Conclusiones

Los estudiantes experimentan una gran variedad de emociones que pueden tener profundos efectos en su aprendizaje, desarrollo de la personalidad y salud. Los efectos de estas emociones pueden ser complejos. Las emociones positivas no siempre benefician el aprendizaje, y las emociones negativas no siempre impiden el aprendizaje. Sin embargo, para la gran mayoría de los estudiantes y las tareas de aprendizaje académico, el disfrutar del aprendizaje es beneficioso, mientras que la ansiedad, la vergüenza, la desesperanza y el aburrimiento son perjudiciales. Además, las emociones son elementos fundamentales de la identidad y el bienestar de los estudiantes, lo que implica que las emociones también son importantes por sí mismas, más allá de sus funciones para el aprendizaje académico. Por todas estas razones, los educadores deben atender las emociones de los estudiantes.

Hay varias maneras de ayudar a los estudiantes a aumentar las emociones positivas y disminuir las emociones negativas. Lo que es más importante, los educadores pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar la confianza en sí mismos, el interés y el valor intrínseco de la educación que promueve la emoción sobre el aprendizaje y reduce las emociones negativas. Esto puede lograrse proporcionando instrucción de alta calidad, utilizando las emociones positivas de una persona como maestra, creando estructuras de metas de maestría en el aula, empleando estándares de maestría para informar a los estudiantes sobre el progreso en el aprendizaje, evitando pruebas de alto riesgo, involucrando a los padres y cuidando El clima de pares en el aula. Además, los maestros pueden contribuir a alcanzar metas educativas relacionadas con la emoción ayudando a organizar las escuelas y los sistemas educativos de manera emocionalmente sólida.

Indicadores de éxito de un plan escrito en forma específica.