Responsabilidad con el razonamiento: involucrarse con las diferencias

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A través de la participación en charla responsable, los estudiantes practican, refinan y desarrollan sus competencias de razonamiento.

Resultados de la investigación[editar | editar código]

Como hemos dicho, cada estudiante tiene derecho y se espera que comparta sus ideas en la charla responsable, y es importante pedir explicaciones elaboradas a diferentes estudiantes. Sin embargo, esto no es donde termina. En la charla responsable, los estudiantes y profesores razonan sobre las diferentes soluciones o puntos de vista que se presentan en la discusión. Las diferencias se «destacan» y los participantes colaboran para aclararlas y resolverlas a través del razonamiento. Los estudiantes son responsables de hacer conexiones lógicas y sacar conclusiones razonables. La charla involucra la búsqueda de premisas y evidencia en lugar de simplemente apoyar o atacar conclusiones, o involucrar a las personas en una competencia.

Las investigaciones sugieren que adherirse a los estándares básicos de razonamiento es algo que las personas hacen de manera bastante natural y que, si se les da la oportunidad, incluso los niños muy pequeños pueden construir argumentos. Sin embargo, las demandas de una argumentación académica hábil son considerables. Los estudios muestran que incluso a los adultos les resulta difícil distinguir entre la evidencia y la explicación, proporcionar un respaldo válido para sus afirmaciones, tener en cuenta la evidencia a favor de las afirmaciones de sus oponentes y refutar los contraargumentos. Los estudios también indican que tales competencias de argumentación se desarrollan mejor a través de la interacción social y el diálogo. En otras palabras, los estudiantes se vuelven mejores pensadores al pensar en voz alta con otros.

Aplicación en la práctica[editar | editar código]

  • Obtenga diferentes puntos de vista. Pedir una variedad de puntos de vista indica que puede haber formas alternativas de pensar sobre el tema y que siempre vale la pena considerar diferentes opciones. «¿A quién le gustaría comentar sobre X?», «¿Podemos pensar en una solución o razón diferente?»
  • Evite el consenso rápido. Generar ideas o soluciones alternativas no es fácil para los niños (ni para los adultos), tanto por razones intelectuales como sociales. Esté preparado para situaciones en las que todos parezcan estar de acuerdo sobre un punto de vista en particular. Evite la búsqueda rápida de consenso mediante la introducción de puntos de vista disidentes, formas alternativas de ver un problema y preguntas desafiantes para reabrir la discusión.
  • Explore y resalte las diferencias. No es suficiente acumular diferentes puntos de vista. Los estudiantes deben explorar cómo se relacionan las ideas expresadas. Los maestros pueden pedirles a los estudiantes que expresen su compromiso con una idea («¿Alguien está en desacuerdo/de acuerdo con X?») o pedirles explícitamente que comparen ideas («Entonces, ¿en qué se diferencia esto de X?»).
  • Señale y marque acciones de razonamiento en las discusiones. Señalar acciones de razonamiento ayuda a los estudiantes a familiarizarse con las normas y terminología del razonamiento. Por ejemplo, en el diálogo dirigido por el maestro, un maestro puede señalar cuando un estudiante proporciona una justificación. «Entonces, Anita está justificando su punto de vista al darnos una razón por la cual su idea es sólida. ¿Qué piensas sobre su razón? ¿Apoya bien su idea?» En las actividades dirigidas por los estudiantes (diálogo en grupos pequeños), los estudiantes pueden usar tarjetas con acciones de razonamiento (afirmación, explicación, prueba, desafío, etc.) o abridores de oraciones, como «Mi afirmación es que...», «Sé que... porque...», «La prueba de mi afirmación se basa en...».

Lecturas recomendadas[editar | editar código]

Kuhn, D., Shaw, V., y Felton, M. (1997). Effects of dyadic interaction on argumentive reasoning. Cognition and Instruction, 15(3), 287–315.

Reznitskaya, A., Kuo, L. J., Clark, A. M., Miller, B., Jadallah, M., Anderson, R. C., y Nguyen-Jahiel, K. (2009). Collaborative reasoning: A dialogic approach to group discussions. Cambridge Journal of Education, 39(1), 29–48.

Mercier, H., Boudry, M., Paglieri, F., y Trouche, E. (2017). Natural-born arguers: teaching how to make the best of our reasoning abilities. Educational Psychologist, 52(1), 1-16.

Kuhn, D. (1992). Thinking as argument. Harvard Educational Review, 62(2), 155–179.

Topping, K. J., y Trickey, S. (2007). Collaborative philosophical inquiry for schoolchildren: Cognitive gains at 2-year follow-up. British Journal of Educational Psychology, 77(4), 787–796.


Las “promesas” que los miembros de un equipo hacen uno al otro sobre su comportamiento.