Recomendaciones para el abordaje

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Aula con docente y estudiantes mujeres indígenas.png

¿Qué podemos hacer como ministerio para prevenir la violencia?[editar | editar código]

Por el rol fundamental e indelegable que desempeña, la escuela, el colegio o el establecimiento educativo en la vida de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, es el lugar privilegiado para promover la defensa y la vigencia de sus derechos humanos.

El papel de la escuela, colegio o establecimiento educativo en relación con la identificación del maltrato de personas menores de edad y violencia en contra de los y las adolescentes y jóvenes, se considera fundamental. un abordaje integral que favorece una evaluación de la situación y de los daños que implica, podría modificar la situación de riesgo de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes y garantizar no sólo su seguridad sino su bienestar, desarrollo y mejoramiento de su calidad de vida.

Si el director o directora del establecimiento no toma en cuenta la denuncia de cualquier caso del presente protocolo, se debe denunciar a director o directora a la Supervisión Departamental respectiva.

Niña sonriente.png

¿Qué actitudes tomamos ante la violencia?[editar | editar código]

Existen distintas “miradas” o “lecturas” respecto a la violencia contra los niñas, niños, adolescentes o jóvenes, especialmente cuando es originada por sus madres, padres, tutores, o personas encargadas de la guardia y custodia.

Las respuestas y actitudes pueden ser variadas:

  • Negar el problema...
    Algunas afirman: “no es lo que se aconseja para el Ministerio de Educación, no podemos hacer nada”.
  • El problema existe, pero no es de incumbencia del Ministerio de Educación.
    No se quiere actuar, pero ya la violencia física, psicológica o sexual contra las niñas, niños, adolescentes y jóvenes es un delito de acción pública. todo funcionario o funcionaria tiene la obligación de denunciarlo.
  • justificar la violencia... estigmatizar
    Las niñas, las adolescentes y las jóvenes son las causantes de la violencia que les ocurre.
  • Minimizarlo...
    “No es tan grave como para exigir alguna intervención”
  • Paralizarse:
    “No se puede hacer nada; hacer algo es peor”.
  • Considerar que el embarazo en niñas es algo normal... es parte de la cultura el que se unan o casen a los 12 o 13 años.

Estas respuestas, si bien podrían parecer normales en función del impacto que provoca el tomar conocimiento del maltrato, violencia física, psicológica y sexual llevado a cabo por sus madres o padres, limitan atender cada caso con estrategias diferenciadas a partir de un diagnóstico de la situación.

La conducta de la maestra, maestro o docente respecto de la verbalización de los niñas, niños, adolescentes o jóvenes en relación con situaciones de maltrato en personas menores de edad, en violencia física, psicológica y sexual debería ser responsable, seria y comprometida, por ello es importante:

  • Creer siempre en lo que la niña, niño, adolescente o joven manifiesta.
  • Contribuir a atenuar el sentimiento de culpabilidad que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes sienten ante el maltrato o violencia física, psicológica y sexual.
  • Buscar siempre el asesoramiento de profesionales o docentes capacitados (as) tanto para abordar la problemática como para decidir los pasos a seguir.
  • Realizar la comunicación del hecho a los organismos pertinentes a la brevedad posible, si esta decisión surgiera del asesoramiento.

¿Qué considerar en una estrategia en el centro educativo?[editar | editar código]

Todo el personal del Ministerio de Educación debe transformarse en participante activo en la prevención del maltrato en personas menores de edad y violencia en cualquiera de sus formas en contra de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Formación en el tema[editar | editar código]

Es por ello que todos aquellos actores involucrados directamente con el cuidado y tutela del niña, niño, adolescente o joven (docentes y de escuelas especiales, personal de guarderías, personal de salud, institutos de rehabilitación para niñas, niños, adolescentes y jóvenes con capacidades diferentes, asistentes sociales de organismos oficiales, etc.) debe recibir capacitación adecuada para cumplir con la obligación de desarrollar tareas de prevención, identificación y comunicación o denuncia del maltrato en personas menores de edad y violencia en cualquiera de sus formas contra las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Actuar y referir el caso[editar | editar código]

El siguiente paso ante la sospecha o evidencia de un incidente de maltrato en personas menores de edad, violencia física, psicológica y sexual en contra de niñas, niños, adolescentes y jóvenes es su comunicación o denuncia ante los organismos oficiales pertinentes tales como: la procuraduría general de la nación, juzgados de la niñez y adolescencia, y juzgados de paz.

El maltrato en personas menores de edad, violencia física, psicológica y sexual en contra de las niñas, niños, adolescentes o jóvenes está penalizado por la ley de violencia sexual explotación y trata de personas y la ley de protección integral de la niñez y adolescencia, por lo tanto el comunicarlo a la autoridad es un derecho que asiste a toda niña, niño, adolescente o joven que sufre violencia y una obligación para los empleados (as) públicos (as) en general y maestras, maestros y docentes, médicos, enfermeras, asistentes sociales, en particular, por las características de su trabajo.

Si el director o directora del establecimiento no toma en cuenta la denuncia se le puede denunciar por omisión ante la Supervisión Departamental respectiva.

La persona denunciante no tiene que probar el maltrato en personas menores de edad, violencia física, psicológica o sexual en contra de las niñas, niños, adolescentes o jóvenes ni cómo o cuándo sucedió el mismo ni por qué investigar; una vez hecha la comunicación y la denuncia, serán las instituciones competentes quienes lo hagan.

Una vez hecha la denuncia, el juzgado y -en el caso de las personas menores de edad- la procuraduría general de la nación está automáticamente involucrada en su seguimiento.

Formulada por cualquier medio la denuncia, el juez, al tomar conocimiento de los hechos que la motivaron, podrá ordenar que la persona causante del maltrato en persona menor de edad, violencia física, psicológica o sexual en contra de las niñas, niños, adolescentes o jóvenes se retire de la vivienda donde habita el grupo familiar, prohibiendo el acceso de éste al domicilio donde habita la niña, niño, adolescente o joven, como a los lugares de estudio y decretar provisoriamente medidas de seguridad, alimentos, guardia, custodia y derecho de comunicación con los hijos (as).

Evaluación inicial e investigación[editar | editar código]

Es extremadamente perturbador para una maestra, maestro o docente el tomar conocimiento o simplemente sospechar que otro maestro, maestra, docente, o cualquier persona trabajadora del establecimiento educativo puede estar maltratando a un alumno (a).

A pesar de ello esto puede ocurrir y en estos casos la niña, niño, adolescente o joven maltratado (a) requiere una protección especial. no olvidar que el niño o niña está hablando de un hecho que lo perturba, le genera culpa e involucra a alguien que tiene poder sobre él o ella.

Cuando la escuela, colegio o establecimiento educativo sospecha que de las personas que integran la comunidad educativa o trabaja para el establecimiento es un abusador, más aún en aquellos casos en que se trata de un empleado (a) de larga trayectoria, una respuesta puede ser que se niegue o ignore lo sucedido.

Antes de cualquier intervención se deberá solicitar el asesoramiento de profesionales y/o expertos de las instituciones como: procuraduría general de la nación, Procuraduría de los Derechos Humanos, defensoría de la mujer indígena, ministerio de salud pública y asistencia social, capacitados en el abordaje de esta problemática.

Diseñar una estrategia para la prevención con quienes trabajan en el centro educativo[editar | editar código]

La comunicación es prevención porque posibilita encontrar un espacio, ser protagonistas, aprender a respetar a la otra persona por lo que el Ministerio de Educación debe guardar una estrecha relación con las madres, padres, tutores o personas encargadas de la guarda y custodia.

Se debe entender como prevención aquellas acciones que se disponen y ejecutan con anticipación para evitar que un hecho suceda o, de haberse producido, para evitar que el daño que causa el mismo continúe.

Debemos buscar:

  • Disminuir el número de casos o su aparición, actuar antes de que se presente cualquier tipo de manifestación.
  • Proteger a quienes se hallan o pudieran estar en una situación de alto riesgo de sufrir un trastorno determinado.
  • Aminorar la prevalencia de las secuelas e incapacidades después de que la persona ha sido violentada, mejorar su calidad de vida y evitar su recaída.

En este sentido, la escuela, colegio o establecimiento educativo puede intervenir antes y después de ocurrido el maltrato en personas menores de edad, violencia física, psicológica y sexual en contra de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

  • Mediante actividades de sensibilización y formación dirigidas a madres, padres, tutores o personas encargadas de la guarda y custodia y alumnos (as) con el propósito de evitar el maltrato en personas menores de edad, violencia física, psicológica y sexual en contra de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, promoviendo y difundiendo valores y conductas que contrarresten la cultura de la violencia.
  • A través de actividades que favorezcan la toma de conciencia sobre las propias ideas, acciones y estructuras relacionadas con el maltrato en personas menores de edad, violencia física, psicológica y sexual, incluido el racismo, discriminación, el acoso y hostigamiento sexual en contra de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes que permitan descubrir y superar estereotipos o actitudes rígidas sobre la problemática del maltrato.
  • Recibiendo capacitación específica para detectar e identificar los casos de maltrato en personas menores de edad, violencia física, psicológica y sexual en contra de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, abordar esta problemática y evaluar la mejor referencia o denuncia a los organismos pertinentes.
  • Elaborando proyectos y diversas propuestas de acción que promuevan el debate sobre la realidad de la violencia diaria, el fenómeno del maltrato en personas menores de edad, violencia física, psicológica y sexual en contra de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes y el reconocimiento de sus derechos en el hogar, el vecindario y la escuela, colegio o establecimiento educativo.
  • Líneas de trabajo que la escuela, colegio o establecimiento educativo puede desarrollar con las niñas, niños, adolescentes y jóvenes y sus familias.
  • Realizar tareas de sensibilización y capacitación sobre las necesidades evolutivas de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
  • Realizar talleres reflexivos con las madres, padres, tutores y personas encargadas de la guarda y custodia sobre los mecanismos de control y resolución de conflictos en la educación.
  • Desarrollar acciones de difusión y sensibilización entre los niños, las familias y la comunidad acerca de los derechos especiales que asisten a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
  • Sensibilizar a la población en general, y particularmente a los padres y madres o personas encargadas, sobre las consecuencias asociadas al castigo físico y proporcionar pautas de educación positiva.
  • Articular en la currícula, actividades dirigidas a revisar críticamente la aceptación de la violencia, la discriminación y los modelos estereotipados sobre la crianza de los hijos e hijas, así como las relaciones de género entre hombres y mujeres.
  • Estimular por todos los medios, la confianza y la autoestima de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
  • Revisar, como personal del establecimiento educativo e institución, las propias actitudes hacia el control de las conductas de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
  • Ofrecer a los estudiantes el espacio y las oportunidades para experimentar formas no violentas de resolución de los conflictos. las asambleas, los consejos de aula y todo medio que estimule la participación democrática en la vida escolar, puede ser un buen recurso.
  • Campañas de difusión y educación a todos aquellos que trabajan con niñas, niños, adolescentes y jóvenes y sus familias, que expliquen la firme relación entre el alcoholismo, el maltrato contra personas menores de edad, la violencia física, psicológica y sexual, incluidos el racismo, la discriminación, acoso y hostigamiento sexual.
  • Cursos de capacitación interdisciplinarios, entre los técnicos y profesionales que puedan reconocer y asesorar sobre las mejores alternativas para su abordaje.
  • En algún momento de su carrera casi todos los maestros o maestras con experiencia han estado en contacto con niños/as que han padecido alguna de las formas de maltrato contra personas menores de edad. los daños que el maltrato produce no siempre son iguales ya que dependerá de la persistencia en el tiempo, de la severidad del maltrato, de las características sociológicas del niño y niña, entre otros factores. advertir la existencia de una amenaza real hacia una niña o niño no es sencillo. si bien el maltrato no siempre deja lesiones físicas fácilmente visibles, siempre deja marcas en la conducta que nos da indicios para sospechar que una niña o niño, adolescente o joven está sufriendo maltrato.
¿Qué actitudes debe tomar en cuenta un maestro, maestra, docente, director o una persona que detecte un caso de violencia física, psicológica, sexual, de racismo y discriminación o de acoso y hostigamiento sexual dentro del establecimiento educativo?
Qué hacer Qué no hacer
  • Asegurarse que quien interrogue sea alguien en quien el niño, niña, adolescente o joven confíe.
  • Asegurarse que el maestro (a) que lleve a cabo el interrogatorio sea el más capacitado para esta tarea.
  • Asegurarse que el interrogatorio se haga en un lugar tranquilo y privado.
  • Sentarse al lado del niño, niña, adolescente o joven no en frente de él.
  • Decirle al niño, niña, adolescente o joven que esta conversación es privada y muy personal pero por tratarse de un problema serio la escuela, o establecimiento educativo deberá denunciar lo ocurrido a la justicia.
  • Realizar las preguntas y mantener una conversación en el lenguaje más comprensible al niño, niña, adolescente o joven.
  • Si algún término o palabra no se entiende, pedir al niño, niña, adolescente o joven que trate de clarificarlo.
  • Si de las respuestas surgiera que se deberán cumplimentarse otras instancias, explicarlo claramente.
  • Manifestar que hablarán del “problema”, “la falta”.
  • Descalificar o criticar las palabras que usa el niño, niña, adolescente o joven en el relato de lo sucedido.
  • Sugerir las respuestas.
  • Presionar si es que no responde a algunas preguntas.
  • Dejar translucir que nos impresionamos por lo sucedido, por su conducta, o la de sus padres, madres, tutores o personas encargados de la guardia y custodia.
  • Presionar o forzar al niño, niña, adolescente o joven para que se quite sus ropas.
  • Realizar el interrogatorio con otros maestros (as).
  • Dejar al niño, niña, adolescente o joven solo en compañía de un extraño.
Interrogatorio en la escuela, colegio o establecimiento educativo cuando hablemos con los padres, madres, tutores o personas encargadas de la guardia y custodia
Qué hacer Qué no hacer
  • Elegir la persona más apropiada para esta situación.
  • Mantener la charla en un lugar privado.
  • Explicar el motivo del encuentro previo a cualquier interrogatorio.
  • Ser lo mas directo (a), honesto y honesta y profesional posible.
  • Avisar a las madres, padres, tutores o personas encargadas de la guardia y custodia que la escuela, colegio o establecimiento educativo, por su obligación ha hecho o deberá hacer la denuncia.
  • Tratar de probar que hubo maltrato, violencia física, psicológica y sexual; esta no es función de la maestra, maestro o docente.
  • Demostrar angustia, horror o desaprobación ante la situación, o hacia las manifestaciones del niño, niña, adolescente o joven o familiares.
  • Hacer juicios sobre el niño, niña, adolescente o joven sus tutores o su relación.
  • Interrogar sobre asuntos familiares que no tengan que ver con la situación específica.
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Reconocer los factores de riesgo[editar | editar código]

Los factores de riesgo son situaciones o condiciones que hacen más probable que una forma de violencia o lesión suceda.

La identificación oportuna de estos factores por parte del Ministerio de Educación ayudaría a desarrollar estrategias educativas o de seguimiento a aquellas familias en riesgo de violencia en cualquiera de sus manifestaciones. en la atención a niñas, niños, adolescentes y jóvenes se convierten en un valioso instrumento para la confirmación de casos, cuando existe la sospecha.

Aunque por sí solos los factores de riesgo no inducen a la violencia o maltrato, pueden llegar a desencadenar e inclusive a reducir el umbral de tolerancia de la persona adulta, frente a las manifestaciones características de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. mucho dependerá de las condiciones sociales y familiares y de la tensión que estas condiciones generan entre los miembros de las familias.

Estos factores de riesgo se describen a continuación:

Respecto a la niña o niño

  • Cuando han sido nacimientos no planificados, es decir que no se ha decidido tener ese niño o niña.
  • Bebes prematuros o con hospitalización prolongada.
  • Cuando viven con discapacidad intelectual o parálisis cerebral; deformidad física o síndrome de down.
  • Enfermedades crónicas.
  • Hiperkinéticos.
  • Alteraciones en el desarrollo sicomotor.
  • Menores de tres años.

Respecto a las madres, padres y a la familia

  • Padres o cuidadores con antecedentes de maltrato o privación psicoafectiva en su infancia. poca tolerancia al estrés y a la frustración.
  • Pobre socialización, baja autoestima.
  • Padres y madres jóvenes e inmaduros (as).
  • Falta de información e inexperiencia específica sobre la crianza de los niños y niñas.
  • Crisis familiares por necesidades básicas insatisfechas.
  • Tolerancia frente al castigo con dolor como método educativo.
  • Personas adultas que utilizan cualquier instrumento para su aplicación, sin tener en cuenta los daños físicos y emocionales que puedan causar a los niños.
  • Ignorancia de padres y madres o personas adultas frente al desarrollo de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
  • Generando expectativas distorsionadas frente a ellos.
  • Disfunciones en la familia.
  • Alteraciones en el sistema de vinculación afectiva padres-hijos e hijas; generando rechazo, tardanza en los cuidados, malos tratos, baja expresión de afecto hacia el niño, la niña, adolescente o joven.
  • Negligencia.
  • Factores de predisposición, especialmente asociados con el ser padrastro o madrastra.
  • Consumo de alcohol o drogas; enfermedades mentales, trastornos emocionales o de personalidad.

Respecto a circunstancias, situaciones y factores sociales.

  • Desempleo, baja escolaridad, hacinamiento, inestabilidad económica y social.
  • Consideración de la niña, niño, adolescente o joven como un estorbo; tanto para los planes de esparcimiento, como de crecimiento personal y económico.
  • Migraciones campo-ciudad.
  • Niños, niñas, adolescentes o jóvenes víctimas de fuego cruzado.
  • Inestabilidad política y económica.
  • Corrupción.
  • Pérdida de valores éticos.
  • Tolerancia social al maltrato.

Identificación de una enfermedad a partir de sus síntomas. También: acción y efecto de recoger y analizar datos para evaluar problemas de diversa naturaleza.

Destrezas fonológica que consiste en quitar un fonema o sílaba.

(En fonología) Destrezas fonológica que consiste en distinguir los distintos “sonidos” o fonemas.

El género es un conjunto de valores, creencias e ideas sobre los comportamientos y actividades que en una determinada cultura son adecuados para las mujeres y los que son adecuados para los hombres, es decir, su identificación con la femineidad y con la masculinidad.

Valoración, respeto y seguridad que cada persona tiene sobre sí misma, se construye y fortalece por medio de mensajes positivos de cariño y aceptación.

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.

Es aquella discapacidad que se caracteriza porque la persona no aprende tan rápido, ni recuerda las cosas tan bien como otros personas de su edad, su capacidad para relacionarse con los demás, se ve alterada.