Pedro y la oveja perdida
Pedro es un niño muy agradable. Él vive con su familia. Viven en una comunidad llamada Patulup. Un día, su papá lo mandó a pastorear las ovejas. Lo envió a la loma La Culebra.
Pedro se preparó para irse. Echó dos duraznos en su morral. También, un rimero de tortillas y un pachón de agua. Se fue. Iba por el camino. Vio a una ardilla enorme. Estaba sobre un árbol. La corrió. La quería agarrar. La ardilla saltaba de rama en rama. Pedro la persiguió por un rato. Luego, se dio cuenta de que ya estaba muy lejos de las ovejas.
Entonces, Pedro se regresó. Estaba muy triste. Él no pudo agarrar a la ardilla. Cuando regresó con las ovejas, se sorprendió. Hacía falta la más pequeña. Solo tenía un mes. Pedro lloró. Pensaba que su padre lo castigaría. Cuando llego a su casa, le contó lo sucedido.
El papá lo acompañó. Fueron a buscar la oveja. La buscaron y buscaron. De repente, vieron que algo se movía. Era la ovejita perdida. Se había quedado dormida. Pedro la abrazó. Luego, se la llevó cargada hasta su casa. Pedro estaba muy contento.
Sacapulas, Quiché