Sesión 24, Segundo Grado – Comunicación y Lenguaje Idioma Español

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Guías metodológicas para el docente de Ciclo Básico/Comunicación y Lenguaje Idioma Español/Segundo Grado/Sesión 24
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Autor Ministerio de Educación de Guatemala
Área Comunicación y Lenguaje Idioma Español
Nivel y/o grado Básico 2do grado
Competencia
Indicador
Saber declarativo
Tipo de licencia Derechos reservados con copia libre
Formato HTML; PDF
Responsable de curación Editor
Última actualización 2020/07/21

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Tiempo sugerido
5 períodos

Introducción[editar | editar código]

Uno de los continuos propósitos del ser humano es el de convencer a su receptor sobre la idea que le están planteando. Los medios de comunicación son muy efectivos para llevar a cabo la comunicación persuasiva e influenciar al receptor para cambiar sus formas de pensar o actuar. Los mensajes llevan dentro de su contenido ideas explicitas o implícitas que le comunican a la audiencia ideas determinadas.

Recursos didácticos[editar | editar código]

  • Cuaderno
  • lápiz
  • lapicero
  • crayones
  • marcadores
  • cartulina
  • papel manila
  • pizarra
  • marcador
  • voz
  • cartel con las funciones del lenguaje.

Inicio[editar | editar código]

trabajo en parejas

Solicite a los estudiantes que busquen una pareja para trabajar. Reparta la lectura y describa las instrucciones del ejercicio:

Entregue a cada pareja una copia de un fragmento del texto titulado «¿Por qué nos cuesta tanto dejar las redes sociales?»

Pida a los estudiantes que lo lean en voz alta y traten de identificar el punto medular del mismo.

Solicite que en su cuaderno escriban un listado de 5 ideas principales destacadas en el fragmento.

¿Por qué nos cuesta tanto dejar las redes sociales?[1]
Lola Fernández

A pesar de la utilización ilícita de nuestros datos, de los bulos y del ambiente de agresividad que se respira en ellas, seguimos conectados. Políticos y famosos anuncian el cierre de sus cuentas pero vuelven poco después. ¿Qué armas usan las redes para mantenernos cautivos?

Estamos atrapados en las redes. Tanto que, cuando alguien anuncia que las abandona, genera asombro y noticia. El último -de momento- ha sido Robert Habeck, estrella emergente de la política alemana y colíder del Partido Verde, quien anunció hace unas semanas que dejaba las redes tras un autoanálisis que nos podríamos adjudicar cualquiera. "Twitter me hace más agresivo, más estridente, polémico y afilado. Y todo a una velocidad que dificulta que haya un espacio para la reflexión -confesó-. No hay ningún otro medio con tanto odio y malevolencia". No es un caso excepcional. En España, anunciaron su desconexión de Twitter, Facebook o ambas Jordi Sevilla, Elena Valenciano, Fátima Báñez, José Antonio Monago o Màxim Huerta. Pero todos volvieron a abrir sus perfiles en menos de 12 meses.

En las redes, los personajes públicos que interactúan de forma más ingenua o espontánea se exponen a más riesgos: las discusiones, imprecisiones y meteduras de pata pueden convertirse en un infierno de insultos, amplificados por el resto de los medios de comunicación. La agresividad es selectiva: según un estudio de Amnistía Internacional y la start up de inteligencia artificial Element AI, las periodistas y políticas son atacadas mucho más que ellos: en Twitter, cada 30 segundos. Alexandra Ocasio-Cortez, gran esperanza del partido demócrata estadounidense, que además se ha revelado como un talento en el manejo político de las redes, aconseja y practica la restricción: no ceder a la tentación narcisista de mantener constantemente atenta y entretenida a la audiencia digital.

"Hay muchísimos tuits que no ven la luz del día, muchísimos -ha confesado Ocasio-Cortez a New York Magazine-. Mi consejo es usar la red para enseñar e inspirar en vez de para instigar y quejarse". Anne Hathaway, una de las actrices de Hollywood que más ensañamiento han sufrido por parte de sus haters, ha confesado que no publica nada directamente en Instagram. Antes, envía la foto o vídeo con su texto a alguien de confianza, que le da una segunda opinión. "Esa mirada externa, fresca, me da seguridad -ha confesado-. Una vez que lanzas tu mensaje ahí fuera, ya no hay vuelta atrás". A falta de autocontrol, cualquier tipo de filtro, incluso delegar en un equipo de comunicación, es buena idea. Genís Roca, socio director de la consultora de transformación digital Roca Salvatella y experto en la cultura de internet, coincide: "No puede ser que un político o un personaje público no sepan manejarse en redes sociales. Si es así, es mejor que las ponga en manos de profesionales, como hacen muchos de nuestros políticos. En realidad, el problema no es tanto la herramienta como la torpeza a la hora de usarla. Es difícil que los políticos renuncien a las redes sociales, porque les interesa demasiado poder comunicarse sin intermediarios. Prefieren dar su versión, tener línea directa, que explicarse ante un periodista y ser interpretados. Quieren controlar el titular. Apuesto a que Habeck vuelve en menos de seis meses".

Ladrones de datos

Pese a su apariencia intrascendente y hasta infantil, las redes sociales funcionan de forma opaca desde corporaciones inexpugnables y con una complejidad tecnológica que dificulta su análisis. En sus 15 años de vida, hemos pasado de compartir ingenuamente casi todo a comenzar a reconocer que podemos haber sido, como poco, timados: somos nosotros quienes trabajamos para las plataformas compartiendo contenidos y no viceversa. En 2018 se cayó definitivamente el filtro amigable que cubría Facebook: supimos que la empresa extrajo, almacenó y vendió datos de sus usuarios a compañías que los usaron para influir en la campaña presidencial de EE.UU. y, según los diarios británicos, en el referéndum del Brexit.

Podemos pensar y hasta decidir darnos de baja de las redes, pero ni por esas estamos a salvo del tráfico de datos personales. David García, investigador de la Escuela Técnica Federal de Zurich (ETH), descubrió que estas plataformas pueden averiguar datos tan íntimos como la orientación sexual de personas que no están en estas redes, pero que se relacionan a través del correo electrónico u otro medio digital con alguno de sus clientes. Construyen así los llamados "perfiles fantasma". La capacidad extractiva de estos dispositivos digitales es tal que deja de tener gracia que el acrónimo en el negocio bursátil para Facebook, Amazon, Netflix y Google sea fang (colmillo).

"El principal reto al que se enfrentan las redes son las garantías -explica Genís Roca-. Se están cometiendo verdaderos atropellos en la privacidad y la gestión de la información y los datos que generamos con nuestra actividad. Pero no es solo un problema de las redes sociales. Facebook sabe mucho de nosotros, demasiado, y no está claro qué hace con ello. Tampoco está claro que el Gobierno lo pueda controlar y garantizarnos que no se produzcan malas prácticas. Pero lo mismo pasa con los bancos, los operadores telefónicos o las aseguradoras".

La rapidez de las mentiras

Otro abismo que nos mira desde las redes está protagonizado por los bulos, un arma político-mediática que juega con nuestra credulidad para incidir no solo en nuestro voto, sino en nuestra visión del mundo. Una reciente investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que ha analizado 126.000 noticias desde 2006 hasta 2017, constató que los bulos se retuitean de media un 70% más que las noticias contrastadas, y que estas últimas tardan seis veces más en llegar hasta 1.500 personas por Twitter. Por desgracia, las mentiras, ficciones y conspiraciones nos parecen más novedosas e interesantes que la información veraz. El estudio descubrió, además, que los picos de difusión de bulos coincidieron con el atentado del maratón de Boston en 2013, el Tercer Concilio Vaticano en 2014, los ataques terroristas de París en 2015 y las elecciones presidenciales de EE.UU. en 2016. Este detalle es crucial: la gasolina que impulsa las redes son las emociones, cuanto más alteradas, mejor.

Los científicos sociales han descubierto que la excitación aumenta considerablemente la posibilidad de que compartamos una información en las redes sociales. A los que convierten el tráfico en ingresos les interesa mantenernos en un estado de cierta conmoción y no en la serenidad de ánimo que caracteriza el comportamiento racional. Las investigaciones coinciden en que la tristeza y la ansiedad nos hacen proclives a compartir menos, y la ira y el miedo, más.

En las redes sociales, agresividad y viralidad van de la mano. Y aun así, cada vez más personas las usan: según Statista, el 1 de noviembre de 2018, Facebook tenía 2.271.000 usuarios activos (300 millones más que en 2017); Instagram, 1.000 millones (200 millones más); y Twitter, 326 millones (13 millones más). Invertimos 2 horas y 15 minutos diarios en redes sociales, 45 minutos más que hace cinco años, según Global Web Index. En el mundo, una de cada tres personas está conectada a una red.

Comida basura para adictos digitales

Un estudio de cuatro economistas estadounidenses revela que nuestro apego a Facebook tiene un precio: 1.000 euros para los adultos y unos 1.812 euros para los jóvenes. Víctor Sampedro, Catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política en la Universidad Rey Juan Carlos, plantea en Dietética digital (Icaria) un símil entre las redes sociales y la comida basura que quiere ser disuasorio: "Son industrias altamente contaminantes que precarizan la mano de obra hasta niveles insoportables, que forman legiones de consumidores desde edades tempranas y que están disponibles en todo momento y lugar. Se hace necesario un cambio de hábitos y una regulación del sector, porque lo que tenemos son monopolios de facto,con costes e información sesgados".

Sabemos qué nos atrapa en la comida basura: una combinación de azúcar y grasas inédita en la naturaleza y que enciende las zonas de recompensa del cerebro como un árbol de Navidad. Pero, ¿cuál es el secreto adictivo de las redes? Se llama Modelo Conductual de Fogg y lo inventó el 1998 el profesor de Stanford B.J. Fogg. Él descubrió que la tecnología puede servirse de tres factores persuasivos: la motivación, la habilidad y el desencadenante. Por eso las redes son tan fáciles de utilizar (todos somos hábiles en ellas) y por eso satisfacen necesidades básicas como la conexión, el entretenimiento o la necesidad de gustar.

El desencadenante que reclama nuestra atención también es obvio: el tintineo incesante de las notificaciones, con sus lucecitas, su vibración y sus números rojos. Atrapan nuestra voluntad como las campanitas de las máquinas tragaperras la de los adictos al juego."Cada icono y cada ruido generan dopamina, una hormona que engancha, relacionada con los estados de euforia inducidos por las drogas o con los comportamientos irreflexivos de la adolescencia. Estamos literalmente enganchados a un canal de comunicación que nos gratifica para hacernos dependientes" explica Sampedro, quien valora además factores emocionales para explicar nuestra adicción. "Escapamos al mundo feliz de las redes donde, gracias a los algoritmos, escuchamos los mensajes que nos complacen. Allí nos refugiamos de las carencias y la precariedad, y por fin podemos ser lo que pretendemos bajo un formato básicamente exhibicionista".

Emociones en positivo

Aun así, no seguiríamos en las redes si no nos proporcionaran ventajas positivas, como el intercambio de conocimiento o la conexión con personas y colectivos afines. Nos falta quizá sacudirnos la dependencia indeseada y empoderarnos frente a ellas, un gesto de la voluntad racional que ya ha comenzado. Un reciente estudio liderado por Mark Stremberk, miembro del Complexity Science Hub Vienna, ha confirmado por primera vez, gracias al análisis de 5,6 millones de mensajes en redes sociales, la llamada undoing hypothesis: que las emociones positivas revierten los efectos fisiológicos de las negativas.

Hoy ya sabemos empíricamente que los usuarios de las redes tienden a usar emociones positivas como antídoto contra la agresividad, la tristeza o el miedo. Y funciona. ¿Podremos convertir las redes en estructuras que nos sustenten en vez de enfadarnos?

todo el grupo

Atraiga para sí la atención de los estudiantes y pídales que compartan las ideas que extrajeron del fragmento del discurso. 

Pregunte a la general: ¿cuál es la razón de la dificultad expuesta en el texto?, ¿qué situaciones expone el documento?, ¿este discurso trata de convencer o persuadir?, ¿busca informar o narrar alguna situación?

Escuche las respuestas y continúe preguntando sobre las características que el artículo presenta y la razón por la que este tema es importante hoy. Identifique el uso adecuado del lenguaje y el vocabulario. 

Verificación de actividades
Verifique que los estudiantes formen parejas y sigan las instrucciones.

Escuche las respuestas y opiniones acerca del contenido del discurso y su importancia para el uso del lenguaje y como herramienta de comunicación. 

Desarrollo[editar | editar código]

trabajo individual

Explique a los estudiantes las características que debe tener un texto persuasivo, así como las herramientas lingüísticas que utiliza para cumplir con su objetivo.

Características de los textos persuasivos[2]

La persuasión es una de los tantos tipos de comunicación que existen. La mejor manera de empezar a definir la comunicación persuasiva es dando primeramente una definición de la comunicación. La comunicación es la acción o proceso mediante el cual existe un intercambio de información de cualquier tipo entre dos o más individuos. Cabe decir también que este proceso es dinámico, transaccional, que afecta tanto al emisor del mensaje, como a quien o quienes lo escuchan y reciben. La comunicación es un campo extraño, más bien exótico de la comunicación humana.

Los textos persuasivos son aquellos que tienen como objetivo principal convencer al lector, o sea inducir al receptor a adoptar cierto comportamiento. Se refieren a un tipo de modalidad textual muy utilizada por los medios de comunicación, artículos científicos y textos publicitarios, puesto que su principal propósito es hacer que el lector cambie su comportamiento.

Por ejemplo, un texto publicitario que tiene el propósito de vender un producto o un servicio tiene que estar preparado para alcanzar a su público objetivo en los que se utilizan diversos recursos estilísticos y lingüísticos para que una persona compre un determinado producto.

Detrás de lo que puede parecer un mensaje simple, como por ejemplo: «vea nuestras nuevas promociones en la tienda online», existen diversos recursos que pueden estar asociados al texto verbal (por ejemplo, el verbo en el imperativo que denota orden) y no verbal (como el uso de colores e imágenes llamativas).

El público objetivo es el mayor enfoque de estos productores de texto. Por lo tanto el texto tiende a ser atractivo para el lector. Así, los emisores (escritores) poseen técnicas específicas para alcanzar al público, teniendo un cuidado especial con los discursos, incluyendo el uso de palabras, imágenes y el tipo de lenguaje (formal e informal). Suele aplicarse en un plano que escapa a nuestra consciencia, de modo que se nos influye y se nos manipula en mayor medida de lo que generalmente nos damos cuenta.

Con frecuencia oímos hablar acerca del poder de comunicadores específicos. También sabemos que quienes controlan la información son muy poderosos. Cuando hablamos del poder de la palabra hablada o de algún orador determinado solo estamos reconociendo lo que los sabios y expertos han sabido durante años: reconocemos que la comunicación que influye en otros es un arma poderosa.

El principal problema es que la comunicación persuasiva es una herramienta que puede utilizarse para buenos o malos fines.

Las principales características de los textos persuasivos son:

  • Busca convencer y seducir al lector
  • Utiliza recursos persuasivos
  • Usa fuerte argumentación
  • Se apoya en textos atractivos
  • Uso de verbos en el imperativo
  • Uso extenso de adjetivos.

Los siguientes son los principales tipos de textos persuasivos:

  • Texto publicitario
  • Anuncio publicitario
  • Anuncio clasificado
  • Texto de campaña comunitaria
  • Cartel como género textual.

Algunos ejemplos de textos persuasivos son:

  • Discursos argumentativos
  • Discursos científicos
  • Campañas públicas
  • Avisos publicitarios.

Solicite que redacten un texto breve relacionado al tema de la importancia de una buena nutrición y el consumo de comida chatarra, tomando en cuenta el objetivo deseado.

todo el grupo

Solicite al azar que lean los diferentes anuncios publicitarios. Pida a la general que opinen acerca del contenido y la influencia o convencimiento que generan los mismos y de la estructura que presentan. 

Verificación de actividades
Asegúrese de que los estudiantes hayan escrito de forma correcta los textos persuasivos solicitados, que la lectura que realicen de los mismos sea fluida y comprensible, que hagan un uso adecuado de las palabras y la ortografía.

En el pizarrón elabore un mapa conceptual con la información dada. Haga énfasis en la utilidad que tiene para su aprendizaje el anotar la información completa, así como trabajar en forma creativa. El siguientes es un ejemplo que puede utilizar. [3]

Cierre[editar | editar código]

trabajo individual

Cada estudiante anotará en su cuaderno las similitudes y diferencias que encuentra en las diferentes clases de textos persuasivos que pueden utilizarse. Esto puede hacerse por medio de un cuadro comparativo.

trabajo en equipo

Organice a los estudiantes en tríos y pídales que redacten un texto persuasivo, como una campaña pública o un discurso científico largo, acerca de retomar el buen uso de las vallas publicitarias. Pida que designen a un estudiante para que lea lo realizado por ellos y convenza a sus compañeros que su campaña es la mejor.

Notas[editar | editar código]

  1. Adaptado para fines educativos de “¿Por qué nos cuesta tanto dejar las redes sociales?" Lola Fernández en Mujer Hoy (blog) 3 de febrero de 2019. Disponible en: https://www.mujerhoy.com/vivir/psicologia/201902/03/como-dejar-redes-sociales-rev-20190131113033.html
  2. Bilski E. (S.F.). “Características de los textos persuasivos” en Caracteristicass.de (blog). Disponible en: https://www.caracteristicass.de/textos-persuasivos/
  3. Adaptado de: Morales Jiménez, Donna G. y Verónica M. Pech Cauich. (s.f.) “Textos personales y persuasivos”. En Textos persuasivos y personales: taller de lectura y redacción II (blog). Disponible en: https://textospersonalestallerdelecturayredaccion.wordpress.com/introduccion/

Sistema social para expresar ideas y manifestarlas al prójimo. Este sistema existe dentro de un entorno social (sistema social) y un sistema lingüístico (ejemplos son el español, francés, k’iche’, kaqchikel, etc.) Tienen que existir ambos sistemas para que pueda existir la comunicación.

Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente (DRAE). Facultad que sirve para establecer comunicación en un entorno social, se le considera como un instrumento del pensamiento para representar, categorizar y comprender la realidad, regular la conducta propia y de alguna manera, influir en los demás.

Espacio vital en el que se desarrolla el ser humano. Conjunto de estímulos que condicionan al ser humano desde el momento mismo de su concepción.

Un grupo de personas que trabajan hacia una meta común para el cual todos son mutuamente responsables.

Término utilizado, a menudo, como un saber hacer. Se suele aceptar que, por orden creciente, en primer lugar estaría la habilidad, en segundo lugar la capacidad, y la competencia se situaría a un nivel superior e integrador. Capacidad es, en principio, la aptitud para hacer algo. Todo un conjunto de verbos en infinitivo expresan capacidades (analizar, comparar, clasificar, etc.), que se manifiestan a través de determinados contenidos (analizar algo, comparar cosas, clasificar objetos, etc.). Por eso son, en gran medida, transversales, susceptibles de ser empleadas con distintos contenidos. Una competencia moviliza diferentes capacidades y diferentes contenidos en una situación. La competencia es una capacidad compleja, distinta de un saber rutinario o de mera aplicación.

Capacidad o destreza para hacer algo bien o con facilidad.

Término introducido por Le Boterf, entendido como los conocimientos, procedimientos y actitudes que es preciso emplear para resolver una situación. Unos son recursos internos, que posee la persona, tales como conocimientos, procedimientos y actitudes

El género es un conjunto de valores, creencias e ideas sobre los comportamientos y actividades que en una determinada cultura son adecuados para las mujeres y los que son adecuados para los hombres, es decir, su identificación con la femineidad y con la masculinidad.

Función por la cual se nutren los seres vivos. Suministro de las sustancias necesarias para aportar energía, para reponer las sustancias que se han perdido o para crecer.

Se entiende como el “conjunto de normas que regulan la correcta escritura de una lengua”.(Asociación de Academias de la Lengua Española, ASALE. (2010). Ortografía de la lengua española. España: Espasa).