveles de ansiedad más altos también pueden predisponerles a desarrollar una AM más alta que los niños. Es probable que estos niveles de ansiedad más altos se construyan socialmente de alguna manera, pero los mecanismos exactos aún no están claros.
Los tres grupos anteriores (estudiantes de bajo rendimiento con dificultades cognitivas en el aprendizaje de las matemáticas, estudiantes de alto rendimiento con alto AM y niñas) probablemente necesiten diferentes intervenciones para prevenir y disminuir la AM. Los estudiantes de bajo rendimiento pueden beneficiarse de la mejora en el rendimiento gradual para aumentar la autoconfianza y la autoeficacia hacia las matemáticas. Los que obtienen mejores resultados con AM alta se benefician fundamentalmente de sus mayores habilidades metacognitivas y podrán separar sus niveles de rendimiento de sus preocupaciones sobre las matemáticas. Es posible que los alumnos de rendimiento alto necesiten controlar su ansiedad cuando están delante de toda la clase y que aumenten su confianza cuando se les coloca en grupos de mayor capacidad (tal vez simplemente si el maestro les garantizara que tienen todas las habilidades para hacer frente a las tareas). Las mujeres pueden beneficiarse si se rompen los estereotipos de género sobre el aprendizaje de las matemáticas y las oportunidades profesionales. La discusión relacionada con la preocupación sobre las matemáticas y sus posibles soluciones es útil para todos los grupos de estudiantes que experimentan AM. Las intervenciones deben combinarse en algunos casos (por ejemplo, en el caso de una niña de alto rendimiento con AM alta).
Además de intervenir de forma individual con los estudiantes, es esencial que los maestros valores su propio nivel de AM, sus creencias relacionadas con el género sobre el aprendizaje de las matemáticas, sus habilidades y preferencias de comunicación con los estudiantes, así como sus posibles carencias de conocimiento sobre la materia, que puedan generar AM. Las escuelas deben organizar cursos de formación para los docentes que incluyan aspectos como el conocimiento de la materia, los mejores métodos de enseñanza y comunicación, así como la AM de maestros y estudiantes. Las escuelas deben decidir sobre la enseñanza que desean y los métodos de solución de tareas implementados en las aulas para no confundir a los estudiantes con predisposición a AM alta. Es importante que los maestros sepan si las familias tienen estereotipos de género de los dominios de aprendizaje y si atribuyen un valor bajo o alto a las matemáticas.
Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes
Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.
Son las ideas compartidas, generalizadas y distorsionadas por un grupo social sobre cómo son, cuál es el papel o a qué se dedican los hombres y las mujeres.
El género es un conjunto de valores, creencias e ideas sobre los comportamientos y actividades que en una determinada cultura son adecuados para las mujeres y los que son adecuados para los hombres, es decir, su identificación con la femineidad y con la masculinidad.