Los maestros y el entorno escolar son cruciales en la concepción de la AM

La autoevaluación y la formación de los docentes son claves para disminuir la AM.

Resultados de la investigación

• Las ansiedades académicas específicas se generan en la escuela secundaria.
  Como se discutió en la Sección 3, la AM se convierte en una ansiedad académica más específica desde la escuela primaria hasta la secundaria. Los maestros son los modelos a seguir más importantes en este entorno.
• Muchos maestros de primaria tienen una AM alta, lo que puede transferirse a sus alumnos.
  Al menos en los EE. UU. los maestros en formación para la educación primaria (en su mayoría mujeres) informaron de niveles más altos de AM para las carreras universitarias Las percepciones de los maestros sobre los estereotipos de genéro asociados a las habilidades matemáticas y a la AM influyen en las de sus estudiantes. Cuando las maestras tienen una AM alta, el rendimiento de las alumnas tiende a disminuir.
• Muchos más estudiantes de secundaria que de primaria atribuyen las relaciones negativas con los maestros como la causa de su AM.
• En educación primaria, uno de los desencadenantes de la AM es que los estudiantes estén confundidos por los diferentes métodos de enseñanza empleados por padres y maestros.

En el aula

• Los maestros deben valorar si ellos mismos tienen una AM alta.
  Los maestros deben ser conscientes de que altos niveles de AM y creencias respecto a las diferencias de habilidades matemáticas en función del género, pueden influir negativamente en el rendimiento matemático de sus estudiantes.
• Las escuelas deben considerar una prioridad la implementación de programas de capacitación para reducir las carencias en el conocimiento de materias y metodologías de enseñanza.
  La incertidumbre en el conocimiento de la materia puede inducir a AM en los maestros. Los programas de capacitación podrían abordar explícitamente la cuestión de la AM (por ejemplo, mediante una discusión grupal realista). Algunas escuelas pueden tener dificultades para contratar maestros de matemáticas bien cualificados. Dichas escuelas podrían organizar sesiones en las que colegas más experimentados o mejor cualificados puedan compartir su experiencia y conocimiento de la materia. Estos eventos en sí mismos no deberían convertirse en factores desencadenantes de ansiedad para los maestros con menor conocimiento de la asignatura de matemáticas. El objetivo debe ser debatir a fondo y honestamente la materia que debe enseñarse antes de las sesiones de clase. 
• Los maestros deben valorar sus habilidades de comunicación e identificar las posibles carencias que puedan tener.
  La enseñanza puede ser un trabajo duro y estresante que requiere una comunicación constante y compleja. Los maestros deben evaluar regularmente su éxito en mantener una comunicación equilibrada y cambiar sus estrategias si es necesario.
• Los maestros deben tratar de comunicarse de manera justa con los niños con la intención de resolver problemas.
  Al igual que todas las personas, los maestros tienen sus preferencias personales. Si los maestros se dan cuenta de que no les gusta un estudiante, deben tratar de comprender las razones de sus propias emociones y asegurarse de que su forma de comunicación no perjudique a ningún estudiante debido a sus preferencias personales.
• Las escuelas deben decidir sobre los mejores métodos de enseñanza y estrategias para enseñar a los niños.
  Algunos maestros enseñan a través de métodos mejores/más accesibles que otros, dependiendo de su conocimiento de la materia y de lo que ellos mismos hayan aprendido durante su formación. La justificación de la preferencia por ciertas estrategias debe discutirse con los niños y establecerse claramente. 

Lecturas recomendadas

1. Park, D., Ramirez, G., y Beilock, S. L. (2014). The role of expressive writing in math anxiety. Journal of Experimental Psychology. Applied, 20(2), 103–111. doi: 10.1037/xap0000013
2. Carey E, Devine A, Hill F, McLellan R, Szűcs D (2019). Understanding Mathematics Anxiety: Investigating the experiences of UK primary and secondary school students. 14 March 2019; https://doi. org/10.17863/CAM.37744

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